La Unidad Educativa Especial Deficiencias Auditivas Manuel Piar ubicada en Unare II, sector I, calle 8 con avenida 3, ofrece cursos gratuitos de lenguajes de señas básicos a los representantes y a la comunidad, dos o tres veces al año para fomentar la inclusión en los guayacitanos y que los familiares pueden interactuar con quien padezca una discapacidad auditiva.
La directora del plantel, Yamileth Mantilla, detalló que “la lengua de señas venezolana es el medio de comunicación del sordo y (…) siempre hacemos el apoyo hacia los padres y representantes para que tengan la comunicación con sus hijos”.
Mantilla sostuvo que quienes padecen esta discapacidad “vienen con un lenguaje coloquial”, de modo que realizan señales de baño o agua de la forma incorrecta.
De igual manera organizan y dictan talleres básicos con las empresas que lo soliciten. “Va una persona oyente y va un sordo acompañante, porque la lengua de seña la vas a aprender es con el sordo”, explicó Mantilla.
Disposición
La directora enfatizó como mensaje a la población y, especialmente, a los padres de niños con discapacidad auditiva que “cuentan con una escuela que tiene la disposición de atenderlos”.
Esta institución cuenta con educación inicial hasta sexto grado. Sin embargo, “luego se hace la articulación en algunas oportunidades, si papá lo desea, con el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA)”.
Mantilla reiteró que es necesario que los padres “no dejen de apoyar a sus hijos en el sistema educativo, esta es la única escuela que les da esa atención”.
No obstante, pese a que el plantel tiene una trayectoria de 43 años en la ciudad, la directora reconoció que “muchas personas no saben que esta escuela existe”.
Restauración
Por otro lado, esta unidad educativa, que es la única del municipio Caroní con atención para niños con discapacidad auditiva, fue restaurada por las brigadas comunitarias militares para la educación y la salud (bricomiles) durante el mes de marzo.
Mantilla agregó que fue una articulación del Instituto de la Vivienda, Obras y Servicios del estado Bolívar (Inviobras Bolívar) y la Gobernación.
Recibieron la donación de mobiliario como 73 pupitres con mesas y sillas para los alumnos; escritorios; una nevera; se climatizaron e iluminaron 8 aulas, de 9 con las que cuenta la unidad educativa; restablecieron los baños y se restauró el techo, que fue derribado “durante la pandemia” por un árbol de mangos, de acuerdo con la directora.
“El techo raso fue recuperado, restablecieron los que estaban malos (…) había salones que no tenían”, sostuvo.
Hace “aproximadamente” un año los visitó una representante de Inviobras Bolívar para hacer la inspección y diagnóstico del colegio.
Mantilla concluyó que está “agradecida primeramente de Dios que utilizó a estas personas como canales de bendición para que nos llegara esa oportunidad de tener un lugar digno para trabajar con la población”.
