martes, 14 mayo 2024
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Deficiencia de servicios públicos duplica riesgo de contagio por COVID-19 en Ciudad Guayana

El Observatorio de Servicios Públicos destacó que el suministro de agua es el servicio más irregular, a pesar de la pandemia y el cerco epidemiológico en Bolívar. | Foto William Urdaneta

Mientras aumentan los casos de contagios y muertes por COVID-19 en el país, con especial énfasis en el estado Bolívar, no hay garantía de servicios públicos de calidad. Esto se refleja, principalmente, en el suministro de agua potable que debería llegar por tubería a cada uno de los hogares guayacitanos, en el menguado transporte público y en las fallas de la recolección de basura.

Se trata de servicios que, a pesar de su carestía, no son eficientes y generan insalubridad y riesgo de contagio, no solo de COVID-19, sino de otras enfermedades, según denunció Aliana Estrada, coordinadora del Observatorio de Servicios Públicos en Ciudad Guayana.

“En las últimas tres semanas hemos visto cómo el Gobierno nacional ha establecido un régimen de pandemia que nos impide estar de forma natural en las calles. Esto conlleva a que los ciudadanos tengan mayor acercamiento con los servicios públicos, entre ellos están los quehaceres del hogar: que implican el tema de agua, electricidad y servicio de recolección de basura”, señaló.

 

Ahora estamos peor, nos llega el agua una hora y eso es una locura, porque en ese tiempo tienes que recoger agua, limpiar, lavar, bañarte, porque no sabes cuándo vuelve a llegar”.

“El servicio de agua potable es uno de los principales para salvaguardar la vida de los venezolanos y hace falta. Después de las 9:00 o las 11:00 am no hay agua en Puerto Ordaz, pero en sectores de San Félix, aunque no haya racionamiento, pasan semanas sin tener agua. Eso conlleva a que no se laven las manos, que es una de las principales medidas combativas para el COVID-19”, agregó.

Esta situación incide también en la calidad de la atención del sistema de salud público, pues los centros asistenciales no cuentan con servicio de agua, recolección de desechos y electricidad de forma regular y, además, los pacientes y familiares deben costear la mayoría de los medicamentos e insumos que requieren para su atención, porque los precios de las clínicas privadas no están al alcance de todos.

“Eso hace que los servicios médicos, de agua potable, de basura, conlleven a que no haya salubridad en la ciudad y haya mayor posibilidad de contagiarse de COVID-19”, reiteró.

Estrada instó a las autoridades gubernamentales a prepararse para otra pandemia. “Hoy es la del COVID, pero mañana puede haber otras cosas, con el tema de la basura y el agua, que pueden generar enfermedades adicionales”.

Unare en el abandono

Habitantes de los bloques de Unare II, en Puerto Ordaz, denunciaron vivir una calamidad en pleno confinamiento. En primer lugar, padecen el racionamiento de agua por parte de Hidrobolívar, debido a trabajos de maniobra por fallas en el acueducto que surte a casi todo Puerto Ordaz.

Pero este problema no es de ahora. Todos los edificios instalaron bombas de agua, alternativa que igualmente resulta insuficiente por la poca capacidad de distribución en el sector.

“Ahora estamos peor, nos llega el agua una hora y eso es una locura, porque en ese tiempo tienes que recoger agua, limpiar, lavar, bañarte, porque no sabes cuándo vuelve a llegar”, manifestó una vecina del bloque 6 de Unare.

En ese edificio se han abastecido en los últimos días mediante una tubería en la calle. Con ayuda de una bomba, sustraen el agua para llenar baldes, tobos y botellones.

Cabe destacar que, como sucede en casi toda la ciudad, el agua que llega por las tuberías no cumple con los parámetros, por lo menos en el color, lo que lleva a las personas a dudar de que sea apta para el consumo humano. “El agua llega amarilla y a veces marrón. Uno lava con esa agua y termina ensuciando más la ropa”.

Afectados también hicieron un llamado a las autoridades para poner mayor énfasis en el aseo urbano, en vista de la casi normalizada convivencia con zamuros en las residencias y principales calles del sector, debido a la cantidad de basura que permanece en distintas áreas a la espera de la recolección por parte del servicio de aseo urbano.