Suma de problemas, resta de financiamiento, deserción de estudiantes y docentes que se multiplica exponencialmente y división de esfuerzos. Grosso modo, este es el paisaje actual de un gran número de escuelas y departamentos de matemáticas de las universidades públicas en Venezuela.
¿Podrá revertirse?
Recientemente, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman) organizó el Foro Reflexiones sobre los estudios universitarios de matemáticas en Venezuela.
La doctora Liliana López, presidente de la Acfiman, reconoció que, cuando asumió las riendas de la corporación, se propuso trabajar estrechamente con las Comisiones y Comités de Asesoría Técnica de la corporación. Una de las primeras personas a las que contactó fue al doctor Carlos Di Prisco, director de la Comisión Permanente de Matemáticas Puras, debido a la “necesidad de hablar sobre los problemas que afronta nuestro país en cuanto al estado actual de los estudios de matemáticas. Este foro se convierte ahora en otra de mis tareas dentro de la Acfiman”.
La situación pasó de ser coyuntural a estructural. “A simple vista, luce preocupante, principalmente por la falta de profesores y la drástica disminución del número de estudiantes. Es impactante el grado de deserción en las universidades”, admitió el doctor Di Prisco, Individuo de Número (Sillón XXVII) de la Acfiman y moderador del foro.
El académico también resaltó las carencias formativas de los profesores de matemáticas en la educación primaria y secundaria, así como la dispersión o el cese de los grupos de investigación de posgrado. Para efectos del foro de la Acfiman, la discusión se circunscribió al ámbito de pregrado.
Un poco de historia
Los estudios universitarios de matemáticas son de reciente creación en el país. Formalmente, iniciaron en 1958 con la creación de la Facultad de Ciencias de la UCV, que estableció “un ambicioso programa de estudios con cursos de análisis, álgebra y geometría”, precisó el doctor Di Prisco.
Sin embargo, desde la época colonial se desarrollaron estudios en matemáticas, principalmente para la formación de ingenieros militares o civiles.
Otros antecedentes mencionados por el académico fueron la creación de la primera Cátedra de Matemáticas en la antigua Universidad de Caracas (hoy UCV) en 1827 y la creación de la Academia de Matemáticas de Caracas en 1831.
En el foro de la Acfiman, participaron docentes de la Universidad de Carabobo (UC), Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y Universidad de Los Andes (ULA). Con data propia, ponderaron la crisis actual en cada uno de sus recintos.
Universidad de Carabobo. Luis Ángel Rodríguez, profesor y director del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Carabobo (UC), expuso Una visión panorámica de la Licenciatura en Matemáticas de la Facyt. Fortalezas y debilidades.
Carrera trampolín
Rodríguez explicó que la Facultad Experimental de Ciencias y Tecnología (Facyt) de la UC se creó en 1994. Un año después, en 1995, nació el Departamento de Matemáticas. En 2000, el Colegio Nacional de Universidades (CNU) aprobó la Licenciatura en Matemáticas, cuya primera cohorte arrancó en 2001 en un régimen anual (que pasó a ser semestral a partir del 2011).
La primera ola de jubilaciones masivas ocurrió en 2014. Ya para 2017, cuando empezó a evidenciarse la crisis, el número de profesores bajó de treinta a siete. Además, el flujo de estudiantes mermó, pero no se extinguió gracias al uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
“La carrera siempre ha sido trampolín hacia distintas áreas”, señaló Rodríguez, aludiendo a un fenómeno que afecta la matrícula estudiantil. “Tenemos un volumen de estudiantes que realmente no quiere estudiar la Licenciatura en Matemáticas, pero usan la carrera para cambiarse a otras, mayormente a la Licenciatura en Computación. Actualmente, tenemos 140 estudiantes de la carrera, pero es una ficción”. El fenómeno de trampolín también se pone de manifiesto a la inversa: “Hemos recibido estudiantes de la Licenciatura en Física que quieren estudiar matemáticas porque quieren irse hacia la ciencia de datos”.
Motivar para sobrevivir
A la par de la investigación y docencia, el Departamento de Matemáticas de la UC cuenta con actividades de extensión. Una de las más novedosas es “Matemáticas para Todos”, que consiste en un servicio comunitario de divulgación dirigido a jóvenes de escuelas y colegios. Asimismo, “hemos tenido estudiantes pasantes en el IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas), Banco Central de Venezuela (BCV), aseguradoras, entre otras empresas”.
Pese a estas iniciativas, hay obstáculos que no pueden superar por sí solos. “Los problemas de planta física son irresolubles sin el apoyo de los entes correspondientes”, dijo Rodríguez. “Otro aspecto clave es la motivación. Con el salario actual no podemos motivar a los profesores, y esto va más allá del Departamento de Matemáticas, involucra la supervivencia de la universidad”.
Universidad del Zulia. Tobías Rosas, profesor del Departamento de Matemática de la Universidad del Zulia (LUZ), analizó el caso de “La Licenciatura de Matemática de la Facultad Experimental de Ciencias en la Universidad del Zulia: ¿está en riesgo su existencia?”.
Sin generación de relevo
La Facultad Experimental de Ciencias de LUZ se fundó en 1973, mientras que el Departamento de Matemática inició sus operaciones en 1976.
En 51 años, han egresado 109 licenciados en Matemáticas. De 12 líneas de investigación activas en el pasado, en la actualidad solo quedan 2. La matrícula estudiantil tampoco goza de buena salud: hay 22 estudiantes activos. Ni hablar de la plantilla docente: apenas 17 profesores.
“A la gran mayoría no les agrada la matemática; y a quienes sí, aprenden de manera casi autodidacta”, sostuvo Rosas.
Para el profesor de LUZ, la generación de relevo “es prácticamente inexistente. Después de 2016, todos los egresados se fueron del departamento o del país”.
Actividad económica atractiva
Rosas confirmó que los problemas de electricidad que empezaron en 2018 aún se mantienen en la Facultad, fruto del robo de cableado. Al no haber condiciones para trabajar, se abandonaron los espacios, se produjo la pandemia en 2020 y con ella llegó el vandalismo. “Destrozaron y desvalijaron todo: breakers, puertas, ventanas, equipos, mesones, libros”, denunció.
Aunado a la ausencia de infraestructura, insistió en la urgencia de repensar los estudios universitarios en matemáticas, con miras a hacerlos más interesantes desde el punto de vista productivo. “El avance tecnológico modifica a la sociedad y la sociedad busca solventar sus necesidades. Eso demanda programas de matemáticas que generen profesionales que resuelvan esos problemas, lo que nos lleva a la necesidad de enfocarnos en investigación, pero investigación teórica es distinto a actividad económica atractiva”, acotó.
“¿Los estudios en matemáticas de nuestra universidad corren el riesgo de desaparecer? La respuesta es un gran sí”, afirmó Rosas.
Universidad Central de Venezuela. Máximo Hidalgo, profesor de la Escuela de Matemática de la Universidad Central de Venezuela (UCV), disertó acerca de los “Retos de la enseñanza de la matemática en la universidad pública”.
La Licenciatura en Matemática cuenta actualmente con 175 estudiantes (64 son nuevo ingreso), siendo la tasa de abandono del 23,3 %. Por su parte, la tasa de cambio a otras carreras es del 58 %, es decir, más de la mitad de los inscritos no culminan la carrera. “Si bien tenemos una tasa importante de ingreso estudiantil en los primeros semestres, la mayoría se van”, dijo Hidalgo.
Aunque el número de estudiantes no es el deseado, la parte profesoral -conformada por 43 docentes- es la que mayor preocupación le genera. “La política académica no debe ser ajena al contexto económico. Si queremos tener doctorantes, profesores a dedicación exclusiva y profesores que vayan subiendo en el escalafón, eso tiene que tener una contraparte económica”.
Retos
El profesor de la UCV también cree que llegó el momento de “hacer un vuelco a nuestro paradigma científico y tecnológico, incorporando algunas alternativas o soluciones a nuestros estudiantes, en vista de la gran demanda en inteligencia artificial (IA). Tenemos que dar esta discusión”, propuso.
En cuanto a retos, mencionó el aumento de la tasa de ingreso estudiantil, “tratando de hacer más amigable o hacer llegar lo que significa la matemática a los estudiantes de básica y media”. Sobre la permanencia de los alumnos inscritos, recordó que muchos viajan desde zonas remotas del país, lo que implica “tener un ingreso mensual de al menos 200 dólares, sin contar la matrícula”. Por último, señaló la necesidad de incrementar la oferta académica y fortalecer las estrategias digitales.
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Neptalí Romero, profesor del Departamento de Matemáticas de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), presentó su ponencia “¿Está en riesgo la continuidad de la Licenciatura en Ciencias Matemáticas de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado?”.
La Licenciatura en Ciencias Matemáticas empezó en la UCLA en 1977 siguiendo un perfil clásico. La primera cohorte tuvo cincuenta egresados.
Pocos años después, se hicieron ajustes, como la creación de la Mención en Matemática Computacional que hacía énfasis en IA. “Para la época, era un paso adelantado”, dijo. La Mención, sin embargo, desapareció, y “volvimos al perfil clásico de una Licenciatura en Matemáticas”.
Para Romero, la situación actual es bastante crítica debido al drástico descenso del ingreso de estudiantes desde el año 2016. Hoy en día, la matrícula consta de veintidós estudiantes (diez son nuevo ingreso) y diez docentes (cuatro jubilados).
Además, la infraestructura “es realmente paupérrima. No hay nada, es muy deprimente”, confesó.
En su opinión, “el punto inicial es la cuestión salarial. Sin salario, la gente se va a ir para otro lado u obligarse a hacer otra cosa. Es un problema gubernamental”.
Universidad de Los Andes. Luis Astorga, profesor del Departamento de Matemática de la Universidad de Los Andes (ULA), conversó sobre los “Estudios de Matemáticas en la ULA. Situación y estrategia”.
La peor de las crisis
Si bien la Licenciatura en Matemática no ha tenido gran convocatoria en ningún lado del mundo, “la situación venezolana es dramática”. La “caída libre” en la ULA se vivió durante el período 2016-2023: 175 ingresos y 31 egresados en Matemática. “Todos los becados abandonaron el país”, alertó. “Hemos tenido que contratar a estudiantes para que enseñen a otros estudiantes sin darles una mínima formación docente”. La planta profesoral actual es de 21 docentes.
Al igual que otras casas de estudios, la ULA “ha sido vandalizada y saqueada: cables, puertas, ventanas, hasta los baños se los robaron. Perdimos el edificio, está abandonado. Tuvimos que recluirnos en el edificio de la Facultad de Ciencias”.
Astorga explicó que la crisis económica de 2014 y 2017 provocó más un éxodo estudiantil que de profesores. La migración docente se dio después de 2017, cuando se fueron a Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil. “Perdimos una generación completa de muchos años de esfuerzo académico”.
Diseño curricular
Como autocrítica, el profesor de la ULA sacó a colación el diseño curricular, cuya edición más reciente data del año 2004. “Obvió un acercamiento no solo con las tecnologías computacionales, sino con la teoría misma de la computación, como si fuese un problema de los ingenieros y no de los matemáticos”.
En su opinión, los matemáticos tienen ventajas que no saben aprovechar en la cotidianidad, en parte por falta de orientación de los docentes. “Las ventajas son su formación en abstracción, la posibilidad de construir modelos de situaciones reales, pero no sabemos qué hacer con eso, estamos perdiendo un amplio espectro de oferta laboral. Podemos cambiar la dinámica de los contenidos que damos en la carrera para que la oferta laboral del matemático pueda ampliarse”. Para Astorga, persiste una imagen social de inutilidad de las matemáticas que es incorrecta.
Aislamiento y fondos
El doctor Claudio Bifano, Individuo de Número (Sillón IV) de la Acfiman, aseguró que el foro “no era una casualidad. Sabemos del deterioro de las matemáticas, física y química, pero no se trata de salvar una licenciatura, sino de salvar las matemáticas, y eso no lo puede hacer una sola institución”.
Igualmente, se refirió al aislamiento de las universidades. “Nos hemos creído autosuficientes y no nos importa lo que pasa en otras universidades. Más que demostrar lo buenas que son, debemos demostrar para qué sirven las universidades”, insistió el doctor Bifano.
Por su parte, el doctor Benjamín Scharifker, Individuo de Número (Sillón XIV) de la Acfiman, precisó que la crisis de las carreras de matemáticas en Venezuela es extensiva a todas las ciencias básicas, siendo la obtención de fondos uno de los responsables. “Es un problema que la fuente de financiamiento sea pública. Las universidades deben reformar su modelo de gestión para no depender del Estado”.