lunes, 20 enero 2025
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Danza de hienas empuja más la oscuridad republicana

Otto Jansen considera que, con los primeros sucesos políticos del 2020, se abren perspectivas de avances en este año para la ruta democrática; “allí están los signos, incipientes pero fuertes”, asegura.

El largo y tortuoso camino de la recuperación de la institucionalidad continúa luego de los hechos del pasado 5 y 7 de enero. Los diputados con Guaidó a la cabeza y el reconocimiento de la comunidad internacional, casi unánime, respaldando la legitimidad de la Asamblea Nacional ante la maniobra del régimen de continuar alargando la espesa noche de mutilación de la libertad y de empujar, por ende, a mayores penurias venezolanas.

Con el plan de siempre, de tener una oposición controlada, sin protesta, ni luchas y a su mejor medida, pretenden hacer imposible las soluciones que con sentido de ley y de acuerdos políticos, puedan dar con el rescate de la normalidad del país. En el trance, los parlamentarios democráticos (admirable y hasta gratamente sorpresivo) aguantaron la parodia de elección de directiva del binomio PSUV-fracción CLAP, juntos a especies y alimañas cubiertos en el anonimato, e hicieron respetar el Palacio Federal Legislativo y su autoridad, frente a los embates de la traición y el cálculo dictatorial.

Pudieron ratificar al presidente (e.) de la República, reasumiendo sus sillones, pero ahora está más claro que comienza un nuevo trecho lleno de duras fricciones que por la conducta firme de estos representantes (auténtica condición para lograr victorias) no estará exento de otras refriegas y mayor violencia fabricada por el régimen revolucionario.

El espacio de las contemplaciones y de las palabras se estrecha al máximo para la sociedad, de allí que si algún sector cobra particular relevancia son las regiones, con su quehacer, al percibirse signos de vida o muerte para los resquicios democráticos que quedan y cuyas emboscadas se incrementarán con ferocidad.

Comunidades, sectores gremiales y reserva moral

Para el estado Bolívar, al menos, a partir del presente momento ha de comprenderse, desde los factores y actores que propugnan el pensamiento democrático y el espíritu de reencontrar el progreso que supere la barbarie en la región, que la POLÍTICA para que sea tal, tiene que llenarse del tejido, respiración, de los huesos y los sueños de los guayaneses. Tiene que dejar atrás las marchas rituales en la que han caído las convocatorias de protestas que no llegan a serlo y a las que aun así, la ciudadanía responde, buscando la chispa de vínculos con el número de problemáticas y padecimientos sobre lo que pocos pretendidos dirigentes, y solo epilépticamente, levantan la voz.

Los episodios de estos días, de comienzo del 2020, llenan de entusiasmo por el coraje democrático demostrado por los 100 parlamentarios que no se han dejado arrebatar la esperanza que es la que está sembrada en los venezolanos; esperanza gigantesca por encontrar soluciones en paz -hay que destacar- porque la organización para la resistencia ante la dictadura ha evidenciado ser el talón de Aquiles opositor, más aun en la importante pero desolada región de Guayana donde los “líderes” del “G4” o de la radicalidad “atienden” desde las redes sociales, en el mejor de los casos.

Hay por lo tanto que invocar la reivindicación de nuestros diputados de Bolívar, que por los momentos se han ganado el beneficio de la duda por sus intenciones de luchas, teniendo en cuenta las tristes historias de alianzas con el exgobernador, general Rangel Gómez, asociado a andanzas hechas denuncias, con el negocio de las famosas cajas de comidas, entre otros señalamientos.

Ahora, esta emoción tiene que tener la representatividad y la distribución del trabajo político que tenemos años ameritando en Bolívar. Los partidos tienen que desterrar la intención de controlarlo todo, como ha ocurrido con el Frente Amplio (reducido en la región a la mínima participación de los grupos sociales), derivado en apéndices y delegaciones de los jefes dirigentes que buscan cargos públicos, según sus cálculos.

Los gremios que aún existen, representantes comunitarios, los grupos de organizaciones ciudadanas diversas, jóvenes, mujeres, profesionales, sector universitario, representantes de las iglesias, personalidades curtidos en la lucha sindical y política, que pueden aportar experiencias y apreciaciones de orden práctico: Todos tienen que ser convocados a integrar, bajo modalidades funcionales el “Consejo de Estado” que vincule, directamente, a Guayana con la estrategia nacional.

Guayana para el rescate democrático

La situación de las minas, con sus secuelas de enfrentamientos, presencia de grupos armados y guerrillas, que cruza al estado como consecuencia del desempleo y falta de plazas de trabajo, eliminados del espectro productivo. La inseguridad en todos los municipios y ciudades; con el incremento de acciones del hampa y los permanentes asesinatos que han convertido a Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar, además de los municipios del sur en poblaciones que integran la lista de pueblos más inseguros en el mundo. La situación del agua, la luz, aseo urbano y el transporte.

El servicio hospitalario desmantelado, precarizado su accionar a la urgencia de cualquier sector social y de las comunidades en general. La hiperinflación y la especulación sin freno. Son problemas que requieren la respuesta política. Son estas apremiantes carencias en las que se representa la gente que sufre y que pide medidas: democracia, ciertamente, pero con ideas y propuestas de soluciones. El gobierno de la democracia, por venir, más en condiciones de emergencia humanitaria compleja está siendo requerido en todas sus instancias para las respuestas y ello solo es posible con el contacto directo que asimile las prioridades y las traduzca en el Plan Guayana; no desde los eventos partidistas para promociones grupales.

Se abren perspectivas de avances en este año para la ruta democrática; allí están los signos, incipientes pero fuertes. Son luces de esfuerzos para frenar la oscurana de la dictadura revolucionaria con sus demenciales bandazos y sus consecuencias mortales. Apuntemos a precisar ideas y la organización regional, que tienen campo fértil desde las faenas recientes cumplida por los diputados nacionales.

Trocitos

Lamentable pero absolutamente condenable, la posición del diputado suplente, profesor Manuel González. Por muchas diferencias que existan con el manejo de la curul que ha representado por el circuito del sur del estado o por posibles exigencias insatisfechas con los lineamientos del presidente (e.) de la República, saltar los límites de principios de defensa de la democracia y las luchas por el rescate del orden constitucional, principal compromiso con los electores de Bolívar y Venezuela, no tiene justificación para anotarse con la traición de los apéndices de la corrupción del poder revolucionario.

Comienzo de año: gigantescas colas, noches sin dormir, arbitrariedades y mayores abusos, marcan las jornadas, sin soluciones a la vista, del surtido de gasolina en Ciudad Guayana y en toda la región.