Venezuela reprueba con la nota más baja en su historia examen de transparencia presupuestaria

En medio de la pandemia por el COVID-19, los gobiernos en el mundo están obligados a cambiar y gastar sus presupuestos. Sin embargo, preocupa que solo 31 de 117 gobiernos en el mundo evaluados en la Encuesta de Presupuesto Abierto 2019 obtuvieran calificaciones que van en sintonía con los estándares internacionales en materia de transparencia presupuestaria.

Transparencia Venezuela presentó los resultados de la Encuesta de Presupuesto Abierto (Open Budget Survey, OBS 2019), la cual forma parte de una iniciativa global de investigación que mide estándares internacionales en materia de transparencia presupuestaria, oportunidades formales de los ciudadanos de participar en el proceso y la existencia de contrapesos por parte de los organismos vigilantes, explicó Christi Rangel, coordinadora regional de la ONG.

Señaló que “la mayoría de los países en el mundo están tomando decisiones de gastos y haciendo modificaciones presupuestarias que, si bien requieren de acciones rápidas y decididas, no deben evitar la información exhaustiva, las posibilidades de participación y que se explique qué es lo que se está haciendo con el dinero”.

El promedio mundial fue de 45 sobre 100, una nota inferior a 61, que es el puntaje considerado como el umbral mínimo para garantizar la participación formal en el proceso presupuestario.

“América Latina obtuvo una calificación de 51. Nuestra región ha ido mejorando en transparencia desde la primera evaluación en 2006. Brasil, México, Perú, República Dominicana y Guatemala son países que obtuvieron una calificación suficiente en transparencia presupuestaria”, acotó Rangel.

Resultados en Venezuela

En el ranking de los 117 países evaluados, Venezuela ocupa el lugar 115, la peor calificación en su historia, según Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela.

De Freitas: el bajo índice de Venezuela se explica claramente porque desde hace dos años no hay posibilidad de acceso al presupuesto nacional | Foto Transparencia Venezuela

Explicó que el Índice de Presupuesto Abierto está compuesto por tres grandes renglones. El primero de ellos mide transparencia, a través de 119 indicadores que miden la transparencia en cada una de las fases del presupuesto. La calificación de Venezuela fue de cero, al igual que el año pasado.

“Se explica claramente porque desde hace dos años no tenemos acceso al presupuesto nacional, ni siquiera se publica la ley de presupuesto y endeudamiento que es una obligación”, destacó De Freitas.

El segundo gran indicador mide la participación pública. La calificación de Venezuela también fue de cero sobre 100.

“Si ni siquiera hay acceso a la ley de presupuesto, no conocemos los montos de ninguno de los proyectos, no sabemos quiénes son los responsables, cómo se distribuyó ese presupuesto, entre qué instituciones públicas, entre qué partidas presupuestarias, desde cuánto hay para el Ministerio de Salud. Cuánto hay para cada uno de los hospitales, sueldos y salarios, equipos. Cuando se desconoce todo eso es muy difícil o imposible hacer un monitoreo desde el nivel ciudadano”, agregó.

El tercer indicador tiene que ver con la supervisión del presupuesto, cuya calificación para Venezuela fue de 13 sobre 100. Allí se evalúa el seguimiento que hace la Asamblea Nacional y la Contraloría General de la República.

Revisión exhaustiva

La directora ejecutiva de Transparencia Venezuela destacó también que el Índice de Presupuesto Abierto pasa por una exhaustiva revisión. Luego que esta ONG hace una primera revisión y responde el amplio cuestionario, este pasa a una segunda evaluación con expertos independientes, y finalmente pasa por auditores-árbitros internacionales y anónimos.

El índice tiene una revisión muy exhaustiva. Por un lado está el equipo de Transparencia Venezuela que responde a hacer una primera revisión, responder el cuestionario, pero luego se manda a una revisión con expertos independientes, y después pasa por auditores árbitros internacionales anónimos.

Desde que Nicolás Maduro llegó al poder, aumentó la opacidad en materia presupuestaria | Foto Transparencia Venezuela

“Para demostrar que el presupuesto no está publicado debemos dar acceso a la larga lista de gacetas oficiales que se publican en el año, para que esos árbitros anónimos puedan verificar que cada uno de los datos que estamos respondiendo es real”, detalló De Freitas.

El impacto de esta alta opacidad presupuestaria aumenta los riesgos de corrupción, ya que “al no haber ninguna investigación autónoma, independiente de lo que está pasando y lo que se está haciendo con los recursos que son de todos, no hay ninguna posibilidad de sanción si hubiera incumplimiento. Tampoco hay posibilidad de hacer críticas o proponer algunos cambios en las prioridades que define el gobierno en la distribución de gastos”.

“Se cumple el parámetro clásico que permite aumentar los riesgos de corrupción, no hay información, no hay rendición de cuentas, no hay sanción porque desconocemos si hay alguna irregularidad y la impunidad garantiza que ese régimen de opacidad y de posibles riesgos de corrupción se mantenga”, reiteró.

La coordinadora regional, Christi Rangel, destacó también que “los presupuestos abiertos ofrecen un camino para que los países prosperen económica y socialmente. Contribuyen a restablecer la confianza de los ciudadanos en el gobierno y a mejorar esas relaciones que han sido desgastadas por escándalos de gastos indebidos y hechos de corrupción. La encuesta de presupuesto abierto es utilizada por organizaciones financistas, donantes, calificaciones de créditos e inversionistas. Por lo tanto, para Venezuela es urgente rescatar la transparencia, la participación y los contrapesos, para atraer recursos y que estos sean usados con justicia y equidad”.

Recomendaciones

Transparencia Venezuela publicó en su página web el informe completo con los resultados de la encuesta, así como las recomendaciones que se hace a las instituciones públicas, así como a los venezolanos para velar por que cada una de esas cosas irregulares por el gobierno se cumpla.

“Esas recomendaciones harían que tuviéramos garantía de que cada uno de los bolívares que se inviertan en salud estén allí, que se inviertan en la persona que lo necesita, que no estemos pagando por mercancía de mala calidad, que no estamos pagando sobreprecios, que se contrata la mejor calidad al mejor precio y que pudiéramos tener alguna garantía de que nuestros hospitales no tengan reformas eternas que se pagan varias veces y que después no tengan los mínimos insumos para atender a los venezolanos cuando lo necesitamos”, puntualizó.

La principal recomendación al gobierno es la “publicación de la declaración previa al presupuesto, el presupuesto aprobado y el cierre del ejercicio, informar en línea de manera oportuna, y producir y publicar la propuesta de presupuesto del Ejecutivo, el presupuesto ciudadano, informes anuales, revisión de mitad de año e informe de auditoría en línea, de una manera oportuna”.

La OBS plantea también “implementar un mecanismo piloto para involucrar al público durante la formulación del presupuesto y para supervisar su ejecución. Además de facilitar la participación de las comunidades, directamente o a través de las organizaciones de la sociedad civil que los representan”.

En cuanto al Poder Legislativo y la Contraloría, recomiendan adelantar las acciones para mejorar la participación pública en el proceso presupuestario, y que la sociedad civil pueda testificar durante sus audiencias y las del informe de auditoría.

La Encuesta de Presupuesto Abierto se hizo por primera vez en 2006 por el International Budget Partnership (IBP) “con el objetivo de asegurar que todas las personas, especialmente de las comunidades más desatendidas, tengan la oportunidad de comprender e influir en la forma en que los fondos se recaudan y gastan. Por lo general, los datos son recopilados cada dos años por expertos de la sociedad civil en presupuestos, independientes, que no están comprometidos con ningún Gobierno nacional”.