El primer adjetivo que me viene a la cabeza cuando aparece Luis Ratti en el cotarro es despreciable, cuya sinonimia -infame, innoble ruin, miserable y abyecto, entre otros- le da una mayor precisión a lo que siento cuando lo veo desplegar el amplio registro de su maldad. Hasta el más cándido de nuestros compatriotas sabe que cuando Ratti incoa algún trámite está cumpliendo órdenes. De esas que activan el engranaje del servil poder judicial, y de aquello que el zurdaje calificó como poder moral, que incluye a la contraloría, jefeada por el amoroso individuo que ahora “reptorea” en el CNE.
De dónde sacaron a este tipo es la pregunta que me hago, cuando se presenta para perpetrar acciones tan protervas como nefandas e ignominiosas. De las que, de acuerdo con su expresión, parece sentirse muy orgulloso. Como si le estuviera haciendo un inconmensurable e invaluable favor a la humanidad toda.
Este poso de maldad y sevicia -con 44 años de maceración en un cuerpo lleno de veneno- se define a sí mismo como predicador evangélico, conferencista y candidato presidencial. Qué predicará este misionero, porque sí lo hace con el ejemplo, la pravedad es lo único evidente. Seguro es un buen modelo para trenes y pranes, una grey nada despreciable que tiene cómo recompensar los aprendizajes que recibe de sus grandes maestros.
Como conferencista cuáles temas tratará para orientar a sus seguidores, que seguro pagarán lo que sea para escucharlo con devoción. Acaso les enseñará a diligenciar ante el tribunal de suprema injusticia todo tipo de inhabilitaciones o buscará que le aclaren si alguien puede ser o no candidato. También puede mostrar cómo se piden detenciones inmediatas o cómo usar a Renny Ottolina para beneficiarse de su imagen. Hoy, que están de moda los emprendimientos, puede orientar a su feligresía en torno al rentable negocio de ser productor musical, mediante una empresa de papelería y artículos escolares y de oficina.
Este sujeto es un mago con Sobrenatural VSC CA, que le permite moverse como pez en el agua y obtener pingues ganancias en un país destruido, con una pobreza que supera el 90%. Le ha ido muy bien, pues se da el lujo de contratar a Ilan Chester para que monte su espectáculo en ciudades como Puerto La Cruz y Puerto Ordaz. La primera, una burbuja para una fracción de sus habitantes, y la segunda con una economía hundida, que sobrevive en medio de una ruinosa era post industrial. A pesar de la disputa legal con el cantante, Ratti salió en góndola.
Este predicador, conferencista y empresario tuvo una breve pasantía por el MAS entre 1996-1999, partido que le permitió conocer las nociones básicas del caradurismo, la felonía y la prodición. Tuvo buenos maestros. Más adelante colaboró con Tarek El Aissami cuando este fue gobernador del estado Aragua (2012-2016). No hay registro de sí acompañó a TEA por su fructífero recorrido burocrático, que lo llevó desde la vicepresidencia al minpopo del interior, hasta que este criminólogo llegó al “llenadero” de Pdvsa, culmen de su fulgurante carrera revolucionaria.
En paralelo con sus responsabilidades en su estado natal, Ratti fue presidente del Frente Nacional Bolivariano H.CH (2013-2016, un movimiento social que apoyó a Nicolás Maduro en su carrera hacia la presidencia. En 2015 fue candidato a diputado por Trujillo, en 2020 el Movimiento Ecológico lo llevó en sus listas y quiso ser gobernador de Aragua, pero llegó en penúltimo lugar. Acumuló tres rotundos fracasos, que dieron al traste con sus aspiraciones legislativas y ejecutivas. Otro dato de interés de tan versátil individuo es que fue candidato presidencial en 2018, pero declinó en favor de Henry Falcón. Creo que ni los más cercanos tuvieron información del caudal de votos que Ratti arrimó a la cantada derrota del exmilitar.
En la tercera década de este siglo XXI irrumpió el empresario que estaba agazapado en el predicador, y eclosionó la oruga de la que emergió el más peligroso y descarado vengador, al servicio de pravos, inicuos y malvados aterrajados en el poder. El papel que la dictadura le ha asignado es el de acusante, denunciante, delatante, y patriota cooperante, un eufemismo zurdópata para quienes se prestan para tan abominables tareas. Por cierto, Ratti forma parte de la Mesa de Diálogo Nacional a solicitud del régimen, “por ser vocero de un vasto sector de la oposición”.
Agridulces
No debemos permitir que las inhabilitaciones impidan el ejercicio democrático de las primarias. Es un resquicio de libertad que no admite negociaciones tras bastidores, claudicaciones, ni posiciones ambiguas y/o blandengues. Los inhábiles e incapaces destruyeron Venezuela y siguen en el poder.
