Casi seis años han transcurrido desde que el Ministerio de Salud suspendió el Programa de Procura de Órganos en Venezuela. Es por eso que este martes 16 de mayo, las Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV) y Prepara Familia, se unieron para exigir su reactivación. Así lo informó el Observatorio Social Humanitario vía nota de prensa.
Según la ONTV, más de 10 mil personas en Venezuela esperan por un trasplante de órganos. 98% de las personas que no tienen a un familiar compatible están sin esperanzas de recibirlo.
Actualmente en el país no existen programas de trasplante de cadáveres a personas vivas, las cirugías que se hacen son contadas. El programa de trasplante de donante vivo solo se hace en Caracas y Maracaibo, y las intervenciones son limitadas.
“Solamente se están haciendo en la clínica El Paraíso, en Maracaibo se han hecho uno o dos trasplantes de donante vivo en el Hospital Coromoto y en el Hospital de Niños J. M. de los Ríos se hizo en el mes de noviembre un trasplante de donante vivo”, denunció Anabela Arminio, asesora de la ONTV.
Arminio resaltó que es urgente que el Estado asuma este programa, principalmente, por lo elevado de los costos que implica todo el proceso. “El trasplante es muy costoso el primer año, pero a medida que pasa el tiempo, los costos son mucho menores que el procedimiento de diálisis, que también es costoso”, manifestó.
Según ONTV, desde 2017 han muerto cerca de 70 niños que esperaban por trasplantes de riñón. Y este es apenas un subregistro de la tragedia.
Las oenegés señalaron que la opacidad del Estado venezolano, impide determinar con precisión cuántas personas han fallecido tras casi seis años de paralización de los trasplantes en Venezuela, y cuántas personas están siendo dializadas mensualmente.
Rescate de la red hospitalaria y servicios públicos
El Programa de Procura de Órganos en Venezuela está paralizado por falta de condiciones hospitalarias adecuadas. Activarlo pasa por garantizar el funcionamiento continuo de los servicios públicos dentro de los hospitales, quirófanos en óptimas condiciones, además de dotación continua y suficiente de insumos.
Además debe haber garantías de espacios libres de contaminación a través de procedimientos de asepsia y antisepsia, debido aislamiento, climatización y servicios complementarios como imagenología y laboratorio.
“No se puede realizar una operación de alto nivel en un hospital venezolano en las condiciones en que se encuentran actualmente. Estamos hablando de problemas con los servicios públicos, para nadie es un secreto la situación fuerte que vive el sector salud con el suministro de agua. El agua no es regular, usted no puede hacer una operación de alta envergadura sin agua”, argumentó Katherine Martínez, directora de la organización Prepara Familia.
Al ser procedimientos de alta envergadura, los pacientes que reciben trasplantes de órganos también requieren de un servicio de alimentación especial dentro de los hospitales durante la hospitalización. Algo de lo que también carecen los centros de atención médica.
El Estado también tiene que garantizar los medicamentos inmunosupresores, cuya escasez aumenta el riesgo de rechazo de órganos de las pocas personas que logran recibir un trasplante en el país.
“Las ambulancias, los equipos de imagenología, los laboratorios que continúan sin poder hacer los exámenes porque no cuentan con los reactivos que requieren. Pareciera que nos hubiéramos suspendido en el tiempo, porque las mismas denuncias que hacíamos en el año 2017, las seguimos haciendo ahora”, lamentó Arminio.
Las oenegés enfatizaron que la garantía del derecho a la vida y la salud, son responsabilidad intransferible del Estado venezolano, que debe garantizar todas las condiciones básicas para que se realicen este tipo de operaciones, en cualquiera de los hospitales del país dispuestos para ejecutar esas intervenciones. (Con información del Observatorio Social Humanitario)