Al menos 14 muertes se han registrado recientemente en el estado Anzoátegui por casos de diarrea, patología vinculada con el consumo de agua contaminada. A propósito de esta situación, el presidente del Colegio de Médicos en Bolívar, Hugo Lezama, señaló que desde hace dos meses se viene presentando en Ciudad Guayana una epidemia de amibiasis y hepatitis A: de esta última siguen llegando casos a las consultas.
Aunque no hay cifras sobre el total de casos registrados y las muertes, Lezama indicó que en promedio han llegado hasta cinco pacientes con hepatitis A, solo a las consultas privadas, por cuanto se estima que en hospitales y otros centros de salud pública el número sea mayor. La población más afectada son los de edad preescolar y escolar.
Tanto la amibiasis como la hepatitis A están relacionadas con la contaminación fecal en alimentos y manos, una de las causas de la infección está asociada al consumo de agua contaminada o no tratada en la ciudad.
Lezama señaló que si bien han podido controlar las enfermedades con los pocos medicamentos disponibles, una condición que sigue afectando a la salud de los pacientes, principalmente niños, es la desnutrición.
“Si tenemos a una población desnutrida, está más propensa a enfermedades por falta de un buen desarrollo del sistema inmunológico”, destacó Lezama.
Como medidas preventivas, recomendó hervir el agua para consumir, lavarse bien las manos antes de manipular alimentos (poner énfasis en la higiene de los mismos), limpieza del hogar y conservación de ambientes externos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los síntomas de la hepatitis A tienen carácter moderado o grave y comprenden fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular). Los infectados no siempre presentan todos esos síntomas”.
“No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Los síntomas pueden remitir lentamente, a lo largo de varias semanas o meses. Lo más importante consiste en evitar medicamentos innecesarios. No se deben administrar antieméticos ni paracetamol. La hospitalización es innecesaria en ausencia de insuficiencia hepática aguda. El tratamiento persigue el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y diarreas”, agrega la OMS.