Por los tres puentes del eje San Antonio del Táchira-Ureña se movilizaron 14.697 vehículos de carga pesada con 332.127 toneladas: 246.011 de Colombia y 86.116 de Venezuela.
La reaparición de largas filas en las estaciones de servicio del estado Bolívar reaviva el temor y la frustración entre los conductores, recordando tiempos difíciles que parecían haber quedado atrás.
Productores advierten que de continuar la situación, las siembras y cosechas estarían en peligro, lo que agravaría la situación de dos tercios de la población venezolana, que según el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, no cuenta con un suministro estable y suficiente de alimentos.
Las gandolas cruzaron entre el martes y miércoles el puente internacional Simón Bolívar con dirección a Colombia.
El letrero con la palabra Venezuela, en color azul, es lo más llamativo de un trayecto internacional que se mantiene como el menos usado, pero como el más cómodo para procesos como el sellado de pasaportes, siempre y cuando haya electricidad.
Los choferes piden la reparación y hacen un llamado a la Corporación de Vialidad e Infraestructura del estado Anzoátegui (Covinea) para que repare el pavimento antes de que se hunda por completo.
Las advertencias del sector transportista y de los gremios sobre el impacto que la medida iba a generar, pudieron ser el detonante para que la administración de Maduro revirtiera la medida.
Ángel Marcano aseguró que a Bolívar arribará dentro de una o dos semanas 40 mil barriles de gasolina por semana y que, junto con la reparación del poliducto que distribuye combustible desde Anzoátegui, se solventará el problema del despacho en el estado.
Los transportistas afectados informaron que está operando una banda que se llama Las Tres Cruces en complicidad con algunos cuerpos de seguridad.
Bolívar es uno de los pocos estados donde se mantienen restricciones en el despacho de combustible.