La Carioca o Mercado de la Sapoara, lugar turístico que hace 20 años fue un centro de esparcimiento e intercambio comercial importante a orillas del Orinoco, está hoy entre las ruinas.
Tenemos más de 15 años que la Alcaldía no nos apoya, nosotros tenemos
que buscar la forma, yo me vine para acá a luchar, ya yo tengo 20 años aquí,
¿a dónde más me voy a ir? Tratemos de recuperar esto”
Sora Páez
De los 13 restaurantes que promovían la gastronomía orinoquense, quedan apenas tres en pie. La falta de alumbrado público, la acumulación de desperdicios por las deficiencias de aseo urbano y la ausencia de agua por tuberías, fue alejando cada vez más a los turistas y a los comerciantes que ahí hacían vida.
Los comerciantes que mantienen sus puertas abiertas solicitan a la Alcaldía de Angostura del Orinoco invertir para recuperar el lugar, tanto en infraestructura como en la restitución de servicios públicos como agua, aseo urbano, alumbrado y desmalezamiento constante.
Más de cuatro años sin agua
“Tenemos más de cuatro años sin agua y estamos a oscuras. Nosotros vamos comprando poco a poco bombillos y los vamos poniendo”, manifestó Sora Páez, dueña del Restaurante Nazareno de Páez, con 20 años de trayectoria en Ciudad Bolívar.
“La gente bota la basura en la costa del río o donde mejor le parezca… el público se fue alejando, ya no había venta, ni avance, entonces muchos comerciantes se fueron buscando la productividad”, agregó.
Páez señala con tristeza que, aunque es temporada de la Feria de la Sapoara por la crecida del río y la mayor presencia de peces, los establecimientos de comida de La Carioca están vacíos. Ese es el resultado de más de 15 años sin mantenimiento en el lugar.
En su restaurante, Páez sirve la tradicional comida orinoquense: parrilla de lau lau, sapoara, bocachico y demás platillos que forman parte del acervo cultural de Ciudad Bolívar.
En sus años dorados, la mujer relata que en La Carioca atendían hasta 100 comensales en un almuerzo, acudían extranjeros de distintas nacionalidades y compañías de teatro y audiovisuales que llegaban a grabar a orillas del río padre. Ahora llegan entre uno y tres clientes diarios, en los días buenos.
El mercado también tenía 14 puestos de venta de verduras y frutas, 12 puestos de venta de artesanías y al menos 12 puestos de venta de pescado.
Acervo cultural en peligro
Para reactivar un poco el mercado, los comerciantes se pusieron de acuerdo con los pescadores para costear parte del alumbrado público. Sin embargo, la sociedad civil no puede asumir por completo responsabilidades que competen a entes gubernamentales como la Alcaldía de Angostura del Orinoco.
“Hay una gran desidia, pero no podemos dejar perder esto. Es nuestra cultura, desde acá se puede ver el hermoso río que tenemos nosotros, no valoramos lo que tenemos”, dijo Páez.
Por falta de mantenimiento y abandono, muchos establecimientos que también pertenecen a La Carioca fueron desvalijados, como las estructuras donde antes los buhoneros vendían ropa y artesanías.
“Tenemos más de 15 años que la Alcaldía no nos apoya, nosotros tenemos que buscar la forma, yo me vine para acá a luchar, ya yo tengo 20 años aquí, ¿a dónde más me voy a ir? Tratemos de recuperar esto”, concluyó.
