La Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional (Redac Internacional) presentó el informe Las voces de ellas: Situación de las mujeres venezolanas en movilidad, que pretende visibilizar las violencias a las que se ven sometidas las mujeres durante el proceso migratorio.
Redac Internacional, y las organizaciones que colaboraron para la realización de este informe: Clínica Jurídica para Migrantes de la Universidad de los Andes, Red Panamericana y Caribeña de Organizaciones por los Derechos Humanos (Pacuhr), Red Reto, Venezolanas Globales, Women’s Link Worldwide, Es Pa Lante, Sigma y el Centro de Atención Integral Psicopedagógica Integral (Caipi), ponen el foco en la desprotección y las violencias de género que crecen ante el recrudecimiento de políticas migratorias restrictivas y el incumplimiento de las obligaciones internacionales de derechos humanos por parte de los Estados, tanto de origen, como de tránsito y acogida.
Un anterior informe de la organización, que recogió testimonios y análisis de personas venezolanas migrantes y refugiadas ante la situación de movilidad humana durante la pandemia, expone como en el contexto de la COVID-19, la respuesta de los Estados del cierre de fronteras exacerbó las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas, incrementándose “formas concretas de violencia de género (femicidio, violación, trata y otras formas de explotación sexual) en su lugar de origen, durante el tránsito y en el país de destino”.
Las cifras de la movilidad humana venezolana
Redac Internacional recuerda que la crisis que atraviesa Venezuela ha originado una salida masiva y forzada de personas en los últimos años, quienes en su mayoría necesitan protección internacional. Según cifras publicadas hasta noviembre 2021 por parte de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma Interagencial o R4V) se estima que 6 millones de personas venezolanas han salido del país.
La mayoría de estas personas en movilidad humana (4,9 millones) se encuentran en Latinoamérica y el Caribe, principalmente en: Colombia (1,84 millones), Perú (1,29 millones), Ecuador (508 mil), México (83 mil), Argentina (173.200), Aruba (17 mil) y Curaçao (14.200).
Mientras que fuera de la región, los países que han recibido mayor flujo migratorio de personas venezolanas son: Estados Unidos (462.200), España (415 mil) e Italia (59.400). Actualmente Venezuela es el segundo país del mundo con mayor cantidad de personas migrantes y refugiadas, superado solamente por Siria.
La organización agrega que la falta de acceso a documentación e información sobre las condiciones en el tránsito y destino migratorio, así como la ausencia de una respuesta regional coordinada para garantizar el acceso a los mecanismos de protección y regularización migratoria, expone a la población venezolana migrante a utilizar vías inseguras para salir del país.
Además destacan la ausencia de cifras oficiales de migración que hace más difícil conocer las verdaderas dimensiones y características del fenómeno migratorio. Datos consolidados de la Plataforma Interagencial registran que el 53,65% de personas beneficiaras son mujeres (34,84%) y niñas (18,81%) en movimiento.
La movilidad con enfoque de género
El informe resalta que “un análisis de género a la situación de movilidad humana permite identificar las construcciones sociales vinculadas a los roles y los estereotipos de género en las dinámicas migratorias, así como el reconocimiento de las causas para salir de Venezuela”.
Asimismo, el informe Mujeres al Límite. El peso de la emergencia humanitaria: vulneración de derechos humanos de las mujeres en Venezuela, “documenta los impactos de género derivados de la grave crisis de derechos humanos y democrática del país: feminización de la pobreza, aumento de la mortalidad materna y las complicaciones obstétricas, del embarazo adolescente y de enfermedades de transmisión sexual (sífilis congénita y VIH), abortos inseguros asociados a embarazos no deseados, esclavitud sexual, femicidios y otras manifestaciones de violencia de género en el ámbito privado y público, y numerosos obstáculos para el acceso a la justicia”.
Redac Internacional añade que estas vulneraciones han sido denunciadas ante instancias internacionales por diversas organizaciones feministas. En octubre de 2021, ocho de ellas denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la desprotección e invisibilización en la que se encuentran mujeres y niñas venezolanas, y las múltiples violencias ejercidas en su contra, así como la inacción del Estado venezolano en prevenirlas y sancionarlas.
La red indica que la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres venezolanas durante el proceso migratorio se ve reflejada en las 47 entrevistas realizadas para este informe. Las experiencias de cuarenta y seis mujeres y un hombre trans, que salieron en el periodo 2014-2021, “reflejan claramente las discriminaciones intersectadas en razón del género, el estatus migratorio, la clase social, la identidad de género y la orientación sexual”.
Sostiene que estas mujeres, con su salida de Venezuela, buscan estrategias para seguir vivas. Los relatos muestran “cómo la xenofobia ha estado presente, con agresiones físicas y psicológicas, cometidas tanto por particulares del país receptor, como por las propias instituciones”.
También “se han documentado casos de trata con fines de explotación sexual, violencia sexual, violencia reproductiva y femicidio. Las entrevistadas identificaron -generalmente- experiencias de violencia de género y experiencias de xenofobia, que se entrelazan directamente y explican la multiplicidad de situaciones discriminatorias vividas”, reza el informe.
Además sostienen que “la dimensión de la violencia sexual se encuentra fuertemente presente en el proceso migratorio de las mujeres venezolanas, vinculado a la xenofobia y a la hipersexualización de sus cuerpos”.
Recomendaciones
A partir del informe, la organización recomienda: reconocer y proteger los derechos humanos de las personas que atraviesan los territorios durante el proceso de movilidad, abordar la respuesta migratoria desde el enfoque de derechos humanos y género, “garantizando los principios de no devolución, unidad familiar, la prohibición de rechazo en frontera y el acceso fácil a los mecanismos para buscar y recibir protección internacional, así como la regularización de la situación migratoria”.
Además abordar la trata de personas desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, así como “adoptar medidas de prevención, investigación, sanción y reparación con enfoque de género y diversidad sexual frente a las situaciones de violencia y discriminación por razón de género”.
También destacan el “garantizar el acceso a la salud a las mujeres y personas LGBTI venezolanas, lo que requiere desarrollar programas que aborden la experiencia migratoria, incluida la atención psicosocial y la atención a la salud física con énfasis en la salud sexual y reproductiva”. Así como adoptar medidas de sensibilización para prevenir la xenofobia y el racismo.
A la comunidad internacional recomiendan “fortalecer los mecanismos y los instrumentos de cooperación regional para afrontar la crisis de movilidad humana venezolana con una perspectiva de derechos humanos” y “apoyar y facilitar la adopción de medidas adecuadas para hacer frente a la crisis de movilidad humana, con un enfoque de derechos humanos y de género, que incluya una política específica de atención a mujeres y niñas, teniendo en cuenta las vulnerabilidades y riesgos específicos que enfrentan”. (Con información de Redac Internacional)