martes, 10 septiembre 2024
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Sobrevivientes de El Helicoide contaron sus testimonios ante Congreso argentino

Durante la sesión, diputados expresaron su solidaridad con las víctimas y respaldaron la causa por la restitución de la democracia en el país.

Dos sobrevivientes de las torturas en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), contaron sus testimonios este 5 de junio ante la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados de Argentina.

Uno de ellos fue Víctor Navarro, quien fue preso político y dirige la ONG Voces de la Memoria. También es creador del museo itinerante de realidad virtual de El Helicoide.

En 2018, Navarro fue detenido arbitrariamente por agentes del Sebin, que allanaron su casa de forma ilegal y lo trasladaron a El Helicoide. “Ahí estuve días desaparecido mientras le decían a mi mamá que me buscase en la morgue, mientras mi familia no sabía nada de mí, me desaparecieron y me torturaron física y psicológicamente”.

“También fui testigo de cómo torturaban a otras personas, cómo asfixiaban a otros jóvenes y cómo golpeaban a otras personas que directa e indirectamente estaban siendo vinculados conmigo. Pasé por muchísimos interrogatorios donde el principal objetivo o lo que buscaban era que yo inculpara a personas inocentes, donde algunas muchas veces ni siquiera conocía. El objetivo era armar un expediente falso, que de hecho fue lo que hicieron, para acusarme públicamente de terrorista”, denunció.

Asimismo relató que durante los meses que estuvo apresado fue sometido a tratos crueles e inhumanos. “Me golpearon constantemente, tomaron una pistola cargada, desbloqueada, la pusieron en mi boca, me arrodillaron y me obligaron a decirles que tenía miedo, que les tenía que pedir perdón por mis actos terroristas. Estuve durante cinco meses aislado, sin ver el sol, sin tener un abogado, sin que me permitieran una visita, se me prohibió el derecho a una llamada, me diferían constantemente todas las audiencias”, explicó.

“Entre mujeres y hombres me golpeaban. Más que todos los hombres eran los que me aplicaban la electricidad. Las mujeres me daban cachetadas y me halaban el cabello hacia atrás”, relató Diannet Blanco.

También denunció las condiciones insalubres en las que estuvo recluido. “Un lugar donde nos tocaba defecar en las bandejas de comida y durante una semana no sacaban la basura, dormíamos en el suelo y durante todo ese tiempo éramos constantemente amenazados por los policías. Una noche llegó un policía en estado de ebriedad, introdujo una pistola por la reja, por los barrotes en los que estábamos detenidos, diciendo que nos iba a matar”.

Navarro afirmó que, tras lograr escapar de Venezuela y exiliarse en Argentina, decidió elaborar el museo de realidad virtual de El Helicoide para crear conciencia sobre las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen de Maduro.

“Este proyecto busca visibilizar la situación de los más de 270 presos políticos que hay en el país, visibilizar que en Venezuela existen al menos 17 casas clandestinas de tortura registradas por la Organización de Naciones Unidas, visibilizar que en Venezuela la tortura es una política de Estado, pero sobre todo exigir la liberación de los presos políticos y el cierre de todos los centros de tortura que hay en el país”, manifestó.

Pedido de justicia

Por su parte, Antony Vega, quien estuvo encarcelado por cinco años, pidió ayuda para lograr justicia por todas las violaciones a los derechos humanos cometidas en Venezuela.

“Me colocaron periódico en los ojos y las manos, me envolvieron con cinta y me esposaron. Perdí completamente la noción del tiempo y el espacio (…) De repente alguien me hace arrodillar. Estuve en esa posición tal vez 15 minutos. De forma inesperada alguien me dice ‘cuando vayas a hablar mueves las manos’ y sorpresivamente se monta un hombre en mi columna y hala mis brazos hacia atrás haciendo palanca. Otro me toma de las piernas muy fuertes hasta el punto de dejarme inmóvil y otro se monta en mi nuca y me susurra el oído ‘cuando vayas a hablar mueves las manos’ y me monta una bolsa en la cabeza y comienza a asfixiarme. Yo entro en un estado de desesperación hasta el punto que me desmayaba repetidas veces. Quería alcanzar la muerte para librarme de esa agonía”, contó sobre las torturas que vivió.

Vega, a quien amenazaron con que su hija de 9 años sería secuestrada y violada, añadió: “Me oriné y defequé encima, sentía la sangre salir de mi nariz y cómo entraba por mi boca. Me amenazaron con introducir un palo de escoba por el ano”.

Apoyo parlamentario

Durante la sesión, diputados expresaron su solidaridad con las víctimas y respaldaron la causa por la restitución de la democracia en el país.

La diputada Sabrina Ajmechet, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, destacó: “El Helicoide es el mayor centro de tortura de la región” donde se cometen “torturas psicológicas y torturas físicas que se extienden a lo largo de años a un número de personas que lamentablemente no tenemos ni siquiera identificado porque todo esto sucede en la ilegalidad”.

“El Gobierno venezolano una y otra vez se negó a permitir que misiones internacionales de derechos humanos pudieran entrar allí. La única forma que nosotros tenemos de saber lo que ocurre allí es a través de los testimonios personales. Por eso estamos tan agradecidos de que hayan tenido la fuerza y la valentía de estar este día aquí con nosotros, contándonos las torturas y la tragedia que les tocó sufrir”, expresó la legisladora.

Por su parte, la diputada Karina Banfi, quien impulsó un proyecto de resolución para declarar “de interés” el museo itinerante de El Helicoide, afirmó que Argentina “tiene una deuda con Venezuela, una deuda histórica que nos hermanó” por el apoyo que Venezuela dio a los refugiados argentinos durante la última dictadura militar en los años 70.

“Los diputados estamos para defender, los diputados estamos para ser la voz que no tienen aquellos, para denunciar al Estado que los oprimen, los tortura, los censura, los lastima, los mata”, manifestó Banfi.