Desde hace un tiempo, profesionales de diferentes carreras universitarias vinculadas al área de la salud advierten sobre el cada vez más frecuente intrusismo en sus profesiones. Esta vez la advertencia la hace el Colegio de Fisioterapeutas del estado Bolívar, que actualmente cuenta con 57 profesionales colegiados en la zona.
Alicia Espinoza, presidenta del Colegio de Fisioterapeutas de la entidad, destacó que la fisioterapia es una profesión con formación y educación universitaria y que desde 2005 lograron la licenciatura. Además se rigen por la Ley de Ejercicio de Fisioterapia.
La carrera se imparte en la Universidad Central de Venezuela, Colegio Nacional Universitario de Rehabilitación, Universidad de los Altos Mirandinos, la Universidad Arturo Michelena, Nacional Experimental Rómulo Gallegos, Nacional Experimental Francisco de Miranda, Politécnica Territorial Francisco Tamayo, Politécnica de Monagas, la Experimental Ludovico Silva y la Universidad Hugo Chávez Frías, en Ciudad Bolívar.
“Hay un intrusismo en nuestra carrera y en todas las carreras de salud, y nos está afectando mucho. No solo se corre el riesgo de lastimar a la persona, sino de matar personas. Estamos trabajando con seres humanos y es sumamente delicado”, señaló Claudia Builes, miembro de la directiva del Colegio de Fisioterapeutas.
“El intrusismo ha crecido cada vez más en nuestra área de salud. Lo hemos visto en cursos espontáneos de un mes, dos meses, carreras de medicina, fisioterapias, enfermería, en menos de un año. Es preocupante porque es nuestra salud la que está en manos de estas personas. Deben pedir credenciales a todas las personas que traten de abordar nuestra salud”, agregó.
Espinoza explicó que todo paciente que tenga una lesión, dolor o parálisis, debe acudir con el especialista según el padecimiento. Puede ser un médico internista, un neurocirujano, médico fisiatra, traumatólogo. Luego se remitirá al fisioterapeuta que evaluará al paciente al inicio, durante y después del tratamiento.
“Hay que evitar hacer el tratamiento con personas no calificadas, deben tener un número de sanidad, estar federados y colegiados en cada estado. Cuando un paciente tiene una lesión y ve que el movimiento que le están haciendo le causa más dolor e inflamación, no están trabajando correctamente. Todo paciente bien tratado tiene evolución”, afirmó la presidenta del gremio.
“Los cursos no estudian la base de la anatomía y la fisiología ni las demás materias que tengan que ver con la medicina, porque nosotros vemos traumatología y ortopedia, ginecología y obstetricia, medicina interna, para tener un estudio global del paciente”, destacó Espinoza.
Casos
Al gremio han llegado casos de pacientes tratados por personas no calificadas.
“Tuve una paciente que por no tener quién la trajera a las terapias, llegó con una persona que dijo que era fisioterapeuta. Ella creyó, pero no veía evolución, tenía más dolor y estaba inflamada. Comenzó a preguntar de dónde tenían estudios y simplemente, esa persona no volvió más. En el Instagram y Facebook del Colegio de Fisioterapeutas de Bolívar pueden ubicar a la mayoría de los fisioterapeutas habilitados para ejercer”, indicó la presidenta.
De los que ejercen ilegalmente, hay quienes van a domicilio y otros laboran en sitios clandestinos que no han podido ubicar.
“Tuvimos una chica que llegó a las empresas básicas, al área de rehabilitación, con título falso de la UCV. No se pudo investigar en el momento. Fue a postular al Fragachán, y allí se investiga y se dan cuenta que era falso su título. Siguió en otras instituciones hasta que se empezó a hablar del intrusismo y correr la información. No se llegó a nada legal porque las colegas que estaban en ese momento no tenían las pruebas y la ley dice que cuando tengamos un caso hay que acudir a Fiscalía con toda la información de respaldo”, explicó Espinoza.
Sin fisioterapia hospitalaria
Cabe destacar que el servicio de fisioterapia en Ciudad Guayana se ofrece en su mayoría a nivel privado, después del cierre del servicio en los hospitales Uyapar y Dr. Raúl Leoni.
“Lamentablemente se dañaron los aires, la electricidad, los equipos y no se arregló. En 2016 se cerró el servicio en el Uyapar. Prestábamos servicio más que todo con nuestras manos y amor. Los equipos se pidieron muchas veces. Llegaron, nunca nos los entregaron y cuando los fuimos a ver, los animales los habían dañado. Luego nos los vuelven a dar, pero el servicio se cierra porque decían que no era prioritario y pusieron en nuestra área todo lo que era terapia intensiva. Nos resguardaron los equipos, pero cuando nos devuelven el área no había equipos, no aparecieron”, comentó Builes.
El servicio de fisioterapia actualmente no está activo a nivel hospitalario, solo se ofrece en el Centro de Rehabilitación Dr. Carlos Fragachán.
“Lamentablemente hoy no hay servicio público. El colegio quiere llegar a eso, recuperar los espacios a nivel de hospital”, destacó la presidenta del gremio.