Justo cuando se celebraba en todo el mundo un año más de la fundación de la Cruz Roja, el gobierno de Daniel Ortega canceló las operaciones del organismo humanitario internacional en Nicaragua.
La acción se llevó a cabo este miércoles a través de una sesión “exprés” del Parlamento nicaragüense.
Según los alegatos de Rosario Murillo, esposa de Ortega y vicepresidenta del país, la Cruz Roja habría violado, supuestamente, “sus principios” de imparcialidad, neutralidad y humanidad en las actividades de asistencia y socorro en el país centroamericano.
“A través de algunas filiales, la Cruz Roja Nicaragüense, en determinadas circunstancias y momentos incumplió con su razón de ser y actuó en contra de los principios de imparcialidad, humanidad y neutralidad que caracterizan a esta asociación humanitaria y particularmente se dieron estos incidentes violatorios de su naturaleza alrededor de los acontecimientos de 2018”, expresó Murillo en una declaración de prensa.
La decisión legislativa implica que se deroga el decreto legislativo número 357 que data de 1958 y de ahora en adelante la Cruz Roja en Nicaragua se convertirá en una entidad descentralizada adscrita al Ministerio de Salud (Minsa) “y continúe de esta manera cumpliendo con el marco jurídico internacional fundamentado en los convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales”.
Para Murillo con este decreto “la Cruz Roja Nicaragüense adquiere personalidad jurídica, patrimonio propio, con duración indefinida, garantizando la estabilidad laboral y las operaciones de la Institución con plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones”.
El antecedente
Por lo pronto no se conoce cómo reaccionará la directiva internacional de la Cruz Roja ante esta nueva situación que neutraliza su autonomía para seguir operando en Nicaragua.
Vale recordar que en marzo de 2022 Ortega expulsó del país al entonces delegado residente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Thomas Ess. En esa oportunidad, el organismo expresó que “el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirma que recibió una carta en la que el Gobierno de Nicaragua notifica que decidió retirar el beneplácito a nuestro jefe de misión de Nicaragua. No conocemos las razones de esta decisión que nos tomó por sorpresa. Pese a esta situación, el CICR ratifica su compromiso de continuar su labor humanitaria en Nicaragua, apegada a sus principios de neutralidad, imparcialidad e independencia”.