Johnniel Rojas es un joven guayanés que reconoce sus aciertos, desaciertos, sus debilidades pero también sus virtudes. Sabe aprovechar las oportunidades y la importancia de una formación continua como clave del éxito, el mismo que hoy cosecha fuera de las fronteras venezolanas con la creación de la aplicación Tesis Time.
Su esfuerzo viene desde muy temprana edad. Proviene de una familia humilde, cuyas limitaciones económicas no impidieron que siempre le inculcaran el estudio como una prioridad para su futuro profesional.

“Yo nací en San Félix y viví en todas partes de Ciudad Guayana. Mi mamá y mi papá alquilaban, entonces me tocó vivir en Río Claro, en la 46, en la 45, en Alta Vista, luego por el Trébol. Soy guayanés al derecho y al revés”, dice con orgullo.
Estudió Comunicación Social en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), donde obtuvo su título, y a la par trabajaba en una tienda en Alta Vista para costear sus estudios. Esa experiencia y la guía que recibió lo ayudaron a abrir su mente y replantearse lo que quería profesionalmente. Corría el año 2014, varios de sus compañeros y colegas en ejercicio fueron noticia por la represión militar de entonces. “Me sentí vulnerable, me dio miedo”.
Llegó a Quito, Ecuador, el 13 de enero de 2015, con apenas 21 años. “Cuando llegué, evidentemente fue durísimo. Yo comía una sola vez al día, arroz con lentejas, lo más tarde posible para ahorrar para el día siguiente. El arriendo era lo primero”, recuerda.
Durante los primeros ocho meses de emigrar hizo distintos trabajos, hasta que ingresó a una reconocida empresa de telecomunicaciones. Aprendió a adaptarse culturalmente, incluso desde lo más cotidiano. “Tuve que aprender a hablar más bajito. Aquí no puedo decir ciertas cosas porque son ofensivas. He vivido situaciones xenofóbicas, pero ya no me afectan como antes”.
Una apuesta por la educación
Como parte de su experiencia, con emprendimientos propios y malas decisiones, hubo algo que llamó su atención. Con 22 años de edad, no creían que ya era licenciado, algo que para Johnniel u otro venezolano era completamente normal.
“Me tocaba mostrar mi cédula, mis documentos del Senescyt. Decían que eran egresados, pero no titulados. Me puse a averiguar y entendí que muchos no se graduaban por no saber hacer la tesis. Entonces las empresas buscan un egresado que tiene todos los conocimientos de un profesional recién graduado, pero no tiene título y no le pagan un sueldo de profesional y lo tienen allí como pasante toda la vida o pagando un sueldo mínimo, sacando sus conocimientos y esas habilidades”.
Johnniel continuó preparándose académicamente, sin dejar de pensar en qué podía hacer para redireccionar su ámbito profesional. Estuvo claro en que quería algo innovador.
“Un día vi un episodio en Netflix de la serie En pocas palabras, y en 20 minutos eso fue lo más cercano a una experiencia religiosa. Aprendí sobre los nuevos modelos de negocio y me quedó la idea de crear una aplicación, pero no sabía de qué. Por tres meses pensé qué hacer y me acordé de todo el tema y lo complicado que era hacer la tesis”, recuerda.
Así participó en un programa de incubación y aceleración de Startups, donde comenzó a madurar su idea: Tesis Time.
Se trata de una plataforma educativa que acompaña a los estudiantes en todo el proceso de elaboración de tesis, desde el planteamiento del problema hasta la presentación final. Ofrece recursos gratuitos, como plantillas, ebooks, audiolibros, infografías, juegos científicos y más.
Johnniel no sabía de programación, pero sabía de necesidades. Con intuición, empatía y visión, formó un equipo que incluyó a profesores y periodistas, buscó aliados como parte del proceso y comenzó a desarrollar el proyecto. Trabajaron con él 63 profesionales, 70% de ellos fueron mujeres venezolanas.
Su iniciativa no tardó en llamar la atención internacionalmente. Fue reconocido por la revista MIT Technology Review en español como uno de los Innovators Under 35, un reconocimiento otorgado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a jóvenes que están cambiando el mundo con la tecnología. Su historia de vida, su visión educativa y su plataforma lo convirtieron en uno de los pocos venezolanos en alcanzar este prestigioso reconocimiento.
Pero no todo fue éxito inmediato. También enfrentó rechazo, muchas veces por su nacionalidad. “Hubo reuniones donde apenas escuchaban que era venezolano, cambiaban de actitud. Dejaban de escucharme, como si ya supieran quién era y qué podía ofrecer. Me tocó, en ocasiones, ocultar de dónde venía. Pero siempre, en el fondo, sentí orgullo de ser guayanés, de ser venezolano”, afirma.
Un guayanés que sigue creciendo
Su proyecto escaló aún más con su participación en Shark Tank México, un programa de televisión transmitido por Sony. Allí, frente a un panel de reconocidos inversionistas de América Latina, presentó su emprendimiento y recibió la oferta de Alejandro Lichti.
Hoy, Tesis Time es una plataforma con presencia en varios países, con más de 40 mil descargas. Ha asesorado a miles de estudiantes, desarrolla soluciones basadas en IA para personalizar el proceso de aprendizaje y sueña con llevar esta herramienta a universidades y espacios donde la deserción es alta. Su meta es traer su emprendimiento a Venezuela, a Guayana.
“Para mí, representar a Venezuela es un acto de orgullo. Es como estar en unas olimpiadas: levantar la bandera, ponerse la camiseta, es sentir que uno también forma parte de algo más grande”.
Pero más allá del éxito emprendedor, el guayanés Johnniel Rojas no deja de creer en el poder de estudiar y volver a su Guayana natal.
“Ciudad Guayana es una tierra en la que crecí y siempre supe que el corazón late al ritmo de esa industria y de la esperanza, donde no solo es rica en minerales, sino de memorias, de familias, de unión, de luchas que nos llenan de orgullo. ¿Que si sueño con regresar a Guayana y cumplir mis sueños allá? Todos los días de mi vida”.