A lo largo del libro el autor documenta, con rigorismo histórico, episodios relevantes de nuestro pasado, pero además incorpora observaciones certeras sobre asuntos contemporáneos como lo son la inteligencia artificial y la membresía de la mal llamada revolución bolivariana en las bandas internacionales del crimen organizado.
Monsalve explicó que los cuerpos policiales de ambos países establecerán mecanismos para el intercambio de información relacionada con investigaciones, a fin de actuar contra estructuras criminales.
Los periodistas Marcela Turati y Bram Ebus exponen cómo cubrir temas de violencia y crimen organizado en territorios hostiles desde una perspectiva de derechos humanos y visión sociopolítica. Además comparten estrategias de seguridad física y emocional.
Con estas cifras de RSF, México se mantiene a la cabeza, por cuarto año consecutivo, de la lista de países más peligrosos para los periodistas, por delante incluso de naciones en guerra como Ucrania (8 casos) o Yemen (3 casos).
El asesinato se produjo en Barú, isla que está a unos 40 minutos en lancha desde la turística ciudad de Cartagena de Indias, donde Pecci, de 45 años, estaba de luna de miel con su esposa.
De acuerdo con información de la DCDO, antigua FAES, los funcionarios apresados fueron denunciados previamente por exigir “una cantidad de dinero, en moneda extranjera, para poder liberar un vehículo retenido”.
Cerca de siete millones de migrantes son la mejor prueba del desastre nacional. Se trata de pobres y de ricos, de profesionales del primer nivel en todas las áreas, también de empleados y obreros, de desempleados y personas humanas empobrecidas en grado superlativo.
En enero ha habido tres balaceras con un saldo de nueve fallecidos y varios heridos. Según habitantes de la localidad, se enfrentan la banda delictiva El Sindicato de Barrancas y supuestos grupos de la guerrilla colombiana.
“Los habitantes de Barrancas del Orinoco han hecho lo que han podido para visibilizar la realidad que viven, la cual incluye la crisis humanitaria y el control y el sometimiento de la población por grupos irregulares que se conocen como criollos”, afirmó diputada María Gabriela Hernández.
Desde el pasado martes se desarrolla una guerra sin cuartel entre la banda del “Koki” y funcionarios policiales en la Cota 905 y sus adyacencias, después de que los antisociales atacaran las sedes del Cicpc de Quinta Crespo y El Paraíso. | Foto cortesía