Aunque el pasado 12 de abril Nicolás Maduro anunció que sostuvo una productiva reunión virtual con autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), para agilizar el proceso de entrega de vacunas contra la COVID-19, no hay avances significativos para la estrategia de vacunación masiva en Venezuela.
El director de emergencias de salida de la OPS, doctor Ciro Ugarte, señaló en rueda de prensa que los países no hacen solicitudes de vacunas específicas. El mecanismo Covax trabaja con la vacuna que esté disponible lo más pronto posible. La única opción disponible en este momento para el país es la vacuna de AstraZeneca, opción que el Estado venezolano rechazó, aunque ya emitió los fondos para pagar 50% de la cuota que se requiere para acceder al mecanismo Covax.
El subdirector de la OPS, doctor Jarbas Barbosa, aseguró que la organización está trabajando para brindar toda la información científica necesaria para que el Estado venezolano pueda tomar una decisión sobre la vacuna de AstraZeneca, basada en evidencia científica y recomendaciones del comité de expertos independientes de la OPS y el comité de seguridad de la Agencia Reguladora de Medicamentos en Europa.
“Esta vacuna (AstraZeneca) está sometida a una revisión muy rigurosa. Es importante garantizar el acceso de las personas a las vacunas. Sin duda esto puede salvar vidas”, dijo.
“Estamos trabajando con esos países (Haití y Venezuela) para compartir toda la información científica que tenemos que justifica la utilización de la vacuna”, agregó.
La vacuna de AstraZeneca tiene un porcentaje de eficacia promedio de 79%, se puede almacenar entre los 2 y 8 grados centígrados, no se requieren mayores implementos para cumplir con su cadena de frío. |
Por otro lado, la directora de la OPS, doctora Carissa F. Etienne, reiteró que las vacunas son seguras. “Los informes de efectos adversos de esta vacuna son muy poco frecuentes, estas vacunas pueden salvar vidas”.
Si el Estado venezolano continúa negándose a utilizar la vacuna de AstraZeneca, al país rezagado en planes de vacunación -que aún no concreta su entrada al mecanismo Covax- no le queda otra opción que esperar por tiempo indefinido que otras empresas en el mundo establezcan acuerdos de compra y venta de vacunas, a través de la Alianza Internacional de Vacunas (GAVI), lo que implica que, durante la espera, muchas más personas estarán en riesgo de contagiarse y morir.
Otra opción en la palestra es la vacunación masiva que el régimen tiene prevista para julio con la vacuna cubana Abdala, que pese a que aún está en fase III de experimentación y no ha sido estudiada por la OPS, Minsalud ya aprobó su producción en el país.
El Estado venezolano rechazó los 2,6 millones de dosis de vacuna de AstraZeneca que la OPS reservó para el país en un momento en el que Venezuela atraviesa por la segunda ola de contagios por COVID-19, que encara con una red hospitalaria en crisis y con una alta tasa de mortalidad de personal sanitario.
Hasta ahora, el mecanismo Covax ha entregado a distintos países del mundo más de 30 millones de vacunas Pfizer y AstraZeneca. Todas las demás opciones aún se están evaluando. La vacuna de Pfizer no es una opción para Venezuela, por sus estrictos estándares de refrigeración entre -20 y -60 grados centígrados.
La vacuna de AstraZeneca tiene un porcentaje de eficacia promedio de 79%, se puede almacenar entre los 2 y 8 grados centígrados, no se requieren mayores implementos para cumplir con su cadena de frío.
Mientras el tiempo pasa, Venezuela todavía no ha vacunado al 1% de la población. Hasta ahora, al país han llegado dosis reducidas de la vacuna Sputnik V de Rusia y Sinopharm de China.