Pese a las penurias por las fallas de servicios básicos, industrias acabadas y una ciudad que se hunde en cárcavas, hoy los guayacitanos se reinventan y con férrea voluntad rescatan el capital humano, cultural, deportivo, educativo, empresarial y social como aporte al futuro.
Guayana cumple 59 años con sus empresas básicas produciendo a menos del 10%, pero el potencial de la perla del Orinoco trasciende de su capacidad industrial y los expertos se replantean una Guayana potencia en agricultura, turismo y capital humano.