sábado, 4 mayo 2024
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Germary Rivas: El amor y el respeto por la naturaleza es una manera de hacer país

La comunicadora y emprendedora ha desarrollado en Ciudad Guayana un proyecto de kokedamas, una técnica japonesa para la siembra de plantas mediante una maceta elaborada con productos como la fibra de coco.

Las plantas además de participar en la purificación del ambiente a través de la liberación de oxígeno, también contribuyen en la regulación de la temperatura y el clima de las zonas que las rodean. Recientemente, con la quema de grandes porciones de bosques y vegetación en la región, se empiezan a sentir efectos negativos como aumento de la temperatura y una menor calidad del aire.

En este sentido, los emprendimientos dedicados a las plantas decorativas para el hogar y el trabajo pueden representar una alternativa económica, sustentable y atractiva para acercar la naturaleza a las actividades diarias.

Germary Rivas, comunicadora social de profesión, comparte su experiencia en el arte de los kokedamas. Esta emprendedora busca entregarle a la ciudad una forma de decorar y hacer más sostenibles los hogares a través del cuidado de pequeñas plantas. Rivas considera que el  amor y el respeto por la naturaleza es una manera de hacer país.

Los kokedamas son una técnica artesanal japonesa de cultivo de plantas muy popular, con más de 500 años de antigüedad, pariente del bonsái que significa en español “bola de musgo” que intenta recrear un hábitat natural mediante una maceta viva.

Rivas explica que la principal diferencia consiste en que los kokedamas parten de una esfera compuesta usualmente por musgo, turba, akadama y arena de río, en la cual crece una planta. 

– ¿Cómo surge la idea de iniciar este emprendimiento?

– Maticas Shop nació en pandemia. Ante la incertidumbre y escasez, reflexioné acerca de la importancia de las plantas y su necesario rol como fuente de alimentos. Comencé a leer sobre el tema y me motivé a iniciar un pequeño huerto en mi apartamento. Sembré semillas de tomate, ají dulce, y tuve varias plantas aromáticas. Al ver las semillas germinar y las maticas crecer, me conecté con la esperanza. Me generaba mucha ilusión observar día a día cambios en ellas. Comencé a pensar en las plantas además como algo artístico. Allí conecté con las kokedamas e hice las primeras, desde entonces han transcurrido 4 años. Gracias a Dios. Seguimos avanzando. 

– ¿Cómo es el mercado aquí en Ciudad Guayana para este tipo de productos?

– Considero que bastante amplio. Las kokedamas son una técnica que maravilla desde personas mayores hasta a niños en edad escolar. En mi emprendimiento ofrezco además talleres para elaborar kokedamas que están dirigidos a  personas de todas las edades. También dicto estos talleres a nivel corporativo.

– ¿Cuál es la relación entre una cosa y otra?

– Pues fíjate que uno de los objetivos de los departamentos de Recursos Humanos es velar por un buen clima organizacional, ya que este va directamente conectado con la productividad y desempeño laboral en una empresa. Trabajadores felices, comprometidos es sinónimo de objetivos y metas cumplidos.

Además hay estudios que aseguran que tener una planta en el área de trabajo puede hacerte 30% más productivo y si esa planta puede ser arte botánico que relaja, une a tus equipos de trabajo mientras juntos preparan con sus manos las kokedamas que sumarán vida a su entorno laboral, definitivamente es mucho lo que puede resultar.

El aprender la técnica también puede aliviar a personas con exceso de estrés o que están sufriendo cuadros depresivos. Las plantas te conectan con la vida y la esperanza y eso se traduce en felicidad. Es un concepto que desde este punto de vista tiene bastante alcance. 

– ¿Cómo es el proceso de cultivo y cuidado de estas pequeñas plantas?

– Una kokedama puede elaborarse con plantas pequeñas o grandes. En Venezuela está prohibido el uso del musgo. Por eso se utiliza la fibra de coco. Se trata de una maceta artesanal y orgánica. Aunque la fibra resulta del coco seco deshilachado, viene de una planta. Dentro de la esfera o bola se crean con el cuidado adecuado, condiciones ideales para el desarrollo de la planta y esta pueda crecer y desarrollarse adecuadamente durante varios años. 

Dependiendo del tipo de plantas se hace una mezcla con determinado sustrato, se le da forma de esfera, se siembra la planta con cuidado y se cubre el sustrato con la fibra de coco. Se une con hilo resistente al agua. 

El cuidado es sencillo, la planta te avisa cuando debes regarla. Parece magia, pero no, cuando se seca el sustrato la kokedama se torna liviana y hay que hidratarla. El riego es por inmersión. Es importante escurrir bien el exceso de agua.

Este arte natural realza por el hecho de que la maceta de la plantita está viva y forma parte del pequeño ecosistema de la planta.

– ¿Aquí en Guayana existen materiales y condiciones para hacer arreglos de forma doméstica?

– Sí, por supuesto, este emprendimiento es ideal para desarrollarlo desde el hogar, como lo hice yo siendo ama de casa. El coco es fácil de conseguir y cualquier persona tiene acceso a este sin procesar. La fibra lista la vendemos nosotros. Hay estados de Venezuela en los que no se consigue procesada. Aquí tenemos la ventaja de que sí hay. 

– ¿Cuáles han sido las limitaciones, las ventajas y desventajas de este emprendimiento?

– Algunas limitaciones pueden ser que en ocasiones puede ser un poco difícil ubicar el sustrato adecuado. Las kokedamas no usan tierra convencional, requieren componentes ricos en nutrientes para que la planta esté sana y perdure.

Las ventajas son que es una manera maravillosa para educar y promover el amor por la naturaleza. Al mismo tiempo destacar la importancia de la conciencia ecologista con el uso de elementos de la naturaleza. 

Entre las desventajas estaría el no tener un centro de reproducción de plantas propio. Esto puede encarecer un poco la estructura de costos. 

– ¿Las plantitas se ven afectadas por el constante aumento de temperatura en la ciudad?

– ¡Mucho!, como seres vivos todos somos víctimas de las altas temperaturas producto de la intensidad del sol y el calentamiento global. Es prudente cambiar las plantas de lugar si sus hojas comienzan a variar de color o a quemarse en las puntas. Regar en la mañana, tempranito, si tienes plantas ornamentales, e incrementar un poco la frecuencia de riego en cactus y suculentas también. 

– ¿Qué plantas recomendaría cultivar o comprar para estos días de calor?

– En el hogar recomiendo tener las sansevierias, mejor conocidas como lengua de suegra, el jade, el potos, palo de Brasil o de la felicidad. Los árboles son aliados para combatir el calor.

Aprovecho para hacer un llamado de conciencia y evitar la tala, por el contrario, sembremos árboles.

– Un mensaje respecto al cultivo y cuidado de las plantas y la flora, no solo de las kokedamas, sino también de la ciudad.

– ¡Por supuesto! Sembremos esa semilla de amor por el mundo verde en nuestros hijos, en las escuelas enseñémoslos a sembrar, a cuidar de una planta por largo tiempo, no solo para una clase, motivémoslos a ser responsables de ellas. Protejamos los árboles y en general la capa verde del planeta para contribuir con la preservación de la vida.

Creo que deberían existir departamentos con expertos que se encarguen de preservar y evaluar los árboles de cada ciudad. Protegerlos, determinar sus condiciones y evitar posibles incidentes o caídas que pongan en riesgo a la ciudadanía. También que se dediquen a censar y cuidar árboles históricos, que se lean libros debajo de estos o se cuente su historia. Seamos promotores de la botánica. En Guayana debería existir un jardín botánico hermoso. Ojalá.

Como dato curioso, según la tradición japonesa, un kokedama representa un símbolo de fuerza y unión. Esto lo convierte un regalo muy valioso. Cuando alguien recibe un lokedama, quiere decir que la persona que lo obsequió quiere lo mejor para esa persona y para su familia.