domingo, 8 septiembre 2024
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Comunidad médica exhorta a Maduro a reconsiderar flexibilización amplia de diciembre por aumento de riesgo de contagios

La opinión científica sentencia que suspender la reducción de movilización aumentará la transmisión comunitaria del virus en un escenario pandémico incierto sin capacidad de respuesta de la infraestructura hospitalaria.

@mlclisanchez

Comunidad médica y científica exhorta al régimen de Nicolás Maduro a reconsiderar la flexibilización amplia a partir del primero de diciembre, pues se aplica en un escenario de incertidumbre epidemiológica, con un sistema de salud incapaz de responder a las demandas de la población y un sistema de vigilancia epidemiológica débil.

El comunicado conjunto emitido por la Academia Nacional de Medicina, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, la Alianza Venezolana por la Salud, la Federación Farmacéutica Venezolana y otras cuatro organizaciones médicas y científicas enfatiza en que suspender las estrategias de reducción de movilización de la población aumentará el riesgo de contagios y transmisión comunitaria del SARS-Cov-2.

La comunidad médica y científica recomienda al régimen que acate las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aplicando una estrategia sanitaria adaptada a la situación de cada región, ciudad y municipio del país y según la capacidad de respuesta del sistema de salud.

“La flexibilización ocurre en un escenario nacional de incertidumbre donde las precarias condiciones del sistema de salud lo hacen incapaz de dar respuesta a las demandas de salud de la población en condiciones normales y menos aún en una situación epidémica”, señala el comunicado.

Los expertos consideran que la aplicación indiscriminada de la flexibilización de la cuarentena relaja la percepción de la población sobre la necesidad de utilizar las medidas de bioseguridad que, hasta ahora, son la única forma efectiva de controlar y disminuir los contagios por COVID-19, en tanto no haya una vacuna o tratamiento disponible capaz de cambiar el curso de la enfermedad. Se refieren al confinamiento, distancia física, lavado constante de manos, uso de mascarilla y evitar sitios concurridos.

La sociedad científica y médica reitera que las medidas de salud pública para controlar la epidemia deben estar ajustadas a la realidad epidemiológica y deben estar sustentadas en la legislación vigente y en tratados y acuerdos internacionales.

“Y a la vez afectar lo menos posible las libertades individuales, y los derechos de las personas y que produzcan la menor disrupción de la vida social y económica de la población”, dice el comunicado.

La opinión científica establece que la flexibilización completa deja sin justificación las razones por las que el régimen prolongó el Estado de excepción por alarma sanitaria, prolongación que algunos expertos aseguran que es una medida para restringir derechos humanos y no una medida de salud pública para proteger a los ciudadanos.

¿Casos en descenso?

   
Expertos consideran que la flexibilización general de la cuarentena relaja la percepción de la población sobre acatar las medidas de bioseguridad necesarias

Para este 29 de noviembre, en Venezuela se reportaron 280 nuevos casos de COVID-19. Nicolás Maduro anunció que el país presenta 13 casos activos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes.

Maduro aseguró que, con campaña electoral y aumento de circulación en la calle en la semana de flexibilización, el esquema de flexibilización 7+7 cumplió con el objetivo de reactivar los sectores económicos “sin un incremento importante de casos”.

Sin embargo, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) proyectó un promedio de 14.000 casos diarios a finales de año y una proyección de 400.000 casos totales para octubre. Incluso, sin que se contemplase para diciembre una flexibilización completa que, per se, aumenta los riesgos de contagio comunitario.

Expertos como el epidemiólogo y ex ministro de salud José Félix Oletta aseguran que una disminución de casos en las cifras oficiales responde más a una menor capacidad diagnóstica que a un descenso real de la epidemia, a la que desde sus inicios no se le ha podido tomar el pulso más allá de las proyecciones científicas.

Desde los primeros esquemas de flexibilización, en junio de 2020, la comunidad científica ha alertado que Venezuela enfrenta una curva exponencial de contagios, y que todos los indicadores de salud pública señalan que no es un buen momento para flexibilizar aunque el discurso oficial insiste en que la curva se aplanó, generando expectativas en la población divorciadas de la opinión científica.

Piden cese del esquema 7+7

Mientras tanto, el presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Felipe Capozzolo, solicitó al Gobierno nacional suspender definitivamente el esquema 7+7 a partir de enero para garantizar la sobrevivencia de las empresas.

“Estamos convencidos de que ya es una herramienta que no tiene nada que ver con la situación que está sucediendo, la estrategia tiene que cambiar, es muy difícil para las empresas adaptarse a esa intermitencia, tenemos que superarla y llegar a una estabilidad de producción”, dijo en esa oportunidad.

Capozzolo explicó, en una rueda de prensa realizada este 24 de noviembre, que la flexibilización general de diciembre no solo es un oxígeno para las empresas y sus empleados, sino que influirá directamente en la capacidad de algunos negocios de reabrir o no su santa maría en enero.

Insistió en que entre 20% y 30% de los agremiados no podrán abrir sus puertas en enero y deberán cambiar de sector económico para sobrevivir o reinventarse. Dijo que la paralización comercial también fue un factor determinante para la migración de muchos negocios a la informalidad que repercutirá a la postre en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Comercios e industrias han planteado una reactivación “segura” de la producción para evitar la pérdida de 3 millones de empleos, pues el régimen de Nicolás Maduro tampoco fue capaz -aunque lo ofreció- de brindar seguridad social y asumir parte de la nómina salarial de los empleados durante la contingencia. Solo llegó a un aumento salarial de 1.200.000 bolívares con el que no se puede costear la canasta básica alimentaria.