Encontrar la voz de la nación no es únicamente leer a sus autores, sino hacerlo en una comunidad de amigos. En el silencio más íntimo se abren los ojos y se dan gracias. Agradecer es reconocer cuáles son los valores humanos que nos han hecho felices en el pasado y que en este instante nos están ayudando a construir camino.
López Obrador usa la mentira para colocarse por encima de toda la sociedad a fin de blindar sus decisiones frente al escrutinio público y eludir la rendición de cuentas.
Ningún reo en la historia ha gozado de tantas garantías como CFK, la que escupió, ignoró, despreció y “puteó” (dado el estilo de Cristina, las sutilezas no caben) a jueces y fiscales; a todo el Poder Judicial.
En los 1.005 días que lleva de gobierno, el mandatario encabezó 684 conferencias de prensa, con una duración en promedio de 108 minutos. | Foto cortesía
López Obrador, un bravucón comunista, abrió las puertas de par en par al narcotráfico, a la narcoguerrilla y a la subversión mundial como han hecho las tiranías de su mismo signo.
Los neoprogres, para abreviar, en los 3 días que se reunieron en Puebla no se acordaron que los gobiernos neoliberales a que se refieren fueron democráticamente electos ni tuvieron tiempo para el tema Venezuela ni la corrupción ni el deterioro del estado de derecho en ese país.
Habría sí que hurgar en esta historia más reciente y vigente sobre cuál ha sido el accionar de España en los últimos 50 años; con sus luces y sombras, pero bajando un poco los decibeles.
O la memoria del Grupo es corta o su fragilidad de principios es tanta que se revela incapaz de fijarle un norte a nuestras sociedades, un punto mínimo de discernimiento que las ayude a separar la paja del heno -no hablemos de distinguir las democracias de las dictaduras- o cuando menos a distinguir entre la decencia y la indecencia.