El monitoreo se basó en encuestas realizadas a 2.300 personas en todo el país y la revisión de 25 medios digitales para captar denuncias ciudadanas sobre los servicios públicos.
En los hallazgos del monitoreo, el reporte de marzo de 2024 detectó que en cuanto al suministro de electricidad, 76% de los encuestados reportó incremento de la cantidad de apagones o fallas en su sector.
Destacaron que en algunos sectores los cortes de electricidad superan las 6 horas. “Creció 3% en comparación con el mes anterior y las ciudades con más incidencias en materia eléctrica son: Zulia, Bolívar, Yaracuy, Falcón y Mérida”.
El Monitor de Servicios Básicos determinó de igual forma que el promedio mensual sin luz en los estados con más problemas en la prestación del servicio es de 12, 8 horas, 4,10% más que en febrero y las fallas reportadas fueron 31.962, 4,91% más.
En cuanto a pagos extra que hacen los entrevistados para suplir fallas en el suministro de luz, el estudio determinó que hubo desembolsos de entre 20 y 30 dólares.
Servicio de agua sigue inestable
Sobre este servicio, el reporte señaló que el 62% de los encuestados destacó que hay cansancio ante la inestabilidad del suministro de agua en su comunidad. “La sequía no permite la planeación de actividades hogareñas que necesitan agua; además los ciudadanos deben invertir mucho tiempo en procesos de acumulación del líquido en tanques y recipientes”.
Y 52% de los encuestados aseguró que en su localidad no se han ejecutado mejoras en las tuberías o en los mecanismos de distribución ya que debe pasar un lapso ente que el agua sale de la tubería turbia a más clara.
El promedio de pagos adicionales que ejecutan los venezolanos para cubrir las deficiencias en materia de agua ronda entre 30 y 40 dólares. El ciudadano compra agua para consumo y también compra agua a camiones cisterna.
Según el reporte del OGP de Cedice Libertad, existen cinco “puntos de dolor” que más aquejan a los venezolanos en materia de agua y saneamiento, entre ellos: incumplimiento en el cronograma de racionamiento, bajas tarifas para la prestación del servicio, botes de agua por deterioro de tuberías y la inexistencia de un programa de atención de fallas y emergencias.
Internet de Cantv: raspao
El informe detectó que 76% de los encuestados aseguró que las fallas o averías se generan en horas de mayor provecho del día, ralentizando y en algunos casos, imposibilitando las gestiones administrativas y operativas en muchas empresas.
El 87% de los encuestados aseguró haber experimentado alguna avería con su servicio de internet o telefonía fija, “bien sea producto de falla eléctrica o por falta de mantenimiento.
El 55% asegura tiene más de 6 meses sin solución a estas situaciones y la mayoría destacó que aun cuando paga el servicio, no lo recibe”.
Para el 80% de los encuestados, el cambio a alguna solución de internet privada es un hecho. Las tarifas oscilan entre los 20 y 60 dólares mensuales.
Incidentes con bombonas de gas
Varios estudios independientes señalan que aproximadamente el 87% de los venezolanos requieren el servicio de gas por bombona (GLP – Gas Licuado de Petróleo).
El 10% de los encuestados por los investigadores del OGP aseguró que usa leña o cocinas a carbón para cocinar, producto de que la distribución de gas en su localidad es ineficiente. “Esta métrica sigue en crecimiento, hace unos meses era 7%”.
Una gran cantidad de los encuestados ha solicitado la instalación de gas directo, pero algunos proveedores presentan tarifas que oscilan entre los 100 y 200 dólares por hacer el cambio.
Más del 25% de los encuestados aseguró haber tenido un incidente relacionado con su bombona. De este porcentaje, el 6% aseguró haber suido una explosión.
En la prestación de este servicio también hallaron cinco puntos de dolor, entre los que destacan: Inconsistencia en el esquema de reemplazo de bombonas, parque de bombonas obsoleto y la baja frecuencia de rotación de cilindros.
Cedice Libertad recomienda al Estado desarrollar una política de alianzas público-privadas, así como las consultas nacionales orientadas a indagar sobre priorizar cual debe ser el uso de los presupuestos nacionales para solventar las carencias en materia de servicios públicos. Además planear la reculturización vial, de transporte público, de concientización para hacer uso racional del agua, entre otros aspectos.