Debido a la situación, que generó alarma en la colectividad, suspendieron las clases hasta el lunes en ese y en otros centros educativos de Turén.
“La suspensión frecuente de actividades y la pérdida de horas de clase puede alcanzar hasta el 40% del horario escolar por el llamado horario mosaico”, advierte Oscar Rosé.
Dos años sin mesas y sillas tiene el liceo José Sánchez Afanador, fundado en la década de los 80. La falta de mesas, sillas, agua y baños ha fomentado el ausentismo escolar en la institución que tiene matrícula para 800 estudiantes.