En las industrias de Guayana, aunque se les dota de tapabocas, jabón o antibacterial, la dotación al personal de contingencia es incompleta. Al menos dos trabajadores de Venalum murieron recientemente por afecciones respiratorias que, presumen, fueron por COVID-19.
El sidorista Reinaldo Calvo afirma que, más allá de las desinfecciones en áreas, el protocolo de prevención es insuficiente. Los trabajadores usan una misma mascarilla dos y tres veces por semana.
El personal inhabilitado presenta dificultades para acceder a la planta y de esta manera regularizar su estatus. Dirigentes reclaman que entrega de proteínas solo beneficie al grupo que labora en el plan de contingencia.