miércoles, 23 abril 2025
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Sin paracaídas

El gobierno gringo es casi similar al nuestro, y viceversa. Con ciertas diferencias de imagen, resultan parejos en abusos y actividades oscuras y dañinas.

El presidente con apellido de pieza de baño siempre ha estado en entredicho por su presunta debilidad por los niños. Por diferentes medios de comunicación se le ha dado publicidad infrecuente. El Domingo de resurrección lo ha usado para ondear el estandarte en edificio público de la capital estadounidense para celebrar el día de la visibilidad… de confusiones inveteradas, será. Enseña de colores pastel, que no decir pálido delicado. Acto irrespetuoso e indelicado en una sociedad cristiana respetuosa de tradiciones. Parece que es su ocupación más importante y útil, ya que la migración ilegal, la inflación, distintas guerras, sanciones a gobiernos tiránicos, ataques subrepticios a su nación y otras menudencias, aparentemente no son de su prioridad ni interés.

Al unísono, tiene el tupé de emitir una orden perdona vida a un delincuente enjuiciado por saquear la economía de una población en connivencia con el régimen que lo padrotea. Con el indulto concedido avala que no hubo delitos y hasta reconoce implícito que el hombre es diplomático, como lo cacarean los cómplices. Para completar la faena debería darle el plácet de embajador al ilegal venezolano que ha promocionado la vida fácil en su nuevo hogar norteño mediante indicaciones delictuales.

El gobierno gringo es casi similar al nuestro, y viceversa. Con ciertas diferencias de imagen, resultan parejos en abusos y actividades oscuras y dañinas. No hace falta hacer una larga lista; acciones bastan para identificarlos y entender el porqué no se pisan la manguera entre ellos.

Allá en el norte el gobierno, los poderes del Estado y gran parte de la prensa hipócrita izquierdoza y proclive a dar su apoyo a causas poco beneficiosas para la población, mantienen una persecución feroz contra el futuro candidato presidencial del partido republicano.

El partido Demócrata y sus representantes más connotados están totalmente desquiciados por el auge que ha tomado la figura del aspirante a repetir mandato por otros cuatro años. Inventan y hacen todo tipo de maquinaciones para impedir lo casi inexorable. Le tienen temor a alguien que viene a poner orden y verticalidad a los asuntos internos y circundantes en el globo. Le tienen miedo a la disciplina y a la aplicación de las normas en general. No gusta la igualdad ante la ley y tampoco la falta de desorden. Así como tantas cosas que le ponen coto a la anarquía social, política y económica. Parece conocido, verdad.

Si no es porque el personaje tiene como aguantar la mecha para enfrentar los innumerables juicios ficticios, fianzas, honorarios profesionales, ya lo habrían sacado de circulación de todos los escenarios.

En estos lares se abandera la indiscutible candidata presidencial de Venezuela, atacada por todos los medios, sobre todo ilícitos e ilegales.

Es completamente impermeable a triquiñuelas de la autocracia atosigante, imparable su arrolladora posición política y personal. Nadie duda que las elecciones las tiene ganadas, y por eso es la próxima presidenta constitucional de la república.

El régimen no sospecha sino que sabe con certeza absoluta, por lo cual da manotazos incoherentes, declaraciones horteras y toma decisiones que lo debilitan cada hora en su miserable existencia. El candidato oficialista no levanta ni las cejas del pueblo votante, mucho menos simpatía o entusiasmo. Hasta los mismos chavistas están distanciados, por tanto inventaron nombrar a la hija menor en un cargo y realizar elecciones en la fecha de su cumpleaños a ver si los enganchan. Táctica ramplona. El talante represivo, inhumano, carcelario, perseguidor, destructor no se lo han podido desmaquillar, de forma que no solo los coterráneos se han hartado de sus desviaciones, también los cómplices ideológicos de la región les quitan soporte.

No obstante, el pánico es cobarde, impredecible y artero ante situaciones irreversibles.

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