viernes, 13 diciembre 2024
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Nueve años de desidia gubernamental mantienen clausurada única unidad de radioterapia del estado Bolívar

Pacientes oncológicos deben viajar a Caracas donde están los únicos equipos que funcionan en el sector público o tener un presupuesto mínimo de tres mil dólares para costear el tratamiento en el sector privado.

@mlclisanchez

La única Unidad de Radioterapia y Medicina Nuclear que tiene el estado Bolívar -y de la que dependían también pacientes de Amazonas, Delta Amacuro y sur de Anzoátegui- está en cierre técnico desde hace nueve años por falta de mantenimiento de equipos y desinversión del Ministerio de Salud.

Esto obligó a los pacientes oncológicos de distintos municipios de la entidad a viajar hasta Caracas, el único lugar del país donde hay equipos para radioterapia funcionando. La lista de espera de pacientes supera las dos mil personas.

A la peregrinación se suman los costos de pasaje, comida y alojamiento.

Unos pocos logran costear los entre tres mil y 12 mil dólares que cuesta la radioterapia en el sector privado de la salud, dependiendo de la cantidad de sesiones indicadas por el médico tratante.

Es muy difícil, por no decir que imposible de costear. Nosotros buscamos ayuda en todos lados para que el cáncer no avance, esto que le mandaron es de urgencia, su seno izquierdo es el que está más grave porque sangra y le duele”, Óscar González

Por ejemplo, un paciente que requiere 30 sesiones necesitará un presupuesto de, como mínimo, 12 mil dólares. El riesgo de no cumplir con el ciclo completo de radioterapias es que el cáncer avanza y hay recaídas porque retroceden los avances del tratamiento.

“Tenemos todo el personal de salud disponible pero no pueden aplicar el tratamiento porque las máquinas están dañadas. La cantidad de pacientes que necesitan este servicio es grande. Se necesitan medidas urgentes para garantizar la vida de los pacientes oncológicos en el estado Bolívar”, manifestó Camilo Torres, vicepresidente del Colegio de Enfermería del estado Bolívar.

La unidad adjunta al hospital Ruiz y Páez, en Ciudad Bolívar, contaba con cuatro máquinas que ya no funcionan: La gammacámara de doble cabezal, que, a partir de radiación gamma en el cuerpo del paciente, captura imágenes que se usan en la medicina nuclear para el estudio de enfermedades. Tomógrafo de simulación, que a través de una fuente de rayos X permite ubicar cualquier tumor en el cuerpo y marcar (o fijar) su posición para asegurar la radiación. La máquina de cobalto, que emite rayos gamma de alta energía y se utiliza para radioterapia externa. Y, por último, un equipo de braquiterapia que se utiliza para hacer radioterapia localizada.

Aunque son equipos obsoletos si se les compara con el avance tecnológico en materia de salud en los últimos años, siguen teniendo potencial para salvar vidas, explicó Torres.

La unidad se deteriora con cada día que pasa, toda vez que la autoridad única en Salud del estado Bolívar, Manuel Maurera promete su recuperación progresiva.

Radioterapia incosteable y quimioterapia interrumpida 

Francisca López, tiene 51 años. Lidia con el cáncer de mama en ambos senos desde el año pasado. Aunque solo el Estado -a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS)- puede garantizar el tratamiento de quimioterapia por ser fármacos de alto costo, son pocas las veces que ella logra conseguir los cinco medicamentos que componen su tratamiento oncológico (que cuesta 2.089 dólares por ciclo, aproximadamente).

La última vez estuvo dos meses sin tratamiento porque los medicamentos no habían llegado a la farmacia del IVSS. Apenas ahora logró completar la primera de ocho sesiones de quimioterapia porque solicitó apoyo a Fundación Social Bolívar.

Un paciente que requiere 30 sesiones necesitará un presupuesto de, como mínimo, 12 mil dólares | Foto cortesía

A esta dificultad se le añaden las 30 sesiones de radioterapia que no puede costear porque no cuenta con los 12 mil dólares que vale en el sector privado. Francisca necesita recibir quimioterapia y radioterapia de urgencia para que puedan practicarle una mastectomía (extirpación de ambas mamas) y así quedar libre de cáncer.

“Es muy difícil, por no decir que imposible de costear. Nosotros buscamos ayuda en todos lados para que el cáncer no avance, esto que le mandaron es de urgencia, su seno izquierdo es el que está más grave porque sangra y le duele”, expresó Óscar González, su hijo.

El muchacho reportó que, para el segundo ciclo de quimioterapia el IVSS le proporcionó cuatro de los cinco medicamentos que su madre necesita. No le proporcionaron el más costoso: Bevacizumab, valorado en 808,50 dólares, en promedio.

“Yo llevé a mi sobrina que tiene cáncer, y nos dijeron que teníamos que viajar hasta Barcelona para cumplir con la radioterapia porque la unidad de Ciudad Bolívar está fuera de servicio”, expresó Ángel Rivas, familiar de otra paciente oncológica.

Hace dos meses, a Andrea Sifontes*, de 33 años, le diagnosticaron un liposarcoma mixoide en su pierna derecha. Este es un tipo de cáncer poco frecuente que crece en las células del tejido graso de las extremidades, por lo que le indicaron cuatro sesiones radioterapia que hasta el momento no ha podido hacerse porque necesita un presupuesto de tres mil dólares.

“En el sector privado eso es muy costoso, no hemos podido hacer ni la primera sesión”, relató Rivas, su pariente.

Contratos de mantenimiento vencidos por decisión de MinSalud 

Por falta de recursos, la mayoría de los pacientes interrumpen o ni siquiera llegan a iniciar sus radioterapias, y esto no ocurre solo en Bolívar, sino en todo el país porque no hay capacidad técnica para atender a pacientes que requieren el servicio.

De 23 centros de radioterapia que hay en Venezuela solo tres, ubicadas en el Hospital Domingo Luciani, Instituto de Oncología Luis Razetti y Oncológico Padre Machado ubicados en Caracas, funcionan actualmente a medias y solo para algunos tipos de cáncer.

El Gobierno nacional se jactaba de contar con tecnología de punta en materia de radioterapia gracias a un convenio con dos empresas argentinas: Phillips e Invap, que a su vez contrataron a la empresa privada venezolana Meditron para proporcionar el mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos. El convenio implicó una inversión de 83 millones de dólares.

Cáncer en los equipos, un trabajo periodístico de investigación realizado por El Nacional en 2012 reveló que los contratos de mantenimiento para 53 equipos clave para el tratamiento oncológico -entre ellos máquinas de radioterapia- se vencieron porque el Ministerio de Salud rechazó la propuesta de renovación de contrato que garantizaba el mantenimiento preventivo de las máquinas por cinco años.

La investigación también reveló que, además del vencimiento y no renovación de garantías de mantenimiento, las máquinas estuvieron casi cinco años en aduana, por lo que al ser instaladas en los hospitales ya tenían las garantías vencidas.

Por estos, y otros hallazgos, el trabajo determinó que el Gobierno incumplió con las regulaciones nacionales (establecidas en las normas Covenin) e internacionales de radioterapia al faltar con su obligación de garantizar el mantenimiento para reducir riesgos de avería, y accidentes radiológicos dentro de los hospitales.

Luego de la investigación realizada, y presiones ejercidas por organizaciones de la sociedad civil, la entonces ministra de Salud, Eugenia Sader, fue destituida del cargo en 2013. Fiscalía abrió una investigación en su contra por malversación. Luego fue imputada por peculado doloso propio, sobregiro presupuestario y asociación para delinquir.

La cartera la ocupó Isabel Iturria. Aunque en su momento se pensaba que aprobaría la renovación de los contratos de mantenimiento de equipos, no lo hizo. En la actualidad, la crisis en los servicios de radioterapia del país se mantiene pese a las protestas de organizaciones no gubernamentales, pacientes oncológicos y demás miembros de la sociedad civil.

Aunque en octubre del año pasado, la actual ministra de Salud Magaly Gutiérrez declaró con orgullo que en el país se realizaron 13.670 sesiones de radioterapia, la mayoría de los pacientes oncológicos que requieren el tratamiento en el país lo reciben a medias, o no lo reciben, lo que impacta directamente en sus probabilidades de superar la enfermedad.

En mayo de este año, personas con cáncer provenientes de distintas partes del país protestaron en Caracas para exigir a Gutiérrez nuevos equipos para radioterapia y fármacos para quimioterapia.

Las fotos visualizadas en el carrusel fueron proporcionadas por pacientes que denuncian el estado actual de la unidad