lunes, 13 mayo 2024
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Los docentes enfrentan el mismo arrebatón que amenaza la libertad de expresión

El totalitarismo sigue mostrando los dientes, frente a lo que la sociedad civil una vez más encara la arremetida. Mientras el mundo político se enreda en su propia salsa  y en sus operaciones harta  rutinarias.

@OttoJansen

Lluvias y barro; la tierra se convierte en fuertes corrientes de aguas rojas que se expanden sin contención. Así pasaron los días finales de julio y los primeros de agosto; con trombas de nubes cargadas todas las tardes, que parecen indicarnos que este año las lluvias son más abundantes. Prueba de ello es la inundación en Santa Elena de Uairén.

Pero tenemos, y no es extraño, el goteo del chubasco desatado por  años, en el plano de la inconformidad social de tipo laboral, que ha encontrado otro cause grande en un nuevo atropello de esos que solo se producen en los regímenes totalitarios. Cual arrebatón, le quitan sin razón legal meses de vacaciones a los empleados públicos; algo así como decir quitar la patineta a aquel minusválido de brazos y piernas del cuento. A un mísero sueldo, a condiciones de labor implacables por la carencia de equipos, abandono y destrucción de infraestructuras físicas, a la indiferencia o burla gubernamental a los trabajadores que significan las bases de desarrollo de una sociedad normal y sana se suma el desprecio mayor: el recorte de la limosna. Lo relevante del asunto ha sido la reacción de los afectados, entre ellos el gremio docente, que han venido asumiendo de menos a más, una posición de firmeza ante las coordenadas de la revolución que no se veía con tanta convicción en estos tiempos de hondos retrocesos constitucionales, vacilaciones y extravíos de organizaciones políticas y hasta privadas de las hace poco incansables  organizaciones ciudadanas, así como de entregas sumisas de distintos factores del país al denominado proceso “normalizador”.

“Este miércoles, un grupo de docentes protestó frente al Ministerio de Educación en Caracas exigiendo el pago inmediato y total del bono vacacional. Asimismo solicitaron la eliminación de la tabla e instructivo que viene aplicando la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) a todos los trabajadores de la administración pública nacional, y en especial a los trabajadores del sector educativo (…) De igual forma expresó que el sector educativo se siente burlado y estafado, poniendo como ejemplo el hecho que tiene más de 30 años de servicio y no se le fue cancelado lo que le corresponde por sus años de experiencia”, reseña Correo del Caroní, en nota de Radio Fe y Alegría, con fecha de 27 julio.

Esa movilización se repitió en Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar y Upata. La consistencia del empeño sorprende, conociendo que en anteriores capítulos, la respuesta había sido de absoluto desánimo. Quizás sean las lluvias o tal vez la inflación, también en dólares, que ya no da la tregua de otros momentos, ante el  “estado de necesidad” impuesto por la cartilla cubana.

Sin movimiento ciudadano no hay democracia

El otro episodio que ronda la opinión pública es lo concerniente a la reforma de la Ley de Ejercicio del Periodismo venezolano que pretende impulsar la Asamblea Nacional oficialista electa en el 2020. Si bien el debate tiene aristas importantes que los profesionales de la comunicación deberán debatir en algún momento, el planteamiento de la revolución bolivariana de la desprofesionalización, tal como se ha pretendido con otras, además ha dejado ver con claridad cuál es el cálculo político detrás de la descabellada reforma: el avance del control del espacio público -cercenamiento  a la libertad de expresión-, tal como distintos entes, el gremio y voces alto calificadas lo han alertado.

El totalitarismo sigue mostrando los dientes frente a lo que la sociedad civil una vez más, con sus altas y bajas, encara la arremetida. Mientras el mundo político se enreda en su propia salsa, en sus ritos inútiles y en sus operaciones harta rutinarias. No olfatean ni tienen capacidad para percibir lo que queda afuera de sus apetencias personales: esas fluidas aguas sociales. De allí la reiterada observación de que ninguna estrategia será exitosa frente a un modelo político despiadado y astuto sino se encuentra el acompañamiento de la ciudadanía en el propósito al unísono de la construcción de un movimiento que tiene que contar para esos efectos con inspiración, organización y grandeza personal y política de sus protagonistas más visibles. La propuesta y encaminamiento de realización de unas elecciones primarias de los grupos y partidos denominados de oposición, en el estricto espíritu  democrático, puede ser calificado de loable, pero estos comicios por sí solos, con la misma fauna política al que la población resiente. Con los dirigentes incoherentes y faltos de compromisos con las luchas que han requerido esfuerzos por recuperar el orden constitucional, la libertad y la democracia (el estado Bolívar es muestra lamentable de la desconexión partidista y negociados durante muchos años con el poder revolucionario). Una fórmula con estas características, por mucho que logre movilizar a la inconformidad, nunca será garante para propiciar las transformaciones cívicas e institucionales, en función no solo de mejorías en la calidad de vida inmediata, sino de encontrar las vías para establecer instituciones fuertes, donde el reparto o clientelismo político no vuelva a entronizarse como ocurre con los grupos que controla la revolución roja, rojita.

La inspiración es la suma de tareas, iniciativas estelares, otras no tanto, que confluyen en la emoción máxima hacia un objetivo útil. No es una consigna al garete o una voluntariosa elección más. Toca a la ciudadanía mantener su papel rector y convertirse sin complejos en la verdadera protagonista del liderazgo renovador.