El régimen tiene una percepción triunfalista y distorsionada cegada por su prepotencia, pero realmente está bastante débil y con pésima reputación; esto debe ser aprovechado asestándole golpes dispersos y repetidos en las diferentes áreas de la vida nacional. | Foto William Urdaneta
El trabajador de Sidor José Luis Alcocer califica como contradictoria la conducta revolucionaria de los principales promotores del control obrero, cuyas actuaciones se tradujeron en una rebatiña por cargos y privilegios, mientras la producción decaía.
La guerrilla, por definición, asume la violencia como política. Pero una cosa es el enfrentamiento violento contra las fuerzas de seguridad de un Estado que se considera injusto o ilegítimo, y otra muy distinta es el uso extensivo del terror.