La organización criminal transnacional que canibaliza a la nación y al territorio de Venezuela, transformándole en una inmensa cárcel, de suyo mediatiza a la razón pura y la práctica. La relectura del comunicado de la CEV, de acuerdo con la “tradición”, se impone.
Las ideologías no han muerto como se predicaba. Sin embargo, a las más radicales y probadamente deshumanizadas se las usa como mitos movilizadores e instrumentales, con desembozado criterio utilitario y para el control brutal del poder.
Maritain tuvo el privilegio de trabajar en una síntesis de civilizaciones que provee a la convivencia pacífica y permite superar el régimen de la mentira que hace ebullición y llega a su término con la Segunda Gran Guerra del siglo XX.
O la memoria del Grupo es corta o su fragilidad de principios es tanta que se revela incapaz de fijarle un norte a nuestras sociedades, un punto mínimo de discernimiento que las ayude a separar la paja del heno -no hablemos de distinguir las democracias de las dictaduras- o cuando menos a distinguir entre la decencia y la indecencia.