Niegan de plano que las sociedades occidentales modernas sean menos violentas, racistas y sexistas. Pero no dudan en defender el brutal terrorismo de Hamas, desde la seguridad de los campus universitarios norteamericanos y europeos, financiados por regímenes como el qatarí.
Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha insistido en la importancia de abrir la Iglesia y en particular a los fieles Lgtb+, pero sus esfuerzos han encontrado una fuerte resistencia.