La ausencia de políticas públicas sobre la recolección de desechos sólidos en Venezuela es evidente. La basura y el mal olor se apoderan de las comunidades y vías principales. La crisis del aseo urbano imposibilita la recolección de desechos, en detrimento de las familias venezolanas que quedan en medio de la inmundicia y expuestas a enfermedades y plagas.
TalCual junto a El Impulso, La Verdad, Correo del Caroní, La Mañana de Falcón, Yaracuy al Día, El Tiempo y La Nación se unieron para ofrecer un balance de la situación del aseo urbano en Venezuela.
De acuerdo con una investigación realizada por la organización Aula Abierta: “Emergencia de la energía eléctrica, agua y saneamiento y gestión de residuos sólidos en Venezuela” (2019-abril 2020), arrojó que el problema de la recolección de desechos sólidos se presenta de forma similar en las distintas zonas del país, distribuidas entre las regiones Occidente, Centro, Andes y Oriente, por cuánto el 41.2% de los encuestados señaló que en su sector no pasa el camión recolector de residuos sólidos”.
Son muchos los motivos que han agravado la crisis. No obstante, en cuarentena la situación parece empeorar, por cuanto la escasez de gasolina y la falta de repuestos, mantiene inoperativas las máquinas compactadoras.
En Zulia, un problema y una “solución”
La acumulación de desechos sigue siendo un problema y una solución para los zulianos.
Mientras la basura se acumula en cada calle y en cada esquina, más rápido de la capacidad que tienen las autoridades para recogerla, los desamparados ven en esos montones malolientes una alternativa para resolver el pan de cada día.
En un estado con casi cuatro millones de habitantes, la producción de desechos se convierte en un aproximado de cuatro toneladas diarias que, en muchas zonas, se esparcen sin control por calles y avenidas.
Otro problema que llega con la acumulación de desechos es la incineración de los montones de plástico, cartón, restos de comida y escombros amontonados en diferentes zonas de la ciudad.
El humo que se desprende de la quema de basura es altamente tóxico y afecta directamente a las personas asmáticas o con enfermedades respiratorias y los hace más vulnerables al contagio del COVID-19.
En Maracaibo, el centro más poblado del Zulia con casi dos millones de habitantes, el gobierno local asegura haber implementado diversos mecanismos para la recolección de desechos, lo que incluye compra de camiones, motos recolectoras y otras herramientas y maquinarias.
Sin embargo, la basura continúa acumulándose día a día, retando las medidas de salubridad e higiene contra el COVID-19, pero a la vez ofreciendo una posibilidad de sobrevida para quienes deambulan por las calles en busca de alimento.
Un lujo para los comerciantes de Lara
En Barquisimeto, el servicio de aseo urbano es un lujo que se paga en dólares. Las tarifas oscilan entre 150 y 1.500 dólares americanos, según información aportada por Fedecámaras Lara.
El alto costo del servicio es una amenaza para empresarios y emprendedores, toda vez que la suma supera en mucho sus ganancias.
Es importante destacar que, en municipios como Palavecino y Torres, las fallas en la recolección de desechos son constantes. Lo que hasta hace unos años eran calles limpias, de bellos paisajes, hoy son el reflejo del descuidado y la indolencia.
En Bolívar hay oro, pero no pasa el aseo
Venezuela posee la cuarta mina de oro más grande del mundo y está en el estado Bolívar. Sin embargo, solo 39.9% de los habitantes cuenta con el servicio de aseo urbano. Supraguayana es la empresa recolectora de desechos y trabaja al 60% de su capacidad debido a la escasez de combustible.
Esta misma empresa abarca diariamente 400 toneladas de basura de las 700 toneladas de desperdicio que genera la ciudad.
El resto de los desechos queda en las calles, a merced de los indigentes quienes hurgan en las bolsas buscando un poco de pan.
La Gran Caracas: un basurero a cielo abierto
Las fallas en la recolección de desechos también se sienten en la ciudad capital. Según el Observatorio de Servicios Públicos, en febrero de este año, el 73% de la superficie de Caracas estaba cubierta de basura.
En el municipio Libertador y Sucre se reportaron serios retrasos, e incluso los habitantes de la zona aseguraron que esperaron más de un mes el paso de un camión. Además, las comunidades reportan alto costo en la facturación, a pesar del pésimo servicio que reciben.
Sin unidades de transporte en Yaracuy
La flota de compactadoras está en estado crítico en las alcaldías del estado Yaracuy, realidad que afecta la recolección de basura.
Rodeados de malos olores a causa de los desechos y sin agua para asearse correctamente, los yaracuyanos quedan en una situación de insalubridad.
Lo mismo ocurre en San Cristóbal donde unas 500 toneladas de desechos se quedan represadas en el área metropolitana. Incluso, en enero de este año, se produjo el cierre extendido del vertedero debido a incendios y contaminación.
Enfermedades respiratorias
En Coro el servicio de aseo urbano es intermitente y en la Costa Oriental es prácticamente inexistente. La falta de repuestos mantiene inoperativas las unidades compactadoras, así como la escasez de combustible.
En el Oriente del país la realidad no es diferente. De acuerdo con el reporte de los usuarios, las afecciones respiratorias son constantes en las comunidades debido a la quema de basura.
La gestión del aseo urbano tiene implicaciones fundamentales en la salud pública, toda vez que la basura es portadora y propagadora de enfermedades, especialmente en los niños y ancianos quienes desarrollan asma, bronquitis, cardiopatías, amebiasis, entre otras patologías.