Al menos seis masacres, más de 90 desaparecidos, más de tres mil víctimas de explotación sexual y el asesinato de al menos cuatro líderes indígenas y defensores del territorio son la herencia del megaproyecto extractivista Arco Minero del Orinoco (AMO), un modelo económico impuesto por el Gobierno nacional como un salvavidas a la caída de la industria petrolera, y que está en manos del crimen organizado en complicidad con organismos del Estado.
Estas cifras son apenas un subregistro de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que allí ocurren, y que han sido ampliamente documentadas por periodistas y organizaciones no gubernamentales en los últimos seis años.
Para seguir reportando lo que sucede en el AMO en la medida en que se disemina la minería al sur del Orinoco y la ocupación de grupos armados, es importante que los periodistas aprendan cómo abordar a las víctimas de estos sucesos y cómo funciona el crimen organizado.
¿Cómo entrevistar a las víctimas de un evento violento o traumático?
Por lo general las víctimas de violencia describen lo sucedido como un antes y un después de ese momento en el que sienten que sus vidas se quebraron.
Marcela Turati, periodista mexicana, cofundadora de Quinto Elemento Lab y experta en cobertura de las dinámicas de violencia del crimen organizado en México, señala que al momento de abordar estos casos, lo primero que debe hacer el periodista es ponerse en el lugar de la víctima.
“Debemos cuestionarnos: si fuese mi familiar, ¿le haría esta pregunta? Organizarnos y establecer cuáles son los detalles que requerimos para la historia, y cuáles no, para evitar hacer preguntas innecesarias de un tema que es doloroso”, explicó durante la quinta sesión del programa de capacitación Una mirada periodística a la Amazonía venezolana.
Lo segundo más importante a tomar en cuenta en el momento de la entrevista es evitar preguntas que revivan el evento traumático o que culpabilizan a la víctima. “Tenemos que recordar que son víctimas de un Estado fallido que no los protege”, subrayó.
Acá algunas recomendaciones:
- Identifícate siempre como periodista si vas a tomar declaraciones. A menos que el territorio sea muy peligroso y tu reportería sea exploratoria.
Un recordatorio: Por ética, no puedes utilizar declaraciones de las víctimas si estas no saben que eres periodista y que su testimonio será publicado.
- Sé honesto. Explica el propósito de la historia y cuál será el enfoque. No prometas nada que no puedas cumplir.
- Procura que las víctimas sientan que ellas tienen el control de la entrevista, que pueden parar cuando quieran, o reservarse lo que no quieran decir. En palabras de Turati: Que sientan que están en un espacio en el que su seguridad física y emocional será una prioridad para los profesionales de la comunicación.
- Haz preguntas abiertas, que le permitan responder lo que quieran. No hagas preguntas dirigidas sólo a lo que quieres saber, sino a lo que las personas quieren decir.
- Notifica que buscarás la contraparte de la historia porque es tu trabajo como periodista.
- Las víctimas están buscando resignificar o buscar una explicación de lo que les pasó. No siempre dicen la verdad, pero eso tampoco quiere decir que estén mintiendo. Pasa que para protegerse, la memoria va cambiando.
- Es normal que nos encontremos con víctimas enojadas, coléricas o frustradas, que quieren desquitarse con los periodistas. Hay que entender que son reacciones normales, ante situaciones anormales. No lo tomes personal, y no sobre reacciones a menos que el riesgo de seguridad física sea real.
- Es necesario trazar un plan de reportería y publicación que priorice la seguridad de las fuentes y del periodista. Eso pasa por evaluar cómo, cuándo y dónde publicar la historia.
Concentrarse en la persona y la evolución de la entrevista, sin perder de vista el entorno y sus riesgos
Cada cobertura periodística en terrenos hostiles requiere un plan de acción y evaluación de riesgos distintos. Turati señala que al momento de entrevistar víctimas de violencia, el periodista debe estar concentrado en la persona, en la evolución de la entrevista y, al mismo tiempo, en cómo evoluciona el entorno.
¿Alguien me está siguiendo? ¿Tengo cómo regresar seguro? ¿Cómo es el terreno? ¿Dónde están las salidas de emergencia? ¿Dónde está el hospital más cercano? ¿Cuento con alguien de confianza que monitoree la situación mientras estoy reporteando? Son preguntas que Turati invita a los periodistas a hacer al momento de trazar un plan de acción y pre reportería del territorio.
Mantener viva la indignación y la esperanza: El cómo la gente resiste y sobrevive al trauma también debe ser contado
Contar el trauma y la tragedia es importante, pero también lo es hacer seguimiento a la forma en la que las personas quieren resignificar lo que les pasó, cómo las comunidades o colectivos resisten, enfrentan la tragedia y labran su propio camino para conseguir justicia, reparación y paz interior.
Turati explica que ese enfoque además de enriquecer la narración y dar esperanza, también permite que la energía emocional de las personas no se quede en el dolor. ¿Qué sueñan las víctimas? ¿Cómo gestionan su dolor? ¿Cómo funcionan las redes y grupos de apoyo que se conforman a partir de un trauma y cómo su accionar impacta el entorno y a las familias? ¿Cuáles programas han funcionado, cuáles no y cuáles pueden ser replicables?
Ni activistas, ni amigos de las víctimas. Los periodistas son testigos de la historia que van a contar
Aunque muchas veces la situación de vulnerabilidad y precariedad que enfrentan las víctimas hace que los periodistas salgan de su rol como tal, y se involucren en acciones altruistas, Turati recomienda no olvidar que los periodistas no son amigos de las fuentes, ni activistas de ninguna causa aunque simpaticen con alguna, son testigos de una historia. “Muchas veces, la mejor forma de ayudar es precisamente escribir o hacer nuestro oficio”, subrayó.
La salud emocional del periodista también importa
El oficio periodístico implica enfrentar escenarios de trauma, violencia y dolor que, aunque no siempre el periodista es consciente de ello, afectan su salud y estabilidad emocional.
Sobre esto, Turati recomienda a los profesionales de la comunicación aprender a reconocer cuando sienten que se están agotando emocionalmente. Y a partir de ahí determinar cuáles cosas -que influyen en el estado de ánimo- dependen de la persona y cuáles no, con cuáles puede lidiar y con cuáles no.
Sostiene que es importante que los periodistas reconozcan sus miedos y encuentren espacios seguros para hablar de ello. “Es mejor tener el miedo de que algo puede pasar, a no tenerlo. Hay periodistas que clausuraron sus miedos y no evaluaron los riesgos”, puntualizó.
Algunas claves de autocuidado:
- Hablar de lo que te afecta y buscar espacios de expresión.
- Procurar tener espacios propios, de descanso. Sobre todo durante coberturas largas.
- Encontrar tu propia forma de desahogo y gestión de emociones.
- Hacer ejercicio físico o rutinas de meditación.
- Abrir espacios para hacer cosas que te den placer, como compartir en familia, pintar, dibujar, leer un libro.
- Alternar temas y reorganizarse para no cubrir solo historias duras, trágicas y traumáticas, sino también historias de esperanza, de soluciones, de cultura.
- Reencontrar el sentido. No perder de vista por qué haces lo que haces.
- Buscar atención especializada de necesitarla.
La ruta del comercio ilícito
En la segunda sesión de este módulo, Bram Ebus, periodista de investigación y criminólogo, presentó los aspectos básicos a tomar en cuenta para abordar historias relacionadas con las economías ilícitas y el crimen organizado en la Amazonía.
Para explicar esto, Ebus partió de la definición de Criminología Verde, que se centra en el estudio de los daños temporales y de describir su prevalencia temporal y geográfica, así como las causas y consecuencias de esos daños. A su vez reflexiona sobre cómo las leyes o los sistemas jurídicos, las personas y los grupos responden -o deberían responder- a esos daños [Brisman & South, 2015; White & Graham, 2015].
El criminólogo recalcó la importancia de que los periodistas analicen el marco jurídico que rige las actividades económicas vinculadas con las historias que están reporteando, así como con cuáles fines fueron diseñadas estas leyes.
Insiste en que los gobiernos diseñan leyes para lucrarse de prácticas altamente dañinas como, por ejemplo, el uso de mercurio para procesar oro en los países que conforman el escudo guayanés.
La narrativa legal arroja claves sobre ante qué tipo de sociedad se está reporteando, qué está siendo criminalizado o estigmatizado y con qué finalidad los países han desarrollado sus leyes de determinada manera.
“Vemos que pequeños campesinos que deforestan una hectárea para poder sembrar cultivos para comer y sostenerse son altamente criminalizados y combatidos por el mismo gobierno mientras que financiadores que ponen la plata sobre la mesa para tumbar 100, 200 o 300 hectáreas para empresas ‘legales’ de ganadería son intocables por la ley. Hay leyes diseñadas para proteger al criminal, y criminalizar a personas que en realidad hacen un daño menor”, puntualizó.
¿Cuáles factores sociales están detrás de las economías ilícitas practicadas en la Amazonía?
Otro aspecto importante a tomar en cuenta para emprender investigaciones relacionadas con el crimen organizado es mirar y analizar los factores sociales que están detrás de las economías ilícitas o de todo lo que es considerado ilegal, pues eso le dará al periodista una mirada más amplia del problema.
Por lo general, el crimen organizado es transnacional y transfronterizo. Entonces, además de entender cómo funcionan las redes internacionales de comercio ilícito, la complicidad internacional y demás factores, Ebus destacó que aliarse con periodistas de cada país involucrado es fundamental para adentrarse en el contexto.
“Cuando vamos a hablar de minería, tenemos que ser tan inteligentes como las redes criminales y empresas que operan en las fronteras. Si queremos entender una economía tenemos que trabajar con periodistas que están en las zonas involucradas, que entienden mejor el entorno, contextos locales, y saben cómo interactuar culturalmente con las fuentes en el territorio. Periodistas que se encuentren en cada tramo donde se supone que funciona la red trasnacional”, explicó.
En un repaso por sus últimos proyectos de investigación, Venezuela, paraíso de contrabandistas y Mercurio, una huella en la selva, Ebus expuso cómo el equipo de investigación llegó a los hallazgos, y en qué aspectos generales los periodistas deben poner atención.
En el reportaje Venezuela, paraíso de contrabandistas, por ejemplo, el equipo se enfocó en entender cómo funciona la extracción de oro en el Arco Minero del Orinoco, cuáles empresas lo componen, quiénes son los actores estatales e irregulares involucrados, los tipos de minería empleados, cómo es la demanda internacional de oro, cuáles son las prácticas multinacionales del comercio de oro y, finalmente, cómo es la ruta de tráfico desde Venezuela hasta otros países, y quién compra el oro venezolano.
El equipo entendió la dinámica en el territorio: Robar recursos o riquezas se traduce en poder político, y dado que grupos criminales y representantes del Estado comparten los mismos objetivos de lucro, la diferencia entre ambos comienza a desvanecerse.
“Hicimos trabajo de campo en las minas, en los países de tránsito, en aeropuertos en el Caribe, refinerías. Hablamos con comerciantes y traficantes porque hablar con ellos sobre por qué practican esa actividad ilícita nos permite entender mejor el fenómeno”, manifestó.
“El motor minero más grande en Venezuela es la crisis, no la demanda internacional, es la necesidad de las personas que tienen que rebuscarse, y nadie lo pasa bien, nadie se enriquece de los pequeños mineros”, agregó.
El equipo de investigación logró determinar que hay rutas de tráfico de oro desde Venezuela para Colombia, un país históricamente minero con una infraestructura suficiente para lavar el oro venezolano (sancionado internacionalmente) y prepararlo para el mercado internacional. Empresas de Bogotá y Medellín exportan el oro con papeles colombianos hasta Miami, Estados Unidos.
El oro venezolano entra desde Curazao y Aruba en maletines hasta Amsterdam, Bélgica y Suiza, según la investigación.
Lo siguiente, asegura, fue entender mejor qué hay detrás de la ruta del mercurio, material tóxico con el que se procesa el oro, cuya comercialización está prohibida en la mayoría de los países de Latinoamérica.
De ahí surgió el reportaje de investigación Mercurio, una huella en la selva. “Llegamos a Guyana, donde el comercio de mercurio es legal e intuimos que sería un puente para ingresar el mercurio a los países vecinos”, relató.
Cuatro elementos que componen el ecosistema criminal de la Amazonía:
- Mezcla entre la minería legal y el crimen organizado
- Relaciones transfronterizas entre organizaciones criminales
- Ampliación de la cartera criminal
- Tercerización de proveedores de servicios
Tres actividades económicas ilícitas y su huella ambiental:
- Minería: Deforestación, contaminación de fuentes de agua por mercurio.
- Ganadería: Deforestación.
- Monocultivos y cultivos declarados ilícitos: Contaminación por químicos y deforestación.
Algunas lecturas complementarias recomendadas por Bram Ebus:
Transnational Environmental Crime Toward an Eco-global Criminology
Routledge International Handbook of Green Criminology
Green criminology: shining a critical lens on environmental harm
Introducción a la criminología verde, conceptos para nuevos horizontes y diálogos socioambientales
Criminología verde, análisis de crímenes y daños ecológicos
From Conflict to Peacebuilding: The Role of Natural Resources and the Environment
La paz ambiental, retos y propuestas para el posacuerdo, Dejusticia
Esta relatoría forma parte del programa de capacitación: Una mirada periodística a la Amazonía venezolana, promovido por la Red de Periodistas de la Amazonía Venezolana en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello, Guayana (UCAB Guayana). En cinco módulos, el programa pretende dotar a los comunicadores sociales de las herramientas necesarias para que aborden los temas relacionados con la Amazonía con una visión clara del contexto económico, ambiental y social que implica, y con enfoque en derechos humanos y perspectiva de género. Contacto: [email protected] – RRSS: @Red_Amazonia |