El 1 de mayo de 2024 se convirtió en una fecha donde las exigencias y expectativas de un incremento salarial de los sindicatos y trabajadores se esfumaron luego de que el anuncio de Nicolás Maduro sobre nuevos ajustes no incluyera ni al salario mínimo ni a las pensiones.
Exigimos respeto a los derechos de nuestros trabajadores y que, además, cesen estas acciones de amedrentamiento, persecución y terror que el Estado venezolano ha aplicado sobre ellos”.
El foro en Miami, que contó con la participación de Tomás Regalado, Marcell Felipe y otros destacados expertos en justicia y democracia, ofreció a los sindicalistas una plataforma para denunciar la omisión de las autoridades venezolanas.
Detenciones, amenazas y persecución continúa siendo la realidad que azota a los trabajadores de Guayana quienes alzan la voz en pro de sus beneficios.
Los trabajadores integraron cuatro mesas técnicas para estudiar posibles soluciones a las problemáticas que los atañen como libertad sindical y sueldo, así como rutas de combate para luchar contra la inexistencia de canales apolíticos para su defensa.
Representantes de gremios de la salud, educación, ministerio público y empleados de la gobernación, entre otros, manifestaron en la avenida Orinoco de la capital Puerto Ayacucho exigiendo reivindicaciones salariales.
Representantes de los gremios de educación, salud, accionistas clase B y trabajadores de Guayana introdujeron un recurso que busca derogar el memorándum que erradicó los beneficios laborales.
Tener más de un año sin equipos de protección y descontarles lo equivalente a tres días de trabajo por uno de inasistencia, son algunas de las denuncias que trabajadores del Complejo Industrial Minero Domingo Sifontes, en El Callao, hacen contra la jefa de administración.
El dirigente sindical, que reclamó y defendió los derechos laborales de los alcasianos, murió en un hospital de Ciudad Guayana sin que se le garantizara su seguro HCM.
Trabajadores retomaron las protestas desde el 10 de junio para exigir el respeto de sus beneficios laborales. Sin embargo, ninguna autoridad ha respondido a sus exigencias.