La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, una población que es cada vez más propensa a abusos y violaciones de sus derechos. Aunque la discriminación de los adultos mayores es un problema en muchas sociedades, en Venezuela se ve agravado por las pocas condiciones para una vida digna y la falta de garantías del Estado hacia esta población.
En 2020, el año de inicio de la pandemia por COVID-19 -un virus que representa un gran riesgo de mortalidad en la vejez-, en el país solo el 2% de los adultos mayores podían acceder a las medicinas que necesitaran, de acuerdo con el informe Monitoreo del acceso a la salud y a la seguridad social en Venezuela realizado por la organización defensora de Derechos Humanos Convite A.C.
A pesar de ser un derecho de vital importancia, la ONG denunció que, con el pasar del tiempo, aumentan las brechas en el acceso a la salud de la vejez en Venezuela.
Las personas mayores han tenido que enfrentarse a la pandemia de coronavirus totalmente desprotegidos por el Estado y sus instituciones. Además de un plan de vacunación opaco y discriminatorio que aún no explica cómo los adultos mayores que no cuenten con un teléfono celular o conexión de Internet para registrarse en plataformas del Ministerio de Salud pueden acceder a la vacunación
La inseguridad alimentaria a la que son sometidas las personas de la tercera edad también complica su panorama, la mayoría a merced del irregular suministro de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que no garantiza calidad nutricional, denuncia la organización.
Según Convite 9 de cada 10 adultos mayores no pueden comer proteína animal, y si lo hacen, es una sola vez al mes. La mayoría manifestó que se han visto en la necesidad de reducir las porciones de comida; 43,6% de los encuestados puede comer solo dos veces al día.
El estudio indica que el 80% de los adultos mayores consultados deben trabajar para costear sus alimentos y medicinas, y, aun así, 94% de ese grupo aseguró que lo que ganan con el sueldo y la pensión es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.

Sin garantías de vida
La organización no gubernamental Convite registró 372 muertes violentas de adultos mayores en 2020. En el Informe de Victimización: Vejez en riesgo, señalan que estas muertes, exceptuando algunas por causas accidentales y otras causas externas, tienen directa o indirectamente relación con las acciones u omisiones del Estado venezolano para garantizar protección a los adultos mayores.
La investigación, realizada entre enero y diciembre de 2020, detalló que, de estas 372 personas, 178 adultos mayores murieron por causas imputables a la delincuencia; 69 por descuido, negligencia o impericia (violencia agravada, arrollamientos o accidentes provocados); 46 muertes tuvieron responsabilidad directa del Estado (inanición, tortura o tratos crueles, o falta de atención) y 79 muertes fueron por suicidios u otro tipo de accidentes.
La mayoría de los adultos mayores que perdieron la vida en estas circunstancias tenían entre 60 y 80 años de edad, 275 eran hombres y 97 mujeres. Los estados con las cifras más altas de fallecimientos violentos se encuentran el Área Metropolitana de Caracas (36), Lara (35), Anzoátegui (33) y Zulia (30).
“La gran mayoría de estos homicidios permanecen impunes. De esta forma, se profundiza la situación de violencia y se viola el derecho a la justicia para las familias de las víctimas”, aseveró Convite.
Pensiones consumidas por la inflación

Los jubilados y pensionados en Venezuela viven una situación preocupante, cobrando un monto simbólico en medio de una hiperinflación que pulverizó las pensiones y los sistemas de jubilación.
En el estado Bolívar, los jubilados y pensionados de las empresas básicas cobran menos de cinco dólares al mes, no cuentan con atención médica de calidad y beneficios como la bolsa de alimentos llega lejos del tiempo correspondiente, lo que los mantiene totalmente desamparados y sin capacidades de tener una vejez digna.
Hugo Medina, presidente de la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados del estado Bolívar, estima que el 90% de los jubilados en Bolívar son enfermos ocupacionales por haber trabajado en empresas de alto riesgo, por lo que resalta la importancia del servicio de seguro médico y medicamentos en los contratos colectivos.
Un mundo mayor
Las Naciones Unidas estiman que entre 2019 y 2030 el número de personas de 60 años o más aumentará en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial. Destacan que este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo, por lo que se requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
“El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y servicios (viviendas, transportes, protección social…), así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales”, explica la organización.