Según la edición más reciente del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, a medida que el mundo se acerca al punto medio de lo que se esperaba que fuera una década transformadora para el desarrollo, la economía mundial está próxima a batir un lamentable récord a fines de 2024: los cinco años con el menor crecimiento del producto interno bruto de las últimas tres décadas.
De acuerdo con la entidad, el crecimiento mundial se desacelerará por tercer año consecutivo, y pasará de 2,6% registrado el año pasado a 2,4% en 2024.
“Esto es, casi tres cuartos de punto porcentual por debajo del promedio de la década de 2010. Según las proyecciones, las economías en desarrollo crecerán solo 3,9%, más de un punto porcentual por debajo del promedio registrado en la década anterior”, explicó el Banco Mundial en una nota de prensa a propósito de la publicación del informe.
Señaló que tras un desempeño “decepcionante” el año pasado, los países de ingreso bajo crecerán 5,5%, “menos de lo esperado”.
Estimó que para finales de año la población de aproximadamente uno de cada cuatro países en desarrollo y alrededor de 40% de los países de ingreso bajo seguirá siendo más pobre de lo que era antes de la pandemia de COVID-19. En las economías avanzadas, por su parte, se prevé que en 2024 el crecimiento se desacelerará y pasará del 1,5 % registrado en 2023 al 1,2%.
“Sin una corrección importante del rumbo, la década de 2020 pasará a la historia como una década de oportunidades desperdiciadas”, declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
“El crecimiento a corto plazo seguirá siendo débil y llevará a que muchos países en desarrollo, sobre todo los más pobres, caigan en una trampa: con niveles paralizantes de deuda y un acceso precario a los alimentos para casi una de cada tres personas”, dijo.
El vocero, citado en el boletín, afirmó que lo anterior obstaculizará los avances en muchas prioridades mundiales. Todavía existen oportunidades para cambiar el rumbo.
El BM apuntó que “conforme a un posible criterio”, la economía mundial está en mejor situación que hace un año: el riesgo de una recesión mundial ha disminuido, en gran parte debido a la fortaleza de la economía de Estados Unidos.
Pese a lo anterior, aclaró que las crecientes tensiones geopolíticas podrían crear nuevos peligros a corto plazo para la economía mundial.
“Las perspectivas a mediano plazo de muchas economías en desarrollo se han ensombrecido en medio de la desaceleración del crecimiento en la mayoría de las principales economías, la lentitud del comercio mundial y las condiciones financieras más restrictivas de las últimas décadas”.
Vaticinó que en este 2024 el crecimiento del comercio mundial sea solo la mitad del promedio registrado en la década anterior a la pandemia. Asimismo es probable que los costos de endeudamiento para las economías en desarrollo -sobre todo las que tienen malas calificaciones crediticias- sigan siendo elevados, puesto que las tasas de interés mundiales se estancaron en niveles máximos de cuatro décadas en términos ajustados por inflación.