Para el historiador y profesor de la Universidad Católica, Tomás Straka, los contenidos falseados han estado presentes en la historia venezolana, a su juicio, la mentira es una de las grandes armas que tiene un propósito “letal” en la política y aseguró además que el silencio es una manera de fake news.
El uso de la mentira y el engaño como estrategia política no es un fenómeno nuevo y esto lo confirmó Straka durante el conversatorio del Observatorio Venezolano de Fakes News, al precisar que en la época de 1940, luego del período de Eleazar López Contreras, empieza a haber una suerte de libertad de expresión casi irrestricta y en la prensa se empieza a decir y comentar con más libertad el debate público.
“La hegemonía comunicacional quiere que toda la prensa sea oficiosa y es lo que lograron Gómez y Guzmán Blanco”, señaló al tiempo que aclaró que no toda la propaganda tiene que ser mentira, sino lograr convencer por las palabras.
Agregó que uno de los objetivos de la propaganda es atribuirse el inicio de las cosas que han sido positivas, quitándole el crédito a los gobiernos anteriores, tal como ha pasado con el bulo de la educación pública y el papel de la mujer en la militancia política.
Straka sugirió que las fake news quieren atacar los sentimientos y los temores, y ante esto recomendó la información y la formación.
Estas afirmaciones las hizo el Individuo de Número de la Academia Nacional de Historia durante un foro con el periodista y director de la Asociación Civil Medianálisis, Andrés Cañizález, en el evento organizado por el Observatorio Venezolano de Fake News.
Straka realizó un recorrido por los siglos XIX y XX en Venezuela que comprueba que las fake news han sido utilizadas por los diferentes actores políticos en distintas épocas. Refirió como ejemplo lo acontecido en el año 1863, cuando se comentaba que los “godos” buscaban restituir la esclavitud, lo que generó que muchos venezolanos se preocuparan.
El director del Doctorado en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello también comentó que Antonio Leocadio Guzmán, del partido liberal, fue un polemista del siglo XIX que usaba el espacio del poder para mentir con regularidad, pues llamó a sus enemigos conservadores, aunque realmente no lo eran.
Tomás Straka señaló que “la principal diferencia entre el siglo XX y el siglo XXI fue lo tremendamente descarnado que eran a la hora de atacarse en el debate político”.
Niveles de fake news
El historiador explicó que existen dos tipos de niveles en la fake news: el primero, cuando los medios de comunicación reflejan la mentira del otro y, el segundo nivel, es el que se emplea en la lucha política, específicamente cuando el dirigente político o el partido deja correr los rumores; este último asegura, sigue empleándose en el accionar político actual.
Straka advierte que algunos políticos emplean la seducción para doblegar a la población, y este mecanismo lo utilizan en la propaganda política deshumanizada.
En aquellos momentos, los “pasquines” con un escrito anónimo que generalmente contenían un mensaje crítico y satírico contra una persona u organización, apelaban a la descalificación y a ataques a los opositores del gobierno de turno.
Comentó en este sentido, que las primeras leyes de imprenta se establecieron en 1811, principalmente para reglamentar lo que se iba a decir; estas normas iban en contra de los infundios y vilipendios. (Con información de Medianálisis)