En las últimas alocuciones de Nicolás Maduro, luego de que la justicia estadounidense lo acusara de terrorista y narcotráfico, repite el mensaje de que la furia bolivariana lo defenderá y, bajo esa misma frase amenazó una vez más a los sectores democráticos de oposición de ir por ellos.
Desde el fin de semana, diputados de la Asamblea Nacional y dirigentes de partidos políticos opositores amanecieron con rayados en las fachadas de sus residencias: furia bolivariana.
En Bolívar no fue la excepción y la amenaza fue en contra del diputado Luis Silva, en Ciudad Bolívar, y en Ciudad Guayana con los dirigentes Andrés Velásquez y Raúl Yusef.
“El rayado con amenazas de una furia bolivariana que han hecho en las residencias de los sectores opositores a nivel nacional, indica el grado de desesperación de Nicolás Maduro. La desesperación no es buena consejera en estos tiempos y Maduro pretende responder a la crisis del coronavirus, esta terrible situación de desmadre que se encuentra el país y la vulnerabilidad de Venezuela a la pandemia, y a las serias acusaciones de la justicia americana, con represión”, manifestó el dirigente de La Causa R, Andrés Velásquez.
Agregó que este ataque no supone que Maduro esté más fuerte. “Lo que denota es desesperación, pero en este caso va acompañado de la decisión de Maduro que si van contra él, él irá contra los sectores opositores, y ahora con el mayor descaro”.
Velásquez cuestionó también las amenazas al referirse a blancos selectivos, por lo que advirtió que “detrás de las amenazas hay un plan de asesinatos contra dirigentes de la oposición democrática”.
Tercera amenaza
El diputado de la Asamblea Nacional, Luis Silva, recordó que es la tercera vez que ocurre un hecho similar a las afueras de su residencia en Ciudad Bolívar.
“No existe nada que se denomine furia bolivariana, lo que hay es un grupo de funcionarios pagados por el régimen que se dedican a intimidar y reprimir. Las pintas y amenazas con las cuales pretendieron intimidarnos a los diputados fueron hechas por los funcionarios del régimen. Vecinos informaron a mi familia que vieron entre las 12:00 y 1:00 de la madrugada a una patrulla negra de un órgano de inteligencia del Estado, del que se bajaron varios funcionarios a hacer las pintas”, denunció el parlamentario.
El dirigente de Un Nuevo Tiempo, Raúl Yusef calificó el hecho como “un acto cobarde propio de los regímenes fascistas”. Consideró que es una respuesta del régimen al sentirse acorralado por los expedientes que tienen en Estados Unidos por las violaciones sistemáticas de derechos humanos, así como las serias denuncias sobre narcotráfico que pesan sobre la cúpula oficial.
“Es una acción para intimidarnos, para amedrentarnos, que no va a lograr sus objetivos porque estamos claros, no solo de los riesgos que corremos, sino que también sabemos de lo que son capaces. Corremos riesgos y estamos dispuestos a asumirlos, se trata de la democracia del país”, agregó Yusef.
En medio de un estricto confinamiento por los casos del Covid-19 confirmados oficialmente en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro no ha cesado en su política de persecución, no solo contra la dirigencia opositora, sino contra personal de salud y trabajadores de la prensa que se atrevan o informar de casos sospechosos de coronavirus que no son reportados por el régimen o denuncien el estado de los hospitales que fueron designados centinelas para la contingencia.
Foro Penal, una organización que presta apoyo legal a los presos políticos en Venezuela, informó este martes que -desde el 13 de marzo hasta la fecha- se han registrado 20 nuevas detenciones políticas, para un total de 328 presos políticos en el país.