La Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG) cumple 40 años de trayectoria que celebra con no pocos retos por enfrentar tras dos años de pandemia por COVID-19, y casi una década de déficit presupuestario.
La UNEG se fundó en 1982 para dar respuesta -en personal capacitado- al crecimiento industrial de la región Guayana, inició con una matrícula de pregrado que no superaba los 500 estudiantes, y que creció con el tiempo. Las industrias de Guayana ya no son el emporio que llegaron a ser, y por eso el pensum de estudios se ha transformado para ofrecer otras opciones a la juventud que se enfrenta a una caída en picada de la demanda laboral y que pierde interés en la oferta académica por la también pulverizada oferta salarial.
La rectora de la institución, María Elena Latuff, informó en rueda de prensa que este año la casa de estudios está emprendiendo tres líneas de trabajo: Diversificación de la oferta académica, creación de un programa de producción trasversal para todas las carreras y la internacionalización académica.
Por otro lado reconoció que la falta de presupuesto impide la pronta recuperación de las sedes afectadas por el asalto del hampa, y la reactivación de una ruta universitaria de transporte para regresar a la presencialidad.
“Sabemos las dificultades que tiene el Estado para generar los recursos que necesita para cubrir todo lo que tiene que ver con el gasto público. Ya los recursos no fluyen en la universidad como antes, hay dificultades sobre todo para gastos de funcionamiento. Sin embargo hemos visto que el ingreso presupuestario ha mejorado entre enero y febrero, y eso ha permitido que la universidad esté haciendo mejoras en infraestructura, mantenimiento, resguardo…”, declaró.
Nueva oferta académica y reforma de pensum de estudios
Milagros Coa, vicerrectora académica, anunció que el Consejo Universitario está trabajando en la transformación del pensum de estudios, ahora enfocado en la producción como eje trasversal a través del programa Protepuy.
También anunció la apertura de cuatro nuevas carreras -Ingeniería de materiales, Licenciatura en Ciencias Ambientales, Licenciatura en Gerencia de empresas de alojamiento turístico e Ingeniería en producción animal- que irán de la mano de un plan para lograr aumentar la demanda de inscripciones en estas.
“El programa Protepuy pretende que todas las instancias de la universidad produzcan algo que tenga que ver con esa asignatura particular. Tenemos grandes potencialidades para producir. Por ejemplo, la carrera de contaduría pública tiene la potencialidad de producir firmas de auditores. Venezuela paga un montón de dólares en trasnacionales que vienen a hacernos auditoría externa…”, complementó la rectora.
“Queremos que nuestros muchachos produzcan para generar ingresos, para mejorar la calidad de vida de quien produce y también para apoyar a la universidad en el fortalecimiento de su equipamiento”, agregó.
Generar interés en esta nueva oferta académica es cuesta arriba en el contexto actual. La región enfrenta una contracción económica que data hace más de siete años, y el quiebre de las empresas básicas por malversación estatal causó la caída de la oferta de empleos en distintas áreas que se desprendían de este sector. Eso, y otros aspectos de la emergencia humanitaria provocaron que la juventud migrara en búsqueda de mejores ingresos, o se dedicara al sector informal de la economía.
“Pero tenemos que recuperarnos. Hubo semestres en que casi no tuvimos inscripciones y por eso extendíamos los plazos. Pero esta vez se llenó toda la oferta de las inscripciones y cerraron en el plazo establecido. El reto es grande, pero tenemos que asumirlo”, afirmó Latuff.
Preparativos para volver a la presencialidad
Latuff destacó que la modalidad semipresencial va a mantenerse. Por otro lado resaltó que todas las sedes ubicadas en ocho de los 11 municipios del estado Bolívar están en buenas condiciones de infraestructura, excepto la UNEG Atlántico, en Ciudad Guayana.
“Creo que es la que está más grave, y sin embargo hemos emprendido labores de desmalezamiento y limpieza, pero falta presupuesto. Es una sede importante que llegó a albergar a cinco mil estudiantes, la necesitamos y pedimos al Estado que contribuya con su resguardo”, expresó. Calculó que para el próximo semestre la sede debería estar operativa.
La vicerrectora administrativa, Nayeska Pérez y el coordinador de rectorado en Ciudad Guayana, Miguel Mendía informaron que actualmente se están emprendiendo labores de desmalezamiento y limpieza en la sede Atlántico, además de que se está procurando un convenio con la Policía municipal para la instalación de un módulo policial.
“Dos veces hemos reparado los baños, y dos veces se robaron la grifería. Debemos hacer las reparaciones necesarias para que los muchachos puedan regresar. El problema es la falta de seguridad. También estamos instalando bombas de agua para garantizar la distribución del servicio”, señaló Mendía.
La última vez que la universidad recibió una dotación de transporte enviada por el Ministerio de Educación fue hace ocho años. Antes de la pandemia, la universidad contaba con un servicio privado con 12 rutas para Puerto Ordaz y 10 para San Félix, pero el ministerio no ha designado más presupuesto para reactivar el beneficio.
“Por eso es que esta vez estamos apostando porque la municipalidad designe ciertos autobuses para cubrir esa ruta, al menos de la avenida Atlántico, por donde no pasa transporte público. No podemos contar con los autobuses de la universidad porque solo tenemos uno”, señaló la vicerrectora administrativa.
Retos de la academia
Para Diana Gámez, representante profesoral de jubilados ante el consejo de profesores de la UNEG, con más de 30 años de servicio en la institución, la universidad tiene cuatro grandes retos que asumir en medio de la emergencia humanitaria compleja:
– Ampliar el alcance de la universidad a los 11 municipios del estado Bolívar.
– Recuperar la plantilla de profesores -350 en la actualidad, de los más de 400 que la conformaban-.
– Recuperar la matrícula estudiantil que actualmente es de 20 mil estudiantes en toda la región y que solía superar con ventaja esa cifra.
– Mantener actualizado el pensum y recuperar la esencia institucional a través de la recuperación de sus líneas de investigación, limitadas por dificultades logísticas.
