El exembajador Benedetti publicó una carta de renuncia en la que agradece la confianza que Petro depositó en él para el cargo que desempeñó y restablecer las relaciones con Venezuela.
El presidente colombiano Gustavo Petro los midió sus pequeñeces y celebró, pues el último eslabón de la legitimidad democrática termina expulsado de tierra propia, que la es también la del Virreinato de Nueva Granada, vientre que nos da entidad política y el carácter nacional que se nos ha disuelto.
Ingrid Betancourt advierte que Petro está allanando el camino para instaurar en Colombia un régimen como el de Venezuela. Culpa, amenaza, acusa, insulta y califica de mentirosos a quienes disienten con él.
Es la enésima vez que se inicia un diálogo con semejantes bribones. Elecciones creíbles y con garantías que las urnas de votación no reciban el patadón del tirano cuando pierda por paliza. Eso es lo que demanda el más elemental anhelo de decencia.
La agenda del líder opositor también contempla un encuentro con venezolanos radicados en Colombia. No obstante, no precisó qué temas tratará con la diáspora venezolana.
Miraflores “quiere demostrarle al mundo” que goza de reconocimiento y legitimidad, “pero no quiere avanzar en temas concretos”, aseguró el internacionalista Félix Arellano sobre las relaciones diplomáticas con Brasil y Colombia.
Según la Organización de las Naciones Unidas, entre 2018 y 2021, Colombia perdió 7.018 km2 debido a la deforestación. La mayoría de los bosques destruidos estaban en el Amazonas.