Personal de enfermería de los hospitales Dr. Raúl Leoni y Uyapar en Ciudad Guayana reporta que, desde hace un mes, la Gobernación del estado Bolívar otorga un bono de entre 20, 50 y 100 dólares más una bolsa de alimentos a un grupo reducido de personal del área COVID-19 de ambos centros asistenciales.
En teoría, el beneficio es un incentivo para que más trabajadores se unan al área en la que tienen que laboral con pocos insumos de bioseguridad y atender, en promedio, a más de 40 pacientes.
Esto ocurre mientras que los empleados de las otras áreas esenciales del hospital, e incluso otros trabajadores de la misma área COVID-19 que no laboran de forma corrida, continúan trabajando por sueldo mínimo (menos de dos dólares), sin suficientes insumos de bioseguridad, sin prestaciones del servicio de salud dignas y sin otros beneficios perdidos.
“Considero que todos se lo merecen. Si estamos todos trabajando y exponiéndonos, no es justo que se les dé a unos y a otros no. De paso, este incentivo lo está pagando la Gobernación, ni siquiera el IVSS”, manifestó María Marcano*, enfermera del hospital de Guaiparo.
Las que tenemos un año entero en área COVID, exponiéndonos al contagio ganamos el mismo sueldo mínimo. Ahora metieron un personal al que le están pagando 20 dólares y una bolsa de comida, y a nosotras no nos dan ni siquiera la bolsa”. |
Desde hace cuatro años los trabajadores de la salud de estos hospitales de Ciudad Guayana han protestado por la pérdida de sus beneficios. Hasta ahora las exigencias por mejoras salariales y la restitución de beneficios como la bolsa de alimentos y bonos vacacionales permanecen ignoradas.
“Hemos peleado por tanto tiempo para que nos devuelvan nuestros beneficios… como personal de la noche dormimos en el piso, nadie mete la mano por el personal de salud, no tenemos ni para darle almuerzo a nuestra familia”, manifestó Elena Bellorín*, con más de cinco años de experiencia en el Hospital Uyapar.
“El área COVID es prioridad, sí. Pero las demás áreas no cuentan con insumos, nos olvidaron”, agregó.
Es por eso que cada vez el hospital se queda con menos personal, aun durante la pandemia por COVID-19. Quienes se quedan no se dan abasto para atender a todos los pacientes que ingresan a cada servicio.
Mientras el estándar indica que una enfermera debe atender hasta cinco pacientes, los trabajadores activos deben atender a más de 10 pacientes dentro y fuera del área COVID-19. Aparte de mal remunerado, el trabajo se ejerce bajo presión.
“Trabajamos por nosotras y nuestras familias”
Dentro del área COVID-19 también hay discriminación entre quienes pertenecen a las cuadrillas (las que trabajan incluso en días libres), y quienes trabajan por guardias regulares, de 36 horas seguidas por nueve días libres.
“Las que tenemos un año entero en área COVID, exponiéndonos al contagio ganamos el mismo sueldo mínimo. Ahora metieron un personal al que le están pagando 20 dólares y una bolsa de comida, y a nosotras no nos dan ni siquiera la bolsa”, manifestó Dayana Sánchez*, enfermera del área COVID- 19 del hospital de Guaiparo.
La licenciada señaló que aparte de recibir mala paga, las enfermeras de área a menudo también deben cumplir el rol de camareras, lo que las somete a más presión laboral. “No es por menospreciarlas, es porque no podemos hacer mantenimiento y, al mismo tiempo, atender a los pacientes, ¿cómo le doy confort al paciente?”, cuestionó.
El personal de ambos hospitales exige a las autoridades competentes un salario digno, ajustado a la realidad del país, y que a todos se les beneficie conforme a tablas salariales equitativas.
“Tiene que ser así porque… solo a personal de área COVID se le paga hasta 100 dólares mensuales y una bolsa de comida, y a los trabajadores de la carpa se les paga 20 dólares semanales y una bolsa de comida… la gente está descontenta, todos estamos en pandemia y todos necesitamos”, manifestó Sirena Paredes*, personal del Uyapar.
Paredes denunció que este no es el único atropello que han recibido por parte de las autoridades. Informó que los beneficios que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) entrega a la directiva para beneficiar al personal sanitario, la directiva no se la da al personal. “Esas son las injusticias que pasan aquí”, lamentó.
Al inicio de la pandemia por COVID-19, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifestó la necesidad de que, a nivel mundial, los Estados garanticen condiciones laborales dignas, especialmente a los empleados esenciales como los trabajadores de la salud.
La organización señaló que debe haber respaldo estatal, pues el nuevo coronavirus tiene un efecto devastador en trabajadores de todos los sectores.
Mientras tanto, en los hospitales de Ciudad Guayana el Estado profundiza la desigualdad entre quienes deben enfrentarse a una economía dolarizada con un sueldo mínimo en bolívares cada vez más devaluados, y quienes aunque no pueden costear la cesta básica valorada en más de 200 dólares, cobran en divisa y sobreviven. Todo sobre contratos colectivos que son letra muerta.
La crisis hospitalaria es cada vez más abrumante, el personal no cuenta ni siquiera con transporte continuo. Con frecuencia más profesionales de la salud migran a otros sectores de la economía mientras que sin enfermeras el hospital no puede funcionar.
(*) Debido a la persecución que sufre el personal sanitario por parte del Estado, la identidad de estas personas fue resguardada