Si bien en cualquier contexto un diagnóstico de cáncer representa una difícil realidad para un paciente, la crisis económica venezolana y la escasez de medicamentos hace que tener esta enfermedad se vuelva una lucha contra la falta de recursos, las dificultades para acceder a tratamiento y el miedo constante de no poder pagar una próxima quimioterapia.
A propósito del mes rosa, Correo del Caroní entrevistó a dos pacientes con cáncer de mama diagnosticadas a finales de 2023 y principios de 2024, quienes destacaron que recibir esta noticia no solo fue un gran impacto por lo que significaba para su salud, sino por vivir el temor de no saber cómo iban a pagar los tratamientos requeridos.
Así lo vivió Dayana Meléndez, diagnosticada en diciembre de 2023, quien asegura que sobrevivió gracias a rifas, donaciones y colectas luego de encontrarse con un sistema público poco preparado para dar respuesta a un paciente oncológico.
Solo en la etapa de diagnóstico, Dayana pagó más de 300 dólares entre mamografías, tomografías y biopsias. Para luego gastar 450 dólares en medicamentos y 160 dólares para poder realizarse una primera tanda de quimioterapias. La realidad es que un paciente requiere al menos 700 dólares mensuales para tratar la enfermedad, un monto que dista mucho de lo que ganan los venezolanos.
“Nosotras hablábamos en las actividades de que nos gustaría que todas las cosas que nos ofrecen en el mes de octubre, nos las ofrecieran a lo largo de todo el año porque un diagnóstico no es nada más en el mes de octubre. Es todo el año. Sí creo que existen entes que pueden ayudar en este proceso y facilitar el proceso. En mi caso, el 26 de diciembre empecé con mis ciclos de quimioterapia. Por la fecha no conseguí nada en la parte pública. Ni un medicamento. Además, el proceso de despistaje es muy costoso. Las mamografías están en 30 dólares, me tocó hacerme tomografía que me costó 180 dólares. Las consultas con cardiólogos, rayos x… Aproximadamente 300 dólares solo para diagnosticarme”, relató Meléndez.
Intervenciones quirúrgicas oscilan los 6 mil dólares
“Tras ser diagnosticada, ahí empezó Cristo a padecer. Empezó el tema de las quimioterapias y no había medicamentos en los entes públicos. Otra cuestión es que son medicamentos de alto costo, eso no te lo van a vender en cualquier farmacia. No es que tú vas a una farmacia y lo vas a comprar: no lo vas a conseguir. Cuando yo empecé, el 26 de diciembre, me pareció absurdo que me comentaran que en el Oncológico Virgen del Valle por la fecha no me iban a atender. Me recomendaron hacérmela privada, compré los medicamentos y gasté 450 dólares. En la quimioterapia cancelé 160 dólares solo una sesión y tenía que hacérmelo cada 14 días. Pasé tres sesiones en esa misma metodología pagando full”, expresó Dayana.
Jennifer Milano, diagnosticada en febrero de este año, vivió una situación similar al encontrarse con un sector público que no disponía de la medicación suficiente para darle atención. La mayoría de su tratamiento fue costeado por su familia. Además relató que muchas conocidas iniciaron el proceso en la parte pública y tuvieron que migrar a clínicas, ya que no había disponibilidad de medicación.
“Cuando estás en ese proceso debes acudir a cita con el oncólogo cada vez que te toca la quimioterapia. Una consulta cuesta 50 dólares y también hay que asistir al mastólogo. La quimio, más o menos, con la aplicación e insumos te sale como 540 dólares y eso hay que hacerlo cada 21 días. Tengo compañeras que empezaron en el hospital, pero qué va, ahí no hay insumos. No hay medicamentos. No hay nada. Yo tenía que trabajar para asumir los gastos. Yo agarré reposo absoluto cuando me hice la cuarta quimio que me afectó bastante y después de la quinta me operaron. Me sacaron el tumor en una clínica y después de eso me enviaron 4 quimioterapias más. El precio de la operación fue de 6 mil dólares. Una persona sin recursos no se puede tratar. Es fuerte el gasto. El seguro a mí todavía no me ha reembolsado”, declaró.
A pesar de que el mes de octubre siempre trae mamografías gratuitas y actividades, pacientes entrevistadas por este medio confirmaron que durante el resto del año es muy complicado acceder a tratamientos y atención médica, siendo esto un gran factor de estrés, ya que la enfermedad no puede esperar.
Según la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, para 2023 80.698 personas habían sido diagnosticadas con cáncer en el territorio nacional. La organización aseguró que el 2023 fue el año con mayor mortalidad en las últimas décadas.
El presidente de la Sociedad Venezolana de Mastología, Víctor Acosta, confirmó que en el país hay una gran cantidad de oncológicos que no cuentan con servicios de mastografías, así como se reporta una importante escasez de medicamentos en el país.
“Tenemos carencias en relación a tecnología y disponibilidad de medicamentos. Necesitamos más y mejores medicamentos. Hay medicinas de última tecnología que no hay en el sector público y en el sector privado son de difícil acceso”, expresó Acosta.
Programa de pesquisas nacional: una necesidad en Venezuela
El mastólogo confirmó que diferentes organizaciones de salud que trabajan con cáncer de mama han propuesto un programa de detección nacional, el cual facilitaría el diagnóstico en el país y mejoraría las políticas públicas de salud; sin embargo, esta solicitud no ha sido atendida.
“Es necesaria la creación de un programa de pesquisas nacional desde el Ejecutivo. Un programa donde la paciente pueda acceder a una mamografía asintomática, sin que sienta algo en su mama, con una red de imágenes. Eso optimizaría la etapa de detección y, por ende, mejora el pronóstico de la paciente ante el diagnóstico de lesiones pequeñas. Esta propuesta ya se ha hecho en varias oportunidades”, puntualizó Acosta.
El cáncer de mama es la primera causa oncológica de muerte para la mujer en Venezuela, dada la situación actual, al menos 3 mil mujeres fallecieron durante el 2023 a causa de esta enfermedad.
Especialistas recomiendan la detección temprana como una de las mejores situaciones en las que la paciente puede tratar la enfermedad; sin embargo se necesitan más de cuatro ingresos mínimos para poder costear solo una quimioterapia, excluyendo consultas y demás tratamientos.
Según la organización Alianza con Ellas, una gran cantidad de mujeres no cuentan con recursos para hacerse una mamografía, topándose con pocas alternativas para atenderse en el sector público.