La realidad se venga de la ilusión.
Más pronto que tarde, la gente avisada y avezada, se han dado cuenta que siempre andamos entusiasmados por cosas de poca monta. Esa actitud carnavalesca nos ha ilusionado y en consecuencia ha cegado y difuminado el razonamiento claro y las ejecuciones efectivas importantes. Por la ganancia en las últimas elecciones de un territorio apetecible para una familia dominante sin importancia nacional, creemos poder lanzarnos a conquistar lo que se nos ocurra. Papá Dios agarrado por la chiva, pues. Si hay victoria en un condado, habrá éxito en un revocatorio y en una presidencial. Estamos hechos. No nos para nadie; solo Miraflores y su pandilla. Casi nada.
Sin duda, la reciente elección fue triunfal, pero no nos permitamos dormirnos sobre laureles, fantasías, ficciones e ilusiones. Recuerden la bailoterapia, convocada por un presunto líder, el tiempo perfecto de Dios, por el mismo, las firmas de julio del 2016, la Salida del 2014 y calle en el 2017, el 30 de abril de 2019, las mesas de diálogo matizadas, y todo lo que quieren rememorar.
Podemos estar contentos sin perder el pulso de la situación. Nuestros sentidos e intelecto deberían estar muy atentos a los significados, motivos, consecuencias y señales que derivan del acto supuestamente perjudicial para la dictadura deshonesta e insana.
La dirigencia podría comenzar por estudiar los artículos constitucionales 72, 138, 236.22, 292 y 292.5, y otras normas, con el fin de tener una visión palmaria del cuadro futuro y sus posibilidades; sin ignorar las instituciones, funcionarios y organismos secuestrados por el autoritarismo de los cubanos y sus mandatarios.
No es necesario ser pesimista para analizar y reconocer las dificultades, lo cual no se traduce en inmovilización o inacción; solo es necesario prepararse para el peor escenario, sin que nos sorprendan. Cero realismos mágicos, optimismos ciegos o actitudes ilusorias producto del frenesí, la emoción, el delirio o fanatismo irracional; mucha solidez intelectual, pasión controlada y sensatez cerebral.
No le corresponde a esta narrativa dar directrices ni sugerencias; eso queda en manos de los políticos bien versados, curtidos, calculadores, con olfato para las manipulaciones e insensibles a la desfachatez y grosería del enemigo, no de temer pero sí inescrupuloso. El paquete chileno resulta digno de estudio y aplicación actual.
Los neófitos en materia política, aprendices, tanteadores y aquellos osados que pretenden incursionar en ella podrían optar por abstenerse de meter la nariz. Escuchar, leer, reflexionar y relacionarlo con la situación presente de larga data para obtener luces de verdaderos estadistas reconocidos en el orbe. Anteriores o recientes. Positivos o negativos.
Todo lo anterior no desecha ni descarta la vía del sufragio democrático, pero la pregunta surge acerca de ¿cómo se revoca a un usurpador que no tiene legitimidad de origen ni reconocimiento nacional o internacional? Ya la AN y el pueblo han descalificado al personaje, por tanto es necesario buscar una fórmula coherente y seria que nos ayude a escaparnos de estos cancerberos.
Se debe recordar que la Constitución no fue concebida para o por el pueblo sino con el fin de satisfacer los caprichos de Miraflores. Recordamos cuando se quiso dejar el nombre de Venezuela y una orden directa la cambió a bolivariana (sic).
