martes, 3 diciembre 2024
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Entre los 40 y 80 dólares diarios cuesta el oxígeno para atender desde casa a pacientes con COVID-19

Además de las recargas de oxígeno, los equipos como manómetros, vaso humidificador y mascarillas pueden rondar entre 100 y 200 dólares.

En Ciudad Guayana el costo por la recarga de una bombona de seis metros cúbicos, la más grande para atender a pacientes de COVID-19, es de 40 dólares, 25 veces más de lo que gana un venezolano cobrando salario mínimo. Además de esto, el número de recargas podría ser un gasto que supere los mil dólares dependiendo de lo que consuma el paciente durante su enfermedad.

Los ciudadanos ante esto se mantienen totalmente desamparados. Tanto el Hospital Dr. Raúl Leoni como el Uyapar, los dos centros de salud públicos que reciben pacientes contagiados, están saturados y lejos de cumplir con los requerimientos mínimos. A los pacientes, entonces, les toca correr con sus propios gastos si es que reúnen el dinero y la gasolina para cumplir la logística en casa.

El oxígeno está en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2017, es decir, de aquellos insumos que todo Estado debe garantizar a su población “en todo momento, en cantidades suficientes, en las formas farmacéuticas apropiadas, con una calidad garantizada, y a un precio asequible para las personas y para la comunidad”, señala la norma.

Pero en Venezuela, como otros medicamentos de esa lista, son insuficientes. El encargado de una distribuidora de oxígeno, Antonio Poth, alquila los cilindros más grandes (seis metros cúbicos) a 50 dólares. Calcula que con una salida de tres litros por minuto el oxígeno se podría consumir en unas 24 horas, pero todo depende del paciente, ya que si necesita un consumo mayor, el tiempo se reduciría.

Según las recomendaciones generales de la OMS, a los niños se les puede suministrar dosis bajas que oscilan entre 1 y 2 litros por minuto, pero los adultos pueden llegar a necesitar hasta 10 y 15 litros por minuto lo que gastaría aún más rápido el oxígeno.

“Le puede pasar que se agote a la media noche, o una hora de la madrugada ¿y a dónde va salir a buscar la otra?”, dijo. Dependiendo del cuadro clínico,  lo ideal sería tener una bombona de repuesto, sobre todo los fines de semana en las que es más difícil volver a llenar los cilindros.

Además del alquiler, para brindarle oxígeno a un paciente se debe buscar instrumentos complementarios que no brindan en su empresa y que se venden por separado. Poth estima que solo un manómetro puede costar como mínimo 100 dólares.

Con depósito

La pandemia llegó en un momento donde la emergencia humanitaria compleja cumple cinco años como consecuencia de las políticas improductivas del régimen de Nicolás Maduro. La poca inversión para mantener a los hospitales dotados genera mayor drama para los contagiados.

En Bolívar, además de las carencias de insumos y la escasez de cilindros, una bombona de oxígeno puede alcanzar los 300 dólares, debido a esto las empresas tratan de crear facilidades que les permitan a las personas acceder a estos equipos sin tener que hacer un gasto mayor.

Una vendedora de oxígeno que prefirió no identificarse manifestó que en su distribuidora cobran 40 dólares por la recarga de oxígeno a las personas que tienen cilindros, pero de tener que prestar también la bombona solicitan un depósito de 50 millones de bolívares que será devuelto apenas regresen el equipo.

En farmacias de la ciudad el vaso humidificador puede costar 7.5 dólares, mientras las máscaras se pueden encontrar en 1.5, pero este es de los productos más económicos en comparación con el manómetro el cual puede venderse entre 100 y 190 dólares, afirmó la fuente.

Antes de la COVID-19 podían tener una demanda de tres o cuatro cilindros semanales por parte de particulares, pero ahora con la pandemia pueden llegar a recargar hasta 13 cilindros en un lapso de dos días. “Tenemos mucha demanda, demasiada demanda”, indicó.

15 días recargando

Otro vendedor de oxígeno que prefirió no identificarse señaló que un paciente grave de COVID-19 podría consumirse una bombona de seis metros cúbicos de oxígeno en un tiempo entre ocho y 14 horas dependiendo del flujo que indique el médico.

Sus clientes que tienen a familiares en situación crítica gastan 80 dólares diarios para atender a una persona, un monto inalcanzable en un país donde 79% de sus ciudadanos viven en pobreza extrema.

En su establecimiento no alquilan los cilindros, por lo que cada persona debe llevar su propia bombona. La recarga tiene un precio de 40 dólares en el cilindro más grande, 15 dólares en la mediana y 10 en la bombona portátil.

“No tenemos manómetro, flujómetro y el vaso humidificador”, advierte el vendedor, sobre los otros equipos. Estima que además de la recarga, el kit para completar el proceso puede costar alrededor de 120 dólares.

De no tener acceso a un cilindro propio o prestado, el gasto por comprar dos bombonas y el kit podría ser de unos 700 dólares, además de esto los gastos en recargas de oxígeno podrían alcanzar los 1.200 dólares ya que conoce el caso de pacientes que han necesitado de las bombonas hasta por 15 días continuos.

Aunque la mayoría de los países del continente han tenido graves problemas para atender con oxigeno a su población, las medidas de emergencias de algunos mandatarios han logrado hacer contrapeso para atender a los pacientes contagiados, en Venezuela por al contrario, el gobierno regional hace caso omiso a estas carencias y los ciudadanos deben por si mismos resolver las necesidades de sus familiares y amigos.