lunes, 13 mayo 2024
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Familia de sidorista denuncia falta de atención en clínicas por morosidad de CVG

El trabajador hace dos años padeció un derrame isquémico, es hipertenso y su situación cada vez es más delicada, sus familiares exigen que se le diagnostique qué está afectando al sidorista y se le trate para su condición.
   
El trabajador desde hace 2 años viene padeciendo cardiopatía hipertensiva e isquémica dilatada

Los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro están cada vez más desamparados en materia de salud. Berta Mundarain denunció que su padre José Mundarain fue rechazado en las clínicas y en los hospitales Uyapar y Dr. Raúl Leoni fue maltratado por el personal de salud.

En redes sociales sidoristas tenían días protestando por la salud de Mundaraín, un trabajador de Laminación en Frío con más de 32 años de servicio. Según sus familiares, padece una cardiopatía hipertensiva e isquémica dilatada que le viene generando problemas respiratorios desde el mes de mayo.

Al complicarse su cuadro médico, José fue trasladado al Instituto Clínico Infantil, a la Clínica Unare y Venezuela pero fue rechazado al ser considerado por los médicos un paciente sospechoso de COVID-19.

“El HCM eso es preferencial (…) ahorita lo que es la CVG no está respondiendo, tú vas a la clínica y te dicen no te podemos atender porque la CVG no le está pagando a los seguros”, expresó Berta, quien reclamó que en la estatal todo es una discriminación contra los trabajadores.

“Nuestros trabajadores se están muriendo a mengua en la casa. No quieren ir a las clínicas porque saben que se van a morir, porque no los quieren atender”, agregó. Mundarain perdió la cuenta de lo que ha gastado para atender a su padre, pero ante la poca atención le ha tocado costear la recarga de la bombona de oxígeno, vitaminas, medicamentos y estudios médicos.

Una odisea

“Lo estuvimos tratando en casa, le hicimos exámenes, placas, tratamiento particular. Todo por nuestros propios medios”, agregó. Al complicarse nuevamente el 21 de agosto, los parientes tuvieron que trasladarlo por sus propios medios hasta el Hospital Uyapar donde, aunque le hicieron la prueba de COVID-19 que dio negativa, no se le brindó agua, alimentos, ni atención médica, denunció Berta.

Berta afirmó que al otro día fue trasladado al Hospital Dr. Raúl Leoni donde también fue maltratado y llevado a la sala donde atienden a pacientes COVID-19 sin revisarse su condición. Exigió que a su padre le diagnostiquen qué es lo que está padeciendo y sea atendido de forma correcta.

Sidor, al igual que todas las empresas básicas de Guayana, no ha respondido por las graves carencias en materia de salud de los trabajadores. Desde finales de 2019 es poca las atenciones en materia de salud que brinda la estatal, quienes sufren esto son los empleados quienes en el peor de los casos terminan muriendo sin ser tratados.

De mal en peor

El contrato colectivo de Sidor (2008-2010) establecía en su cláusula 100 la creación de un fondo autoadministrado de salud. Parte de los acuerdos de 2008 era la contratación de una póliza privada para la administración de la salud de los trabajadores, mientras creaban un sistema de salud administrado por los trabajadores y la empresa. Para iniciar esa transición se crearía una comisión especial de salud que tendría como misión el diseño de este sistema.

En 2016, tras la imposición de un controvertido contrato que jamás fue difundido, Sidor creó un método autogestionado llamado Fondo Autoadministrado de Salud del Ministerio del Poder Popular de Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas (Fasmibes), en sustitución de la póliza de salud.

La medida generó una huelga de hambre en la siderúrgica. Dirigentes sindicales negaron que esa medida estuviese en los acuerdos suscritos en 2014 y que desmejoraba las condiciones de los más de 86 mil afiliados, entre trabajadores activos, jubilados y carga familiar.

Cuatro años después, y en plena pandemia, el acceso a ese fondo autoadministrado es cada vez más reducido, lo que ha llevado a que cientos de sidoristas no tengan garantizado el derecho a la salud, como otros millones de venezolanos.