Pero claro, hay materias que no admiten chistes: la salud, la educación, la desnutrición infantil, los salarios, por ejemplo, o el tema de las empresas básicas de Guayana que supone la agonía prolongada de un modelo industrial inexistente.
La cotidianidad de la gente viene mostrando absoluta indiferencia por las atropelladas acciones del gobierno en su afán de exhibir “confianza” en un proceso revolucionario hecho jirones, cada vez más monótono y aniquilador.
Pero los miles de zamuros comiendo de montones de basura en calles y avenidas de Puerto Ordaz y San Félix desmienten cualquier alarde de civilización contemporánea de nuestra parte.
El dirigente sindical Henry Arias se refirió a casos de contratos firmados con Glencore, por 144 mil toneladas de aluminio.