miércoles, 12 febrero 2025
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Uso de VenApp para delatar: un “peligroso precedente tecnológico” según AI

Mahmoudi advierte que la aplicación podría limitar la libertad de expresión y reunión pacífica, además de contribuir a detenciones ilegítimas y otros abusos graves contra los derechos humanos.

En medio de las protestas y manifestaciones de la semana del 29 de julio, Nicolás Maduro pidió a sus seguidores que denunciaran a aquellos que hubieran “agredido al pueblo” a través de la plataforma VenApp. El 7 de agosto, Amnistía Internacional (AI) alertó que esto marca un precedente peligroso entre las empresas de tecnología.

Luego del anuncio de Maduro, la VenApp no tardó en ser retirada de la Google Play debido a la ola masiva de reportes. Sin embargo, aquellas personas que ya tenían instalada la app pueden seguir llenando el formulario de denuncia por “guarimba facista”, funcionalidad que plantea serias preocupaciones sobre los derechos humanos.

Matt Mahmoudi, director de la Iniciativa Silicon Valley de Amnistía Internacional, cuestionó el papel de las empresas tecnológicas en este contexto.

“El hecho de que los desarrolladores de tecnología revisaran la aplicación para agregar esta nueva función y las plataformas tecnológicas la incluyeran (…) plantea la pregunta siguiente: ¿están estas empresas cumpliendo sus responsabilidades en materia de derechos humanos?”.

Mahmoudi advirtió que la aplicación podría limitar la libertad de expresión y reunión pacífica, además de contribuir a detenciones ilegítimas y otros abusos graves contra los derechos humanos.

Bajo este contexto, Maduro ha anunciado que van más de 2.200 detenidos. En la lista hay  desde adolescentes hasta personas con discapacidad. “Al alentar la denuncia de manifestantes, el Gobierno venezolano corre el riesgo de violar el derecho internacional”, expresó el representante de AI.

Reporta fallas eléctricas y denuncia a tu vecino

Inicialmente, esta app fue concebida para recibir denuncias sobre cortes de energía, emergencias médicas y reportar fallas de servicios básicos. Por lo que no es de extrañar que esta aplicación tuviese cientos de miles de descargas en Play Store.

Pero el uso arbitrario para denunciar a venezolanos que protestan en contra del gobierno, transgrede el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica, contemplado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Como consecuencia de estas denuncias, que casi siempre terminan en una detención arbitraria, se viola el derecho al debido proceso, establecido en la Constitución venezolana.

Venezuela es el único país de Latinoamérica con una investigación de la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, incluida la persecución política y tortura en las protestas de 2014, 2017 y 2019. En el marco de las recientes protestas y la ola de persecución, detenciones y asesinato de manifestantes, se han introducido al menos 646 incidencias sobre estos casos.

A este panorama del uso de aplicaciones con fines persecutorios se suma el bloqueo y restricciones a redes sociales. El gobierno anunció el pasado 8 de agosto el  bloqueo por 10 días a Twitter y amenazó también con restringir Instagram y TikTok.

Deshumanización que lleva a delatar a un vecino

El director de la ONG Laboratorio de Paz y sociólogo, Rafael Uzcátegui, explicó, a través de un hilo en X (antes Twitter), el porqué una persona que ha vivido por años en una comunidad podría terminar delatando a sus vecinos.

Uzcátegui precisa que la polarización, cultivada por la ideología chavista, creo una dicotomía entre los fieles al régimen y los disidentes del chavismo, lo que derivó en un proceso de deshumanización. El uso reiterativo de calificativos despectivos transformó a los disidentes en “cosas”.

“No se está delatando a Rafael Uzcátegui, la persona concreta de carne y hueso, sino a un ‘imperialista ultraderechista’, un concepto que ha sido cargado de contenido con todo lo malo que existe sobre la tierra”, ejemplificó.

Delatar a un disidente, entonces conlleva dos recompensas: las materiales y las emocionales. En este proceso psicológico, delatar a un “contrarevolucionario” pudiera ser experimentado como una especie de prueba de fidelidad.

“La ‘revolución’ necesita romper los vínculos naturales de los seres humanos (…) para crear únicamente lazos umbilicales con el partido y el líder revolucionario. A las personas las condicionan para aislarse de su entorno y reafirmar su pertenencia a la secta”, concluye el sociólogo.