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Ajuste a Bs. 250 mil a partir El IVSS informó a los centros de diálisis este martes 4 de agosto de un nuevo ajuste en la tarifa para la sesión de hemodiálisis. El documento, firmado por la directora de Nefrología, Emilena Romero, notifica un ajuste a 250 mil bolívares ($ 0,95) por sesión a partir del 1 de agosto. “Reiterándoles la importancia de la efectividad del tratamiento de hemodiálisis, lo cual implica tres sesiones semanales con una duración mínima de tres horas, la disminución del tiempo de diálisis debe estar precedida por indicación médica”, expresa el comunicado con fecha del 3 de agosto de 2020. Los dueños de estas unidades calificaron el monto como una “burla”. |
En las unidades de diálisis en Bolívar se acentúa el déficit de recursos económicos. Desde hace dos años aproximadamente el pago que reciben por los convenios con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) está lejos de cubrir los costos operativos. Como consecuencia, se mantienen trabajando con máquinas dañadas, sin los mantenimientos correctos y sin pagar al personal salarios ajustados a la realidad.
El nefrólogo Jorge Nazzoure, dueño de la unidad de diálisis San Pedro en Ciudad Bolívar, manifestó que el IVSS paga 100 mil bolívares por cada diálisis realizada, el equivalente a $ 0,38, de acuerdo con la tasa del Banco Central de Venezuela este martes.
Hace 15 años cuando se inauguró la unidad San Pedro, el IVSS pagaba en bolívares el equivalente a al menos 12 dólares por diálisis. Con enfermeras, médicos, máquinas e insumos por mantener, Naazzoure no comprende cómo les pagan menos de lo que vale un refresco de dos litros. Aunque se han comunicado con la dirección del IVSS, no ha habido respuesta.
Los dueños de las unidades de diálisis solicitan 15 dólares por terapia para mantener la operatividad.
Estas unidades de diálisis son empresas privadas que prestan el servicio al IVSS a través de un contrato que no es renovado desde 2017. En esta alianza, las empresas deben garantizar el alquiler de los locales, el salario del personal de salud y el mantenimiento del sistema de ósmosis. El instituto dependiente del Ministerio de Salud se debe encargar del mantenimiento y renovación de los dializadores y de entregar los insumos para las diálisis.
La realidad es que esto no funciona de acuerdo con lo estipulado. Los dueños de los centros han tenido que costear los mantenimientos de las máquinas y el IVSS no se ha preocupado por renovar los dializadores dañados. Por esta razón, Nazzoure tiene cinco de las 17 máquinas dañadas y otras seis trabajando con múltiples fallas. “Tenía capacidad para dializar 96 pacientes y ahora tengo menos de la mitad”. Calcula que están atendiendo a solo 42 pacientes y en dos de los tres turnos que antes laboraban.
Las terapias de hemodiálisis crónicas son esenciales para eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo y las sustancias tóxicas en la sangre como la urea y la creatinina. Además, ayuda al control de la presión arterial. Estas máquinas dializadoras que funcionan como un riñón artificial son indispensables para mantener con vida a las personas con problemas renales. El proceso debe hacerse un mínimo de tres veces por semana, cuatro horas por día.
Nazzoure indicó que tiene aproximadamente dos años sin hacerle el mantenimiento correcto al sistema de ósmosis inversa, la cual purifica el agua para el proceso de hemodiálisis. “Si se daña la máquina -ósmosis- se quedan 42 pacientes sin diálisis”, advierte.
Además de las limitaciones en el servicio, el pago al personal es deficiente. “El sueldo es realmente un sueldo miserable”, indicó. Los ingresos por diálisis no permiten mantener salarios de ni siquiera 20 dólares mensuales. “Nos ha tocado sacar de nuestro propio peculio para poder pagar la segunda quincena”, agregó.
Devaluación y ajustes desfasados
Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, el IVSS pagó 40 mil bolívares por cada diálisis a una unidad especializada en Ciudad Guayana. En abril, ajustaron el pago a 100 mil bolívares. “No hacemos nada con eso, a duras penas logramos pagar al personal”, expresó un trabajador de una unidad de diálisis en Puerto Ordaz, que pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.
Los centros se mantienen con cuatro o cinco dializadores dañados |
Como mínimo, estima, deberían pagar 10 dólares por cada diálisis. En 2010, el pago por terapia equivalía a 16 dólares.
Los pagos actuales no permiten cumplir con el mantenimiento de equipos. Un kit para hacerle mantenimiento a un dializador cuesta 35 dólares, mientras que el técnico cobra un monto similar, precisó. El mantenimiento del sistema de ósmosis inversa alcanza los 1.000 dólares y se debería hacer por lo menos tres veces al año.
La última vez que pudo hacerle mantenimiento al sistema de ósmosis fue en octubre de 2019, pero este año no ha podido realizarlo ni espera lograrlo en el corto plazo. “Aquí lo que está uno es para sobrevivir”, subrayó.
“Todo está dolarizado y nosotros no tenemos capacidad para responder al arreglo de las máquinas”, dijo. Incluso los aires acondicionados fundamentales para evitar contaminaciones pueden llegar a representar un costo de hasta 300 dólares. “Estamos ahogados, prácticamente estamos bajando la santamaría”.
Su proyecto de salud, que incluía un laboratorio, quedó frustrado por la falta de respuestas del IVSS. Aunque las condiciones los limitan, teme cerrar por eventuales represalias gubernamentales, pero está consciente de que mantener las operaciones depende de las enfermeras, quienes trabajan con salarios de 10 dólares.
Continúa la desatención estatal
2.486 personas que recibían regularmente la hemodiálisis tres veces por semana en 86 de las 147 estaciones en el país murieron entre octubre de 2017 y junio de 2018, de acuerdo con una investigación de Armando.info. En ese periodo, la falta de insumos y la grave crisis eléctrica fueron las principales causas.
Este 3 de agosto, 100 pacientes renales atendidos en la unidad de diálisis de Barquisimeto, estado Lara, estaban en peligro de muerte, reportó la periodista de Crónica Uno, Gregoria Díaz. La máquina de ósmosis no funcionaba desde hace un mes y los pacientes no estaban recibiendo el tratamiento adecuado.
La grave crisis de salud sigue sin ser atendida por autoridades del IVSS. Las precarias condiciones de estos centros ponen en mayor peligro a quienes dependen de un dializador para sobrevivir.