La designación de un Consejo Nacional Electoral (CNE) con dos rectores divergentes del oficialismo, uno proveniente de los partidos y otro de la sociedad civil, anima a un sector de la oposición a participar en eventuales elecciones regionales y municipales que, si bien son cuestionadas por gran parte de los adversarios al régimen, forzaron movimientos en el ajedrez político venezolano.
Este martes, el presidente de la Asamblea Nacional de 2015 y reconocido como presidente interino por más de 50 países, Juan Guaidó, propuso una ruta que trasciende lo electoral y apunta a un acuerdo más amplio y, por lo tanto, más ambicioso en el plan de rescatar la institucionalidad democrática.
La negociación con Maduro, a la que siempre se había negado, se enmarca en una iniciativa denominada Acuerdo de Salvación Nacional y, además de la celebración de elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales y municipales con observación y respaldo internacional, también pretende la entrada “masiva” de ayuda humanitaria y vacunas contra la COVID-19, según un comunicado.
La solución para Venezuela es presionar para lograr un acuerdo que nos lleve a atender la crisis y realizar elecciones libres y justas para salvar al país
Unidos y movilizados debemos exigir, buscar espacios de participación y hacer frente a los dilemas que pretenda la dictadura pic.twitter.com/XjRZgba4fc
— Juan Guaidó (@jguaido) May 11, 2021
“Todas las salidas, en cualquier horizonte temporal o las que terminan por fuerza, todas llevan inevitablemente a un acuerdo y a una elección presidencial”, ha considerado.
De igual modo, Guaidó busca conseguir “garantías democráticas” para todos los actores de las fuerzas democráticas y el “chavismo”, con mecanismos para la reinstitucionalización de Venezuela, la liberación de todos los presos políticos, el regreso de los exiliados y justicia transicional, el compromiso de la comunidad internacional para lograr la recuperación de Venezuela y ofrecer “incentivos” al Gobierno venezolano, incluyendo el levantamiento progresivo de sanciones condicionado al cumplimiento de los objetivos fundamentales del acuerdo.
A su juicio, según ha destacado, el acuerdo “debe darse entre las fuerzas democráticas representadas por el gobierno interino, la Asamblea Nacional y la Plataforma Unitaria; los actores que conforman y sostienen al régimen; y la comunidad internacional, especialmente las potencias internacionales”.
En lo regional y los partidos…
El diputado en el exilio Américo De Grazia fue el primero en plantear como un error no participar en las regionales, luego anunció su postulación bajo una plataforma unitaria apoyada por exalcaldes, dirigentes políticos, sindicales y de la sociedad civil, aunque no por su partido de toda la vida La Causa R.
Para De Grazia, la estrategia de la abstención aplicaba solo para las presidenciales (mayo 2018) y las parlamentarias (diciembre 2020), con el fin de deslegitimar al régimen de Nicolás Maduro. En cambio, sostiene que en el caso de gobernaciones, alcaldías, diputaciones regionales y concejalías, es diferente por tratarse de la realidad y necesidad de cada región.
Además, las plantea como plebiscitaria y el allanamiento del camino hacia el referéndum revocatorio para Nicolás Maduro.
Este también es uno de los argumentos que expuso el también diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015, Luis Silva, quien asomó su aspiración a la Gobernación de Bolívar. Manifestó la posibilidad de tener candidaturas únicas y unitarias elegidas desde las bases, para promover la participación electoral masiva como herramienta para derrotar al régimen y recuperar la confianza en el voto.
El partido Acción Democrática, cuya tarjeta fue secuestrada tras un dictamen arbitrario del Tribunal Supremo de Justicia, informó que acordaron “mantener lucha activa para lograr condiciones electorales que garanticen un cronograma que comprenda todas las elecciones, la devolución de tarjetas asaltadas, liberación de presos políticos, cese de inhabilitaciones y nuevo REP”.
La inminente realización de elecciones regionales y municipales, que se harán de manera conjunta (gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos y concejos municipales), según anunció este martes el nuevo presidente del CNE, Pedro Calzadilla, también viene asomando candidaturas y aspiraciones todavía no expresas oficialmente.
Pese a la negativa de Guaidó de ir a comicios que considera no poseen todavía garantías de un proceso libre y transparente, tuvo que hacer frente a este escenario y dar una respuesta más allá del discurso de rechazo al CNE y la convocatoria de elecciones.
Es entonces cuando propuso una negociación con el régimen de Nicolás Maduro y la comunidad internacional, para llegar a un “acuerdo de salvación nacional”.
Ese acuerdo estaría condicionado a establecer un cronograma electoral (presidenciales, parlamentarias, regionales y municipales con observación internacional), la entrada masiva de ayuda humanitaria e insumos para hacer frente a la COVID-19 y garantías para todos los actores políticos tanto del chavismo, como de la oposición “con mecanismos para la reinstitucionalización de Venezuela, la liberación de todos los presos políticos, el regreso de los exiliados y justicia transicional”.
Apoyo internacional
La presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro en función de exigir condiciones electorales para una salida democrática a la crisis del país, también pudo jugar un papel importante en este escenario.
Luego de Guaidó anunciar su propuesta de “acuerdo de salvación nacional”, el embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, manifestó su respaldo a este planteamiento.
“Apoyamos los esfuerzos de @jguaido y oposición venezolana para restaurar de forma pacífica la democracia en Venezuela a través de elecciones presidenciales y parlamentarias libres. La solución a la crisis es un acuerdo comprensivo que lleve al resultado que venezolanos merecen”, dijo en su cuenta en Twitter @usembassyve.
Agregó que “las condiciones mínimas para las elecciones incluyen la liberación incondicional de los presos políticos, mayor acceso a ayuda humanitaria, libertad de prensa, rehabilitación de partidos políticos y políticos para que los venezolanos puedan elegir por sí mismos a sus líderes. También el cese de los ataques contra la sociedad civil. EE UU y la comunidad internacional seguirán presionando para lograr avances concretos en estas áreas”.
Bajo la premisa de que “nadie confía en la dictadura”, Guaidó reiteró que ese acuerdo solo es posible con mayor presión nacional e internacional, así como “los mecanismos de rendición de cuentas al régimen si intenta evadir de nuevo una solución negociada”.
También dijo estar dispuesto a construir y participar en cualquier mecanismo que permita construir la mayor y mejor unidad posible que legitime la lucha de los sectores democráticos.