martes, 14 mayo 2024
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Discurso ecológico de Maduro en el ALBA contrasta con extractivismo del Arco Minero del Orinoco       

En su intervención en el foro internacional Reencuentro con la Pachamama, celebrado en Bolivia con motivo del Día Internacional de la Tierra, el gobernante no hizo referencia al crimen ecológico en el sur del estado Bolívar. | Foto Prensa Presidencial

Los movimientos “revolucionarios y sociales” fueron propuestos por Maduro como los indicados para introducir una agenda ambientalista, que permita el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París, especialmente ahora que Estados Unidos se reincorporó a esta convención internacional.

“Ayer hubo importantes discursos, importantes propuestas, importantes ofertas. Creo que, sin lugar a dudas, la llegada de Biden a la presidencia (de Estados Unidos) ha vuelto a posicionar al cambio climático en la agenda global, y es una oportunidad que debe ser aprovechada por los movimientos revolucionarios y sociales del mundo para permitir el retorno del equilibrio natural”, destacó.

En este sentido, apoyó la propuesta del Gobierno de Bolivia, presidido por Luis Arce, de convocar una asamblea general para tomar decisiones con respecto al cambio climático, de manera urgente.

De igual forma, instó a retomar iniciativas políticas de “movilización” de los pueblos de América para exigir a las autoridades políticas, acciones en materia climática, y pidió al Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) asumir las propuestas que surgieron en el foro.

Horas antes, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, sostuvo un encuentro presencial con su homólogo boliviano, Rogelio Mata y el presidente de Bolivia, David Choquehuanca. En esta reunión se revisó la cooperación entre ambos países y las agendas que se promoverían a través del ALBA-TCP.

Ambiente nada ambientalista en Venezuela 

Mientras Maduro postula acciones ambientalistas en el mundo y exige el cumplimiento de los compromisos alcanzados en el Acuerdo de París, Venezuela queda cada vez más lejos de ser un ejemplo de respeto hacia la “Pachamama”.

El Arco Minero del Orinoco, un área comprendida por los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, es víctima de prácticas despiadadas de minería y explotación de recursos naturales.

Organizaciones, activistas y dirigentes políticos como el diputado Américo De Grazia, han advertido sobre los daños irreversibles ocasionados por el extractivismo en este territorio rico en fauna, flora y recursos minerales.

“El Arco Minero es la mayor barbarie ecológica registrada hasta nuestros días, por eso queremos visibilizar la tragedia a nivel mundial y hacer entender que con solo un gobierno de emergencia nacional se comenzará a revertir la situación porque el régimen de Nicolás Maduro hace caso omiso”, denunciaba De Grazia en agosto.

Ya han transcurrido cinco años desde que Maduro creó la Zona Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO), que comprometió 111.843 kilómetros cuadrados para la explotación de minerales, un 12,2% de la superficie territorial de Venezuela. Desde entonces se registran solo consecuencias negativas para el país, según afirmaba el año pasado el coordinador de Clima 21-Ambiente y Derechos Humanos, Alejando Álvarez, en un artículo publicado en Correo del Caroní.

“Este daño está generando consecuencias ya presentes: todas las cuencas de la Amazonía venezolana están contaminadas con mercurio, miles de personas en la región tienen muy altos niveles de mercurio en sus cuerpos, cientos de miles de personas están en riesgo de intoxicarse con este elemento y sus derivados”, explicó el especialista.