No es un invento cuando dicen que el país está en la cola en cuanto a derechos para la comunidad Lgbtqi+. Venezuela es uno de los pocos países en América Latina donde no existe el matrimonio igualitario o entre parejas del mismo sexo y, al parecer, es una realidad que continuará.
Hasta ahora ocho países de Latinoamérica aceptan la unión legal entre parejas del mismo sexo y hasta Cuba, con un régimen parecido al de Venezuela, lo acaba de aprobar.
El primero en dar el paso fue Argentina en 2010, le siguieron Brasil y Uruguay, ambos en 2013; Colombia en 2016, Ecuador en 2019, Costa Rica en 2020, Chile en 2021 y Cuba hace un par de años.
Quiteria Franco, directora de la ONG Unión Afirmativa, recordó que en 2008 el Tribunal Supremo de Justicia publicó la sentencia 190 que “no prohíbe ni condena la unión legal entre personas del mismo sexo” y dejó su aprobación en manos de la Asamblea Nacional, un ente que hasta ahora no ha hecho nada.
“Fue además un recurso de interpretación que introdujo Unión Afirmativa, precisamente para preguntar por el artículo 21 de la Constitución, que dice que todas las personas son iguales ante la ley independientemente de su raza, sexo, credo o condición social y el 77 que reza que se protege el matrimonio y la igualdad absoluta de los derechos y obligaciones de los cónyuges”.
Franco dijo que esa acción del TSJ fue importante, pero no suficiente.
“La AN no hizo su trabajo, no hay impedimento alguno, solo hace falta voluntad política y no existe. Lo que haría falta es que el TSJ haga una evaluación de la sentencia 190 y a través de la AN se modifique el Código Civil o alguna ley específica”, sostuvo Franco.
Expansión, en vez de matrimonio igualitario
Franco indicó que prefiere hablar de la ampliación del matrimonio y no de la aprobación de matrimonio igualitario.
La abogada, exdiputada y excandidata a la primaria de oposición, Tamara Adrián, dijo que la historia está repleta de negativas al matrimonio entre personas diferentes.
“Hasta 1968 negros y blancos no podían casarse en Estados Unidos, en Venezuela los judíos para casarse tenían que ir a Curazao”.
Adrián indicó que en Venezuela los derechos de la comunidad Lgbtqi+ están cercenados.
“Los Estados no otorgan derechos, esos son inherentes a la persona. En Venezuela se violan derechos a todas las personas, pero qué diferencia hay entre los pensionados y los homosexuales, que los primeros tienen derechos en la ley, los segundos no”.
Adrián manifestó que desde el Estado se maneja un discurso discriminatorio, empezando por el empleado por el fiscal general designado por la desaparecida Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab.
“En Venezuela tenemos un excesivo militarismo, un ala que no está precisamente abierta al tema de la diversidad sexual y la presencia de las iglesias evangélicas neo pentecostales que representan el 36% de la población en el país, el más alto de América Latina”, precisó.
Franco sostuvo que el Gobierno venezolano practica una especie de homofobia de Estado.
“En este gobierno de Maduro, recientemente se le ha dado mucha palestra a grupos religiosos, especialmente de tinte evangélico, que se caracterizan por ser anti derechos Lgbtqi+”, agregó Franco.
La directora de Unión Afirmativa consideró que en Venezuela hay un sistema que oprime a las personas LgbtqI+.
“La verdad es que todas las instituciones han permanecido inertes con relación al tema. No hay institución del Estado alguna que haya hecho algo significativo para la protección legal de las parejas del mismo sexo. Al contrario, de manera deliberada han violado los derechos por omisión”, advirtió.
“Lo que no te guste, no te da derecho a negar derechos”, puntualizó Adrián.